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Los mercados llegan hastiados a una cumbre descafeinada y solo piensan en Draghi
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SI LOGRAN FIJAR UNA AGENDA EL BCE PODRÍA INTERVENIR

Los mercados llegan hastiados a una cumbre descafeinada y solo piensan en Draghi

Todas las miradas del mercado se dirigen hacia Bruselas. Arranca la cumbre que está llamada a sentar las bases de la nueva Unión Europea y, aunque

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Los mercados llegan hastiados a una cumbre descafeinada y solo piensan en Draghi

Todas las miradas del mercado se dirigen hacia Bruselas. Arranca la cumbre que está llamada a sentar las bases de la nueva Unión Europea y, aunque después de tanto fracaso las expectativas son muy bajas, los líderes europeos podrían dar la sorpresa. Si tras dos días de reunión consiguen, al menos, fijar una agenda sólida y clara, la presión en los mercados debería empezar a bajar.

Tanto la renta fija como la renta variable han venido descontando estos días, con movimientos sin especial relevancia y tensión en el secundario, el que parece que va a ser el resultado de otra cumbre más, ya se pierde la cuenta, para solucionar el problema de deuda soberana del que adolece la eurozona: algún mensaje, más ambigüedad y muchos propósitos vacios de contenido.

Una sensación de hastío propiciada a golpe de titular y desmentido en los que Alemania lleva la voz cantante. Los mercados quieren una unión bancaria, unión fiscal y la creación de un Tesoro único que emita eurobonos. Sin embargo, aunque los dos primeros puntos están más o menos asumidos por los líderes, la mutualización del riesgo soberano choca frontalmente con Alemania. “No aceptaré los eurobonos en mi vida”, afirmó ayer la canciller Angela Merkel en la antesala de la reunión.

“A diferencia de las Cumbres anteriores, en esta estamos todos bastante escarmentados y las expectativas no son muy altas”, asegura a Cotizalia.com José Ramón Iturriaga, gestor de los fondos Okavango Delta y Kalajari Alpha. “Con las declaraciones de ayer de Merkel, Monti, etc., vemos que en realidad esto es una crisis política, que tienen su propio calendario y cada uno habla para su público”.

“Respecto a la reunión, creo que se le piden demasiadas cosas. Es imposible reconstruir toda la Unión Europea en dos días. Desde ese punto de vista, creo que será una decepción”, asegura Alberto Matellán, director de macroeconomía y renta fija de Inverseguros. “Sin embargo, para el mercado, sería suficiente con algún mecanismo que controle en el corto plazo el riesgo de la deuda pública y su espiral de contagio bancario. Aunque sólo eso es ya una tarea enorme por las dificultades de negociación que supone”.

A pesar de ello, Iturriaga está convencido de que se va a plantear un calendario lo suficientemente exigente para llegar a una unión fiscal. La importancia de esto reside en el hecho de que si se fijan unos pasos claros y ambiciosos a seguir, el Banco Central Europeo entonces comprará tiempo mediante medidas paliativas a corto plazo para drenar la presión sobre España e Italia, que es lo que vienen esperando los mercados desde hace ya 16 semanas en las que no ha dado señales de vida.

“Draghi ha dicho que las intervenciones anteriores han retrasado la adopción de medidas, pero si le das un calendario firme, puede que intervenga, más que comprando bonos que le da sarpullido, relajando las exigencias de colateralidad para una nueva subasta de liquidez que permita a los bancos comprar más deuda soberana”, asegura Iturriaga.

Así, la siguiente cita en el calendario es el jueves de la semana que viene, cuando se reúne el Comité de Política Monetaria del Banco Central Europeo. Reunión en la que, con las conclusiones de la cumbre sobre la mesa y dado el deterioro del entorno macroeconómico, el regulador previsiblemente bajará los tipos de interés y podría anunciar medidas extraordinarias de liquidez.

“En mi opinión, lo más interesante no será la reunión en sí, sino lo que haga el BCE los días posteriores, si es que hace algo (otra LTRO?)”, explica Matellán”

Así, quien espere importantes movimientos de los mercados al término de la reunión se va a quedar con las ganas. “La reacción creo que será menos intensa de lo que mucha gente espera. Como ha pasado en otras ocasiones, puede que dure un día o dos y luego se desvanezca. La interpretación fundamental y, por tanto, el efecto a largo plazo llevará más tiempo y por tanto será más suave en las cotizaciones”, concluye el analista.

Todas las miradas del mercado se dirigen hacia Bruselas. Arranca la cumbre que está llamada a sentar las bases de la nueva Unión Europea y, aunque después de tanto fracaso las expectativas son muy bajas, los líderes europeos podrían dar la sorpresa. Si tras dos días de reunión consiguen, al menos, fijar una agenda sólida y clara, la presión en los mercados debería empezar a bajar.

Mario Draghi