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Bruselas quiere un gesto: que caiga el más débil de los bancos nacionalizados
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BANCO DE VALENCIA ES EL MÁS PEQUEÑO DE TODOS

Bruselas quiere un gesto: que caiga el más débil de los bancos nacionalizados

Día a día, Bruselas va desgranando los detalles del plan de ayuda a España, el rescate encubierto por el que facilitará una línea de financiación de

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Bruselas quiere un gesto: que caiga el más débil de los bancos nacionalizados

Día a día, Bruselas va desgranando los detalles del plan de ayuda a España, el rescate encubierto por el que facilitará una línea de financiación de hasta 100.000 millones de euros para sanear el sistema financiero español. El penúltimo compromiso que se ha conocido implica un sacrificio simbólico importante: cerrar las entidades problemáticas no impliquen riesgo sistémico. "No tenemos por qué salvar a todos si no es estrictamente necesario", aseguró un alto funcionario europeo. "Hay casos en que habrá que liquidar entidades".

Por si esta advertencia fuera insuficiente, el comisario europeo de Competencia, el español Joaquín Almunia, exministro del PSOE, se encargó de traducir a un lenguaje mucho más directo la directriz de Bruselas. En una entrevista concedida a la agencia Reuters, la misma que adelantó el plan de rescate a España, el ministro europeo aseguró que uno de los tres bancos nacionalizados, NovaGalicia Banco, Catalunya Caixa o Banco de Valencia, podría ser liquidado como consecuencia del proceso de restructuración.

"Si no me equivoco, uno de los tres, según las intenciones de las autoridades españolas, está encaminado hacia una liquidación para que no sea una preocupación constante tras la reestructuración". Por fin, según la opinión de algunos de los economistas más críticos con la actuación del Gobierno de Rajoy a la hora de sanear al sistema financiero, la línea de crédito va a servir, aunque sea simbólicamente, para purgar el sistema y exigir que los más débiles dejen de consumir recursos públicos de manera incondicional.

De esta quiniela, todas la miradas se dirigen a Banco de Valencia, de menor tamaño (30.000 millones de euros), geográficamente muy localizada (Levante) y con un equipo de gestión bajo sospecha. De hecho, el FROB pretende iniciar acciones judiciales contra su cúpula (José Luis Olivas y Domingo Parra) por presunta actuación delictiva al frente de la entidad. Por contra, NovaGalicia y Catalunya Caixa tienen con un tamaño muy superior (en torno a 70.000 millones) y cuentan un plantel de directivo (José María Castellano y Adolf Todó) que cuentan con la confianza de Economía.

Según especifica Bruselas, ningún banco con problemas recibirá ayuda hasta que presente un plan de reestructuración que garantice su viabilidad futura sin subvenciones y limite las distorsiones de competencia. Además, los que pidan fondos públicos deberán abonar un interés de al menos el 8,5%, frente al 3-4% que pagará España por la ayuda europea. El objetivo de este tipo "casi prohibitivo", superior al del FROB en Bankia, es conseguir que los bancos se recapitalicen por mecanismos de mercado, con venta de activos o fusiones.

La UE quiere "evitar al máximo que se utilice dinero público", de modo que "si hay entidades que deben quebrar, quebrarán". La operativa sería sencilla: una vez garantizados los depósitos, se liquidarían las posiciones de crédito y el resto de activos para pagar a los acreedores hasta donde llegue con el dinero obtenido, de manera que si alguien debe perder, que sean los accionistas, bonistas, preferentes… Sólo cuando esa liquidación generara un riesgo sistémico en la economía española “habría intervención pública, con condiciones estrictas".

Hay inversores dispuestos a comprar

Bruselas cree que puede haber actores en el mercado, tanto nacionales como internacionales, interesados en adquirir activos en el mercado bancario español. Aunque en estos momentos ninguna operación puede considerarse libre de riesgo, "hay inversiones que pueden ser prometedoras" porque la crisis terminará y el sistema financiero español resulta "interesante" por su proyección en otras regiones del mundo como América Latina. "Puede interesar a los inversores que quieran apostar a largo plazo".

Para salir al paso de esta espiral negativa, Economía intentó a última hora de ayer miércoles atajar las especulaciones desatadas tras las declaraciones procedentes de los cuarteles generales de la Eurcocámara, que luego adquirieron mayor dimensión tras las palabras de Almunia. A este respecto, desde el Ministerio aseguraron que “el Gobierno español no tiene intención de liquidar ninguna entidad financiera y reitera que su objetivo es sanear, recapitalizar y privatizar las que se encuentran bajo su tutela”.

Sin embargo, la autoridad del Ejecutivo es cada vez menor a la hora explicar el contenido del rescate. Sin ir más lejos, la oficina estadística europea (Eurostat) comunicó también ayer miércoles al final del día que el préstamo que recibirá España para recapitalizar a la banca a través del FROB tendrá un impacto directo en la deuda, como lo tendrán los intereses del mismo en el déficit, un extremo que había negado hace sólo tres días el propio Rajoy, tras mostrarse muy satisfecho por la concesión de esta ayuda para la banca española. 

Día a día, Bruselas va desgranando los detalles del plan de ayuda a España, el rescate encubierto por el que facilitará una línea de financiación de hasta 100.000 millones de euros para sanear el sistema financiero español. El penúltimo compromiso que se ha conocido implica un sacrificio simbólico importante: cerrar las entidades problemáticas no impliquen riesgo sistémico. "No tenemos por qué salvar a todos si no es estrictamente necesario", aseguró un alto funcionario europeo. "Hay casos en que habrá que liquidar entidades".