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La Caixa devolverá el FROB de Banca Cívica antes de fin de año
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LA CAJA CATALANA, ÚNICO CANDIDATO QUE NO NECESITABA CAPITAL

La Caixa devolverá el FROB de Banca Cívica antes de fin de año

La Caixa no sólo no ha solicitado ningún tipo de ayuda pública para adquirir Banca Cívica, sino que tiene intención de devolver los 977 millones de

La Caixa no sólo no ha solicitado ningún tipo de ayuda pública para adquirir Banca Cívica, sino que tiene intención de devolver los 977 millones de dinero público del FROB que tiene en su balance esta entidad antes de fin de año, según fuentes conocedoras de la operación. Cívica ha tenido que aceptar una oferta inferior a su precio de mercado por las dudas sobre su capacidad para cumplir las exigencias del Real Decreto de saneamiento en solitario, y la caja catalana era la única opción que no requería un aporte de capital adicional.

La devolución del FROB es uno de los compromisos adquiridos por Caixabank, el banco al que ha cedido su negocio financiero La Caixa, dentro de los acuerdos de fusión alcanzados el viernes y ratificados ayer por los consejos de administración de las partes implicadas. Otro de los compromisos es la continuidad de los copresidentes de Banca Cívica, Enrique Goñi y Antonio Pulido, en el organigrama de La Caixa, al menos de momento. No han trascendido cuáles serán sus cargos. También se ha comprometido a canjear de forma inmediata los 904 millones de preferentes que tiene Cívica por bonos convertibles de Caixabank.

Como es sabido, la oferta de Caixabank propone un canje de cinco acciones propias por ocho de Banca Cívica, lo que supone valorar a ésta en 1,97 euros con los precios del cierre del viernes (ambos valores estuvieron suspendidos de cotización durante toda la sesión de ayer).  Este precio es un 11% inferior a los 2,22 en que terminó la semana la fusión de las cajas de Navarra, Burgos, Canarias y Cajasol, tal como adelantó ayer El Confidencial.

En contra de lo que habían especulado distintos medios y analistas, Caixabank no ha solicitado ningún tipo de ayuda pública, ni en forma de EPA (esquema de protección de activos), algo inviable con la legislación actual, ni del FROB 3 o una línea de convertibles como la que ha obtenido recientemente Unicaja para hacerse con Caja España-Duero. Algo que también había adelantado este diario.

Y no sólo eso, sino que quiere deshacerse del lastre financiero y de imagen que supone la presencia del FROB para la que va a ser primera entidad por activos en España. Banca Cívica tiene 977 millones prestados por el fondo público de rescate en forma de preferentes para ayudar a la integración de las cuatro cajas que la componen. Esto la convierte en la cuarta entidad con mayores ayudas de este tipo, por detrás de BFA-Bankia, CatalunyaCaixa y NovaCaixaGalicia. La entidad que preside Isidre Fainé confía en su músculo financiero para ello.

¿Por qué acepta Cívica un precio tan bajo?

La gran pregunta de esta operación es por qué Banca Cívica ha aceptado un precio tan bajo, que implica pérdidas del 27,3% para los pequeños accionistas que acudieron a su OPV de julio del año pasado, que ya registró una valoración extraordinariamente baja. Un portavoz de la entidad no respondió ayer a las llamadas de El Confidencial.

La respuesta es doble. Por un lado, en contra de lo que había anunciado públicamente, la entidad no podía hacer frente a los requisitos de provisiones y capital del Real Decreto de saneamiento en solitario, algo de lo que ya alertó este diario en febrero. Hay que recordar que Cívica dio tres estimaciones distintas y no comparables del impacto de la norma en sus cuentas. Es más, incluso había provisionado 500 millones contra capital sin la autorización de Economía. Como mínimo, el Banco de España tenía serias dudas sobre dicha capacidad, según las fuentes consultadas. 

Por otro lado, las alternativas con que contaba la entidad para fusionarse -Ibercaja y Kutxabank, básicamente- no estaban tan avanzadas como para cerrarse antes del sábado (el fin del plazo para que bancos y cajas remitan sus planes para cumplir el Decreto) y, sobre todo, requerían una aportación adicional de capital para absorberla. Este capital debería haber sido captado de forma privada o haber salido del FROB, por lo que tanto la entidad como el supervisor se han decantado por La Caixa, que no necesitará ampliar y que consumirá 1,67 puntos de core capital en la operación..

Las ventajas para La Caixa

Con la fusión se creará una entidad con 343.000 millones de euros en activos que estará entre las tres primeras por cuota en todas las regiones españolas salvo en dos. La caja catalana consigue varios objetivos. En primer lugar, accede al régimen especial de fusiones del Decreto, que le permite realizar las dotaciones en dos años y contra patrimonio en vez de contra resultados. En principio, piensa sanear 3,400 millones contra las reservas de Cívica, por culpa sobre todo de Cajasol. En segundo, podrá aprovechar la operación para acometer la imprescindible reducción de su propia red: junto con Cívica alcanzará las 6.500 oficinas.

En tercero, asegura que obtendrá unas sinergias de 540 millones anuales precisamente por estos ahorros de costes, y espera que sume al beneficio desde 2013. Y en cuarto pero no menos importante lugar, la caja catalana se exime con esta operación de obligaciones mayores en el proceso de concentración abierto por el Gobierno. Aunque mantiene su interés por NovaGalicia, del que informó en su día El Confidencial, y considera que puede acometer dos adquisiciones de forma simultánea, descarta definitivamente la operación con Bankia que era la opción deseada por el Gobierno para solucionar los problemas de la fusión que preside Rodrigo Rato.

La Caixa no sólo no ha solicitado ningún tipo de ayuda pública para adquirir Banca Cívica, sino que tiene intención de devolver los 977 millones de dinero público del FROB que tiene en su balance esta entidad antes de fin de año, según fuentes conocedoras de la operación. Cívica ha tenido que aceptar una oferta inferior a su precio de mercado por las dudas sobre su capacidad para cumplir las exigencias del Real Decreto de saneamiento en solitario, y la caja catalana era la única opción que no requería un aporte de capital adicional.

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