España pierde por la crisis a 1.200 'ricos' que ganaban más de 600.000 euros

Tan sólo 6.850 contribuyentes declararon unos ingresos superiores a 600.000 euros en 2010, último año del que Hacienda ha publicado datos, según la Memoria de la Administración Tributaria conocida ayer. Esta cifra implica una caída de 1.227 frente a 2009, o lo que es lo mismo, un 15,2%. Frente a ellos, los ciudadanos con unas rentas inferiores a 30.000 euros ascienden a 15,6 millones y suponen el 81% de los declarantes del IRPF, con una aportación que asciende al 34,1% de los ingresos totales (cuota íntegra) generados por el impuesto

Los 6.850 'ricos' suponen el 0,035% del total de declarantes pero, dado su elevado nivel de ingresos -y la progresividad del impuesto, que cobra un tipo más alto a los que más ganan-, aportan el 3,7% de la recaudación total. Evidentemente, existen muchos más ciudadanos con ingresos anuales superiores a 600.000 euros, pero normalmente tributan mediante Sociedades, donde los tipos impositivos son mucho más bajos que en el Impuesto sobre la Renta.

Esta fórmula sigue siendo mayoritaria pese a que Hacienda ha endurecido los requisitos para poder utilizarla, con exigencias como que los ingresos no provengan de un único pagador y que tengan elementos que demuestren que ejercen una actividad real y no son un mero instrumento para tributar menos. Como es lógico, cuanto más altos son los ingresos, mayor peso tienen las rentas del capital y de actividades económicas en detrimento de las del trabajo.

En total, en 2010 presentaron declaración del IRPF 19,3 millones de contribuyentes, con una caída del 0,4% respecto al ejercicio anterior que se explica, según Hacienda, por el aumento del desempleo. En total,  declararon unos ingresos (base imponible) de 403.000 millones de euros. Esta cifra supone un descenso del 1,4% de la base imponible general -que representa el 90,7% del total- y del 10,9% en la base del ahorro, por la fuerte caída de las ganancias patrimoniales derivadas del mal comportamiento de la bolsa en 2009, el año más duro de la crisis financiera internacional y al que se refieren las declaraciones presentadas en 2010.

La recaudación total del impuesto se redujo un 2,6% en 2011 hasta 73.600 millones. Si se divide esta cantidad entre el número de declarantes, arroja que cada español pagó una media de 3.811 euros por IRPF ese año. 

Sociedades cae pese al aumento de los beneficios

La Memoria publicada ayer también incluye otros datos interesantes, como que la recaudación por el Impuesto de Sociedades se redujo en un 15,6% pese a que el beneficio de las empresas cotizadas aumentó en un 16,1%, algo que se explica, según Hacienda, por las importantes deducciones que permite este tributo, la aplicación de bases imponibles negativas (pérdidas de años anteriores) y el elevado porcentaje de los beneficios que provienen de otros países y que tributan allí. Se trata del cuarto ejercicio consecutivo en que bajan los ingresos por Sociedades.

Asimismo, el tipo medio del IRPF subió un 7,9% hasta el 11,5% por la supresión de la deducción de los 400 euros de las rentas del trabajo que había introducido el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para tratar de impulsar la economía y hacer frente a la crisis. Sin embargo, el tipo de Sociedades se mantuvo en el 16,7%, muy por debajo del 30%-35% (en función del tamaño de la empresa) al que en teoría deben cotizar.