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Deslocalización a la inversa: Ikea deja Asia y apuesta por Italia
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SUSTITUYE A TRES DE SUS PROVEEDORES

Deslocalización a la inversa: Ikea deja Asia y apuesta por Italia

Ikea ha demostrado que la deslocalización puede ser un viaje de ida y vuelta. La búsqueda de una mayor calidad y, aunque parezca mentira, el ahorro

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Deslocalización a la inversa: Ikea deja Asia y apuesta por Italia

Ikea ha demostrado que la deslocalización puede ser un viaje de ida y vuelta. La búsqueda de una mayor calidad y, aunque parezca mentira, el ahorro de costes, han llevado al coloso sueco a sustituir a tres de sus proveedores asiáticos por fabricantes italianos. En el país mediterráneo se manufactura ya el 8% de los productos que vende Ikea en las 41 naciones donde está presente. Con los nuevos contratos firmados con empresas de la región norteña del Piamonte productoras de muebles, grifería y juguetes, Italia se convierte en su tercer mayor proveedor, sólo superado por China y Polonia.

El consejero delegado de Ikea Italia, Lars Petersson, ha explicado la decisión por la “competencia”, el “compromiso” y la capacidad de los nuevos socios transalpinos para producir artículos mejores y más baratos que sus derrotados competidores asiáticos. Este último punto sorprende por la habitual estrategia de la firma sueca de apretar al máximo a sus fabricantes para lograr precios imbatibles. Esta máxima ha hecho que hasta ahora se encuentren en China y en el sureste asiático la mayor parte de sus proveedores.

Ha sido como hacer un análisis de sangre. Ellos (los managers de Ikea) vienen aquí, te estudian, te interrogan, quieren saberlo todo”, explica en Il Sole 24 Ore Marco Paini, consejero delegado de la fábrica de grifería que lleva su apellido. Su empresa, que emplea a 330 personas, ha logrado convertirse en proveedor del gigante escandinavo tras superar un duro proceso de selección que ha durado tres años, en el que primero había diez candidatos, luego cinco y más tarde, tres. Paini reconoce que a veces es difícil trabajar con Ikea por su “fortísima” atención a los precios, lo que le lleva a analizar todo el proceso productivo y a los proveedores de las empresas de las que se abastece. Llega a indicar a quién debe comprar, a qué precio y cuál debe ser el margen de ganancia.

Además de la capacidad de los empresarios italianos por equilibrar con tecnología, innovación y excelencia el mayor coste de la mano de obra, hay otro elemento que explica la decisión del gigante de los muebles de confiar en ellos para que elaboren sus productos: el precio del transporte. El coste del petróleo Brent ha subido un 45% por ciento en los últimos dos años, lo que ha encarecido el viaje de los productos fabricados en Asia hasta Europa y Norteamérica, donde se encuentra el mayor mercado de Ikea. Sólo 24 de las 287 tiendas de la firma sueca están en el sureste asiático y en Oceanía.

“Fabricar en China ya no es tan barato”

Giancarlo Corò, profesor de economía en la universidad Ca' Foscari de Venecia, advierte de que fabricar en China ya no es tan barato como antes. “El mundo cambia. La mano de obra en Asia es más costosa y la carestía del petróleo incide sobre los precios del transporte”, explica en el diario La Repubblica. En su opinión, no se puede hablar todavía de una tendencia general de la industria. Habrá que ver si otras empresas también enraizadas en territorio europeo siguen los pasos de Ikea.

La apuesta por Italia se explica además por la crisis. Buena parte de los fabricantes transalpinos de muebles están especializados en productos de alta gama. Un ejemplo de ello son las cocinas, donde el Made in Italy es garantía de diseño y de calidad. Las ventas han caído para muchas firmas debido a las estrecheces económicas de buena parte de los compradores, quienes deben lidiar con un poder adquisitivo bajo, por lo que acuden a negocios como Ikea. “Los muebles de alta gama han notado mucho la crisis. Por eso para muchos subcontratistas pasar a la gran distribución es la única forma de sobrevivir”, afirma el profesor Corò.

En 2011 eran 24 las empresas italianas que fabricaron productos, sobre todo muebles, para el coloso sueco. Sus manufacturas sumaron 1.000 millones de euros, una cifra que crecerá con los nuevos contratos firmados con los tres fabricantes piamonteses. Estas cantidades son superiores a las de las compras que Ikea hace en su país de origen, Suecia, o en Alemania, su principal mercado. Los nuevos proveedores también harán que aumente la cifra de 2.500 empleados que hoy fabrican en Italia muebles y otros productos para la firma sueca.

Ikea ha demostrado que la deslocalización puede ser un viaje de ida y vuelta. La búsqueda de una mayor calidad y, aunque parezca mentira, el ahorro de costes, han llevado al coloso sueco a sustituir a tres de sus proveedores asiáticos por fabricantes italianos. En el país mediterráneo se manufactura ya el 8% de los productos que vende Ikea en las 41 naciones donde está presente. Con los nuevos contratos firmados con empresas de la región norteña del Piamonte productoras de muebles, grifería y juguetes, Italia se convierte en su tercer mayor proveedor, sólo superado por China y Polonia.