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Iberdrola cae en bolsa hasta el precio de máximo riesgo para ACS
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TOCA LOS CUATRO EUROS POR ACCIÓN, NIVEL DE EJECUCIÓN

Iberdrola cae en bolsa hasta el precio de máximo riesgo para ACS

La caída continuada de la bolsa española hasta niveles de septiembre de 2011 empieza a hacer estragos, especialmente en aquellas empresas que compraron participaciones financieras o

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Iberdrola cae en bolsa hasta el precio de máximo riesgo para ACS

La caída continuada de la bolsa española hasta niveles de septiembre de 2011 empieza a hacer estragos, especialmente en aquellas empresas que compraron participaciones financieras o industriales con crédito bancario. El caso más significativo es el de Iberdrola, que este miércoles tocó los 4 euros por acción, precio que pone en serios apuros a ACS.

Según consta en el informe anual de 2010 –último conocido- de la constructora presidida por Florentino Pérez, cuatro euros es la valoración a partir de la cual la banca acreedora puede ejecutar la deuda concedida al grupo. Lo haría por el método de liquidación por diferencias en lugar de por entrega física de las acciones. El matiz es relevante porque puede empujar a la sociedad a una situación complicada.

El sistema de la entrega de los títulos a cambio de cancelar los préstamos supone que los bancos se quedan con la participación sin ninguna potencial reclamación posterior. Si se salda la deuda por diferencias, ACS tendría que pagar el resultante de restar el precio de compra -7,1 euros de media- respecto al precio de mercado. Eso solo es posible si Iberdrola cae por debajo de los cuatro euros, nivel del que ayer se quedó a tan solo 8 céntimos.

La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán y participada por ACS en un 18,5% es uno de los valores más castigados del sector en Europa. Entre las grandes eléctricas del Viejo Continente, el desplome del grupo con sede en Bilbao en lo que va de año –cae más de un 16%- solo es superado por Enel. La incertidumbre sobre la regulación en España, el frenazo a las subvenciones en Estados Unidos y la caída del consumo han mermado las cuentas de Iberdrola.

Galán ya avisó en la presentación de los resultados de 2011 que a la compañía le costaría conseguir los objetivos financieros a los que se había comprometido en el nuevo plan estratégico. Una advertencia que se entendió como un profit warning con la consiguiente reacción negativa de los inversores. Pese a ello, Iberdrola se ha esforzado por mantener el rating, siendo la única de España y una de las pocas de Europa que ha conseguido evitar una rebaja de la calificación financiera.

Debido a esta continuada pérdida de valor bursátil, ACS tuvo que admitir en el último trimestre de 2011 un deterioro de su inversión en la eléctrica, que provisionó en cerca de 370 millones. Un reconocimiento al que se había negado hasta bien mediados del pasado año pese a que ya era más que evidente que las minusvalías superaban los 2.000 millones de euros. Esa cifra supera ya los 3.500 millones respecto a los cerca de 8.000 invertidos. De esa cantidad, 4.962 millones fueron financiados con préstamos bancarios mediante vehículos especiales.

Siempre al corriente

Pese al grosor de los números, hasta la fecha ACS siempre ha cumplido con sus obligaciones financieras. No ha dejado a deber un euro a sus acreedores, entre los que se encuentran BBVA, Bankia, UBS, Mediobanca y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que en 2006 –año del inicio del asalto a Iberdrola y a Repsol por parte de Sacyr- se dedicó a prestar dinero a los constructores con ánimos de convertirse en empresarios energéticos.

Bien es cierto que ha podido estar al corriente porque cada vez que le han ido venciendo sus préstamos los ha refinanciado hasta alargar la fecha de pago en tres años. Así lo hizo durante 2011. En concreto, extendió el vencimiento de deuda hasta 2014 y 2015 por valor de 5.389 millones de euros, incluido el equity swap (contrato de derivado) por el que tiene el 5% de Iberdrola a través de Natixis.

La caída continuada de la bolsa española hasta niveles de septiembre de 2011 empieza a hacer estragos, especialmente en aquellas empresas que compraron participaciones financieras o industriales con crédito bancario. El caso más significativo es el de Iberdrola, que este miércoles tocó los 4 euros por acción, precio que pone en serios apuros a ACS.