Bankia se carga al 'cuidador' de la acción en pleno ataque de Morgan Stanley

Ni un año ha durado la andadura en Bankia de Juan José Llinares, protagonista de una aventura personal tan estrambótica en el banco como la propia de la entidad desde que dio el salto al parqué el 20 de julio de 2011. El hombre que fundó Caja Madrid Bolsa, y al que Rodrigo Rato entregó ese regalo envenenado consistente en cuidar la cotización de Bankia, fue despedido el pasado viernes por José Ignacio Gorigolzarri en pleno ataque bursátil al grupo financiero controlado ya por el Estado.

Llinares ya conoció el amargo sabor del despido un año antes. Entonces fueron los nuevos hombres fuertes de Rato en Caja Madrid Bolsa –llevó el día a día del broker durante 20 largos años- los que provocaron su efímera salida del grupo. El ex ministro prescindió de todo lo que oliera a Miguel Blesa. Sien embargo, cuando la entidad resultante de la fusión entre Caja Madrid y Bancaja salió a bolsa, Francisco Verdú, el consejero delegado, advirtió que nadie en el grupo estaba encargado de velar por el comportamiento de la acción.

Por ese motivo, sólo tres meses después fue rescatado para salvar la cara bursátil de Bankia gracias su hábil manejo de la autocartera. Durante muchos meses, la acción del banco se comportó mucho mejor que la de sus competidores hasta que  no pudo esconder por más tiempo sus muertos en armario. Con más de 150 millones de euros de munición para sostener el valor, el subdirector general nombrado por Rato consiguió que la cotización no bajara por debajo de los 3 euros durante varios meses.

El adiós de Llinares, comunicado el pasado viernes, coincide con el último gran ataque a la cotización del banco, que sólo en el mes de julio ha perdido el 24% de su valor. Un 20% desde su salida forzoso. Bankia cerró ayer en 0,70 euros, el nivel más bajo desde la salida a bolsa. Con la caída del 9% sufrida la víspera –la más importante desde el 29 de mayo- los números rojos de Bankia superan ya el 80% en 2012. Un desplome en toda regla que reduce su capitalización a menos 1.400 millones de euros.

Como ya ocurrió a mediados de junio, Morgan Stanley está siendo el ejecutor de Bankia en bolsa. Este mes, se ha deshecho de 3,58 millones de acciones, una cifra a años luz de las del segundo vendedor. En el mismo plazo, Credit Suisse se ha deshecho de 854.000 acciones.

Fuentes cercanas al grupo aseguran que las ventas de los últimos días corresponden a inversores finales que podrían estar acelerando su salida tras la publicación de las condiciones en las que los bancos españoles serán rescatados por Europa. Respecto a la intensidad de las caídas, las mismas fuentes aseguran que el banco no está haciendo esfuerzo alguno para parar la caída con nuevas compras de autocartera. Las últimas compras de acciones propias notificadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) corresponden al mes de mayo, cuando el grupo amplió su autocartera al 4,31%.

Malas perspectivas

Bankia valdrá a un año vista entre 0,10 y 1 euros por acción. Estos son las previsiones de los analistas que han revisado sus precios objetivos desde que el Gobierno anunció que el grupo necesita 19.000 millones de euros para salir adelante. Las diferencias entre los analistas más críticos con el banco y el resto son abismales.

Los analistas malditos del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri no han tenido piedad. Francisco Riquel, de N+1, ha rebajado su precio objetivo hasta los 0,10 euros con recomendación de vender. Y las tres recomendaciones más recientes junto a la de N+1, las de JB Capital, Mediobanca y la de Exane, se sitúan en 0,75, 0,60 y 0,30 euros respectivamente. Desde que el 25 de mayo se conocieron las necesidades de capital, sólo BPI cree que Bankia vale al menos un euro.