Unicaja se niega a pagar el FROB concedido a Caja España-Duero

La fusión de Unicaja y Caja España-Duero entra en su fase decisiva pendiente de un hilo. El Gobierno ha denegado a la entidad que preside Braulio Medel el EPA (esquema de protección de activos) que solicitaba y ahora el gestor malagueño pide dejar los 525 millones concedidos por el FROB a la caja castellanoleonesa fuera de la nueva entidad fusionada, además de otras ventajas. El Ejecutivo, por su parte, le ofrece más financiación del FROB en forma de convertibles contingentes (Cocos), lo cual aleja aún más las posturas.

Como adelantó El Confidencial en febrero, Medel pidió al Gobierno un EPA de unos 1.200 millones porque las cuentas de la fusión no le salían con las nuevas normas de provisiones que introduce el Real Decreto de saneamiento del sector financiero. "Unicaja considera que es cambiar las reglas a mitad del partido y que no se puede acometer una operación diseñada para ser viable con un marco legal si ahora éste se cambia por otro mucho más duro", explican fuentes conocedoras de la situación.

Sin embargo, el Banco de España y el Ministerio de Economía han denegado esta posibilidad porque, con la normativa actual, sólo se puede conceder EPA a entidades intervenidas o nacionalizadas y subastadas posteriormente. Es decir, que para dar estas garantías contra pérdidas, Medel tendría que perder el control y arriesgarse a quedarse sin Caja España-Duero, como le pasó hace dos años con CajaSur.

Ante esta negativa, la caja andaluza ha contraatacado con una batería de peticiones al gobernador Fernández Ordóñez y al departamento de Luis de Guindos con las que pretende conseguir un efecto parecido al que conseguiría con el EPA. Su petición estrella es aparcar el citado préstamo del FROB en Caja España-Duero, es decir, dejarlo al margen de la entidad fusionada. La caja castellanoleonesa debería amortizar el préstamo con los dividendos que cobre de su participación del 30% enla entidad fusionada, lo cual prácticamente le impediría realizar ningún tipo de obra social.

Medel argumenta que este dinero del FROB 1 fue concedido antes del proceso de integración con Unicaja y que, en consecuencia, ésta no debería hacerse cargo de su devolución. Además, si el Banco de España considera que no está en condiciones de devolverlo en el plazo establecido de cinco años puede transformarlo en capital con derechos políticos, posibilidad que el presidente de Unicaja no quiere ver ni en pintura.

Aparte, Unicaja solicita una ampliación del plazo para realizar las provisiones más allá de los dos años a los que tiene derecho, ya que cumple los requisitos para acceder al régimen especial de fusiones (la integración es posterior al 30 de septiembre de 2011). Como es sabido, este régimen permite realizar las provisiones en dos años en vez de uno y contra patrimonio en vez de contra resultados. Pero, aun así, ese plazo resulta insuficiente para que Unicaja-Caja España alcance la ratio de capital estimada para la operación, superior al 10%.

Otras de las demandas de la caja malagueña son que se le reconozcan una serie de beneficios fiscales de la integración y algunas coberturas adicionales que no han sido detalladas. Las fuentes consultadas aseguran que hay "buena voluntad" por todas las partes para llegar a una solución, pero "con eso no basta".

Posturas distantes

Y no va a ser fácil, porque el Gobierno se enfrenta con dos grandes obstáculos para conceder estas facilidades a Unicaja. El primero es la necesidad de evitar agravios comparativos con otras entidades, que es lo que le ha impedido conceder el anhelado EPA. Y el segundo es cumplir la legislación comunitaria de ayudas de Estado y, sobre todo, que cualquier ventaja no suponga un incremento del déficit público para cumplir los objetivos fijados por la UE y la promesa gubernamental de "no conceder ni un euro más de dinero público a la banca".

De hecho, algunas de las fuentes consultadas aseguran que el Gobierno le ha ofrecido financiación del FROB 3, que se concede como convertibles contingentes (Cocos), es decir, son préstamos sin derechos políticos que se convierten en capital con esos derechos si la ratio de solvencia baja de un determinado nivel. Pero si Medel no quiere hacerse cargo del FROB 1, menos todavía va a querer asumir una carga aún mayor, y encima con unos intereses del 8% como tienen estos instrumentos.

Por tanto, las posturas parecen bastante alejadas a día de hoy, porque Unicaja no está por la labor de seguir adelante con la fusión si no consigue las ayudas solicitadas. Las fuentes aseguran que la situación se resolverá, para bien o para mal, la próxima semana, por lo que posiblemente vamos a asistir a unas frenéticas negociaciones en los próximos días.

Medel ya consiguió en septiembre ampliar su participación hasta el 70% de la entidad fusionada pese a que Unicaja tiene unos activos de 35.000 millones aproximadamente frente a los 46.000 de Caja España-Duero, poniendo a Del Canto -presidente de esta última- en la tesitura de elegir entre Unicaja o el FROB.