Botín, FG y Fainé piden a Economía que subaste a la vez el resto de cajas en venta

Una vez adjudicada Unimm, la entidad resultante de la fallida integración de las cajas de Sabadell, Manlleu y Terrassa, el Ministerio de Economía se ha puesto manos a la obra para acelerar la venta del intervenido Banco de Valencia. No obstante, las dos grandes operaciones que preocupan son las privatizaciones de CatalunyaCaixa y Novagalicia, procesos que los potenciales candidatos -Santander, BBVA y La Caixa- han pedido que se adelanten en el tiempo y que se realicen a la vez, según han confirmado a este diario distintas fuentes financieras.

Aunque la próxima entidad subastada será Banco de Valencia, una entidad que debido a su pequeño tamaño, apenas 24.000 millones, menos del 1% del sistema financiero español, las preocupaciones de Luis de Guindos son otras. El tamaño de Catalunya Caixa y de Novagalicia, la primera con cerca de 84.000 millones de balance y la segunda, con unos 78.000, otorga otra dimensión a su venta. El problema de ambas, a las que el Estado les inyectó 1.718 y 2.465 millones, respectivamente, es que necesitan reforzar su capital y hacer frente a unas nuevas provisiones por la nueva regulación sobre activos tóxicos.

Pese a esta delicada situación, Caixabank, Santander y BBVA, los tres únicos grupos con capacidad de digerir esos balances, tienen mucho interés en hincar el diente a cada una de las dos entidades. El atractivo radica en que tienen una gran cuota de mercado en sus respectivos ámbitos geográficos, Galicia y Cataluña, donde ninguno de los tres bancos (el catalán sólo para el caso de Novagalicia) tiene una presencia destacada.

En este contexto, los tres han pedido al Ministerio de Economía que las dos próximas subastas se hagan de forma paralela, para evitar que, de hacerse de forma individual, las ofertas sean muy por encima de los precios de mercado. El motivo es que si, por ejemplo, se vende primero CatalunyaCaixa, el perdedor pujará con más fuerza junto con Caixabank por el banco gallego, por lo que ambas tenderán a inflar sus valoraciones. Lo mismo pasaría a la inversa, puesto que quien no se adjudicara Novagalicia pondría toda la carne en el asador por hacerse con el grupo catalán, del que el FROB controla el 90%.

La decisión es importante porque las dos operaciones van a requerir previsiblemente dinero público. Aunque De Guindos quiere evitar recurrir a más ayudas por parte del Estado mediante un Esquema de Protección de Activos (EPA), lo cierto es que los tres grandes bancos españoles ya han dicho que no acudirán a las subastas sin garantías por parte del FROB. En este sentido, argumentan, sería mejor saber cuánto dinero hay para las dos operaciones, situación que ahora no está resuelta tras vender Unnim y con Banco de Valencia, que parece reservado para BMN.

Antes de tomar esa medida, el Ministerio de Economía tiene que tomar la decisión de si acelera el calendario de privatizaciones de CatalunyaCaixa y Novagalicia, que en principio tienen de plazo hasta el 30 de septiembre para encontrar dinero privado. Sin embargo, fuentes financieras explican que De Guindos es más que consciente de la dificultad de ese reto y que Economía tiene la disponibilidad legal de acortar esa fecha. Otras fuentes indican que el ministro quiere dejar cerrada la venta de los bancos nacionalizados durante el verano.

Cuatro entidades vendidas

Desde que comenzó la crisis, el Estado se ha desprendido de cuatro de los siete grupos financieros en los que ha tenido que tomar posiciones, ya fuera por su situación de insolvencia o su necesidad urgente de fondos propios. Y tanto con el gobierno socialista como el actual del PP, cada una de las compraventas se han hecho de forma individual.

Primero fue Caja Castilla-La Mancha, intervenida en marzo de 2008 y vendida meses después a Cajastur (hoy Liberbank). Después, en julio de 2010, Cajasur, que quedó en manos de BBK dos meses después de tener que ser rescatada. La tercera, en el verano de 2011, fue la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), adjudicada a Banco Sabadell justo después de las elecciones generales del pasado 20 de noviembre. La última ha sido Unimm, que será gestionada por BBVA.