El G20 concluye sin un plan para Europa

La cumbre del Grupo de los Veinte (G20) concluyó ayer en México convertida en "un éxito", según los jefes de Estado participantes, con "acciones" para combatir la crisis de la Eurozona, y con "la mayor capitalización de su historia" para el Fondo Monetario Internacional (FMI), por encima de los 450.000 millones de dólares. La cita, sin embargo, cuya meta principal era "enfrentar decisivamente la crisis de la zona euro", llegó a su fin sin que se presentase un plan detallado para estabilizar la Eurozona y llevar algo de calma a los mercados financieros.

El presidente de EEUU, Barack Obama, que ayer se reunió con los líderes europeos, obtuvo únicamente la promesa de que en los proximos días, probablemente en el trascendental Consejo Europeo que se celebrará a finales de junio, se anunciará un plan para atajar la crisis del euro. Dicho plan incluye, según altos funcionarios estadounidenses, medidas para avanzar en la unificación fiscal y para fomentar el crecimiento económico. De acuerdo con estas fuentes, el líder norteamericano escuchó detalles precisos de dicho plan, definido por los funcionarios de EEUU como "más contundente de lo que habían contemplado hasta la fecha".

En la reunión con Obama al margen de las plenarias de la cumbre participaron el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande; y los primeros ministros de Italia, Mario Monti; y del Reino Unido, David Cameron. También los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

"Estamos alentados por lo que escuchamos de los líderes europeos hoy (por el martes) y por el enfoque amplio que estamos viendo en todo el mundo sobre la necesidad de fortalecer el crecimiento económico", aseguró el secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner. Europa, según Geithner, se está acercando a decisiones importantes para estabilizar la zona euro que incluyen un marco más sólido para fortalecer el sistema financiero y apoyo a países como España e Italia para que puedan pedir prestado a tasas sostenibles.

La cumbre europea de la próxima semana en Bruselas será "crucial", en palabras del secretario del Tesoro, que subrayó que la solución a esta crisis debe partir de Europa y que EEUU está haciendo "todo lo posible" por ayudar. Obama "está muy involucrado" en la búsqueda de soluciones a la crisis europea, la principal amenaza actual para la economía global.

Preocupación por el alto coste de la deuda de España

Durante la cumbre también surgió la posibilidad de que el fondo de rescate europeo compre deuda soberana, después de que varios líderes mostrasen su preocupación por países que, como España e Italia, están pagando altos intereses en su deuda. Ayer, el Tesoro Público español colocó deuda a corto plazo (letras a 12 y 18 meses) a un interés superior al 5%, el más alto desde la creación del euro. El nuevo récord captó la atención de los líderes de las potencias reunidas en Los Cabos. 

"No es aceptable que países que están haciendo esfuerzos como Italia, enderezando sus cuentas publicas, tengan que pagar intereses del 7%. Lo mismo para España", dijo, por ejemplo, el presidente francés, François Hollande.

Hasta ahora, la posibilidad de que el fondo de rescate, bien el Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF) o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), comprase deuda de países europeos había estado aparcada por la negativa de Alemania. Sin embargo, ayer el Gobierno alemán abrió la puerta a la posibilidad de la compra de bonos con fondos europeos "o instrumentos de deuda publica bajo determinadas condiciones".

En Los Cabos, "no se han discutido medidas concretas", según indicaron fuentes oficiales a la agencia Efe, ni Alemania ha suscrito un compromiso formal para acceder a esta vía. No obstante, el borrador final del G-20 destaca la importancia de que "una mayor integración fiscal y económica nos conduzca a (disfrutar de) unos costes de financiación más sostenibles".

Medios financieros publicaron ayer que el primer ministro italiano, Mario Monti, aprovechó el debate en el plenario del G20 para plantear que el fondo de rescate, dotado con 440 millones de euros, compre bonos de países periféricos, pero no logró arrancar un compromiso de Merkel. No obstante, su intervención sirvió, al menos, para generar debate.

"Claridad" sobre la ayuda a la banca española

El asunto de la ayuda a la banca española fue asimismo tratado en la cumbre. Los líderes del G-20 pidieron a España claridad sobre los detalles de cómo y cuándo se producirá la petición de fondos, según dijo la canciller alemana, Angela Merkel. En declaraciones a la prensa, la canciller habló de la necesidad de que la solicitud de ayuda se formalice pronto, y de hecho comentó que España aclaró en la reunión que "va a presentar pronto su petición".

"Se ha hablado en el G20 (de este tema). Se ha hablado de que ahora es muy importante que haya claridad, rápidamente, sobre cómo va a ser la petición de ayuda española", indicó.

En la cumbre, según la canciller alemana, hubo un "amplio consenso" en que España reciba la ayuda europa en el momento en que se sepa el detalle de los informes externos que se han pedido sobre la cartera crediticia de la banca española, muy expuesta a los activos tóxicos inmobiliarios. El próximo jueves se conocerá la cifra inicial que propondrán en sus evaluaciones dos consultoras independientes y, probablemente, pocos días después se presentará la petición formal de ayuda por parte de las autoridades españolas.