Telefónica prescinde del exconsejero delegado de Móviles en su nueva reordenación

Telefónica ha aprobado la cuarta remodelación de la cúpula directiva de su negocio en España en los últimos doce meses. La empresa prescindirá de 25 divisiones y de otros tantos directivos. Entre los que salen están Javier Aguilera, un veterano de la casa que llegó a ser en 2001 consejero delegado de Telefónica Móviles, la joya de la corona del grupo en ese momento.

Aguilera, ingeniero industrial y máster en dirección de empresas, se incorporó en 1978 a Telefónica, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Cuando ascendió a número dos de Móviles, su puesto de director de operaciones de la filial celular lo ocupó Luis Miguel Gilperez. Precisamente, Gilpérez, el actual responsable del Telefónica España, es el que ha decidido la salida de Aguilera y la nueva reorganización.

Gilpérez ha convocado para esta mañana a todos los directivos de España para comunicarle la renovación a través de una conferencia telefónica. Se da por hecho que el presidente de los negocios nacionales desde octubre del pasado año reducirá la estructura de cinco direcciones territoriales aprobada en mayo de 2011 por su antecesor, Guillermo Ansaldo.

Ansaldo distribuyó la responsabilidad entre Adrián García Nevado (Centro), Kim Faura (Cataluña), Javier Castro (Este), José Rocillo (Sur) y Javier Zorrilla (Norte). Por encima de ellos colocó a Aguilera en una dirección de desarrollo de negocio global. De Aguilera dependían además cuatro direcciones; Gran Público (Emilio Gayo), Empresas (Salvador Anglada), Operaciones y Red (Enrique Blanco) y Desarrollo de Servicios y Sistemas (Cristina Álvarez).

Se da por hecho que Gilpérez, de 52 años, va a darle la vuelta a esta organización –será más escueta y funcional- y que varios de estos directivos pueden salir. Otros, como Pilar Serrano, hasta ahora directora de diseño y experiencias de clientes, será ascendida al departamento de calidad de clientes. Por su parte, Juan Mirabet, encargado de markéting, cambiará de aires.

Todos estos cambios se suman a la reducción de plantilla en el área corporativa, anunciada a principios de año, a la reorganización de la cúpula global en septiembre de 2011 y a la citada organización comunicada hace ahora un año. La compañía también aprobó hace cerca de doce meses un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de 6.500 empleados en España y en 2012 otro ajuste de plantilla de 1.200 personas en Brasil, como adelantó El Confidencial.

Salidas a bolsa para recuperar el rating

Por otra parte, el consejo de administración de Telefónica ha decidido iniciar los trabajos preparatorios para la salida a bolsa de Telefónica Alemania, así como de otros negocios de la compañía en Latinoamérica. Telefónica ya colocó filiales en bolsa, tanto en España -Páginas Amarillas, Móviles y Terra, de mal recuerdo para los inversores-, como en América Latina, en países como Brasil, Argentina y Perú.

En un comunicado, la multinacional española ha precisado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que estas medidas se enmarcan en la política de gestión proactiva de su cartera de activos que ha adoptado, que también incluye una aceleración del proceso de desinversión en activos no estratégicos, como la venta de Atento.

Asimismo, el consejo ha decidido que la remuneración a los accionistas en 2012 será de 1,50 euros por título, que se abonarán mediante el pago de un dividendo de 1,30 euros por acción y una recompra de acciones por el importe restante que se ejecutará antes de final de mayo de 2013.

Con todos estas medidas, César Alierta pretende que las agencias de rating no vuelvan a rebajar el rating de Telefónica, tal y como hicieron el verano pasado. La semana pasada, Standard & Poor´s volvió a rebajarle su calidad crediticia.