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El Gobierno aprieta las tuercas a la banca y la deja sin información de los test de estrés
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LAS ENTIDADES SE QUEJAN DE FALTA DE TRANSPARENCIA

El Gobierno aprieta las tuercas a la banca y la deja sin información de los test de estrés

Las entidades españolas no saben apenas nada de los test de estrés a los que les están sometiendo en estos momentos Oliver Wyman y Roland Berger:

Foto: El Gobierno aprieta las tuercas a la banca y la deja sin información de los test de estrés
El Gobierno aprieta las tuercas a la banca y la deja sin información de los test de estrés

Las entidades españolas no saben apenas nada de los test de estrés a los que les están sometiendo en estos momentos Oliver Wyman y Roland Berger: ni las hipótesis contempladas en los escenarios, ni el core capital que se exigirá para aprobar, ni si se va a considerar la diferencia de calidad de los activos entre las entidades. De ahí que se quejen de falta de transparencia, a lo que el Gobierno responde que no hay necesidad de darles información porque se trata de un ejercicio sectorial y no individual.

"En los anteriores test de estrés se hicieron públicos el escenario central y el estresado, cómo se iban a estimar los beneficios futuros, cuál era el mínimo de capital para aprobar o incluso lo que valía y lo que no como capital", explica una fuente del sector que recuerda la polémica por la no inclusión de las convertibles españolas en las pruebas realizadas por la EBA el verano pasado. Ayer Economía emitió un comunicado con la fecha de publicación de estas pruebas, el 21 de junio, pero no ofreció ningún detalle más allá de que tendrán un escenario base y otro estresado.

Lo único que ha trascendido, según otra fuente del sector, es que el ejercicio recogerá estimaciones a dos años, frente a los tres que se tomaron en los recientes test realizados en Irlanda y Portugal. Asimismo, las hipótesis de los escenarios (caída del PIB, aumento de la morosidad, etc.) serán definidas por un steering committee formado por Economía, Banco de España, BCE y FMI.

Sobre estas hipótesis de partida, las dos consultoras citadas harán una estimación de pérdida esperada en las carteras, a las que se resta lo que ya está provisionado; lo que quede sin cubrir se debe absorber con los beneficios que genere cada banco o caja en los dos próximos años (que tampoco se sabe cómo serán estimados por Roland Berger y Oliver Wyman). En las entidades en que los beneficios no basten, las pérdidas se absorberán con capital, que puede caer por debajo de un mínimo, en cuyo caso se suspenderá el test.

Ese mínimo fue del 6% en los ejercicios de Irlanda y Portugal y una de las fuentes afirma que "no tendría sentido poner una cifra muy superior, por ejemplo el 9%, porque el capital está para absorber pérdidas y es normal que disminuya por ese motivo en el período analizado". Dentro de esas pérdidas se supone que se incluirán las provisiones exigidas por los de Reales Decretos del ministro Luis de Guindos.

Precisamente, otra gran incógnita es si se obligará a dotar el posible déficit de provisiones que detecten los test, algo que el propio De Guindos ha alimentado: "Ya se verá en función de los resultados, no adelantemos acontecimientos", dijo públicamente el ministro hace dos semanas. Lo que sí parece claro es que se exigirá reponer el capital a aquellas entidades que se queden por debajo del mínimo; y si no pueden hacerlo por sus propios medios, el Estado inyectará ese dinero como en Bankia.

El Gobierno no ve motivos para dar información

Fuentes de Economía responden a estas críticas que se trata de un test de estrés sectorial, no individual de cada entidad (el análisis individual es el que realizarán las cuatro auditoras hasta el 31 de julio), por lo que no hay ninguna obligación ni motivo para darles información. No obstante, algunas de las fuentes consultadas creen que lo que pretende el Ejecutivo es mantener al sector al margen para que "no contamine" los resultados, y así poder presentarlos como un trabajo totalmente independiente en el que el sector no ha podido influir para maquillar las cifras.

Por otro lado, el Banco de España va a tener un papel muy activo en supervisar la labor de las dos consultoras, y ha destinado a un equipo para ello. Algo que los inspectores de esta institución consideran absurdo, como pusieron de manifiesto en su comunicado de la semana pasada, ya que lo lógico sería que ellos hubieran realizado directamente los test de estrés en vez de contratar a consultoras externas para ello.

Las entidades españolas no saben apenas nada de los test de estrés a los que les están sometiendo en estos momentos Oliver Wyman y Roland Berger: ni las hipótesis contempladas en los escenarios, ni el core capital que se exigirá para aprobar, ni si se va a considerar la diferencia de calidad de los activos entre las entidades. De ahí que se quejen de falta de transparencia, a lo que el Gobierno responde que no hay necesidad de darles información porque se trata de un ejercicio sectorial y no individual.