Unicaja pide un EPA de 1.200 millones para continuar con la fusión con Caja España-Duero

Braulio Medel ha planteado su enésima exigencia para seguir adelante con la fusión de Unicaja con Caja España-Duero. Pero esta vez es mucho más complicada de obtener, porque lo que pretende es un esquema de protección de activos de unos 1.200 millones para cubrirse de la exposición al ladrillo de la caja que preside Evaristo del Canto, según fuentes cercanas a la entidad. Si finalmente no obtiene esta garantía y renuncia a la operación, la caja castellano-leonesa tendrá que ser intervenida por el Banco de España dada su precaria situación.

Medel ya consiguió en septiembre hacerse con el 70% de la entidad fusionada pese a que Unicaja tiene unos activos de 35.000 millones aproximadamente frente a los 46.000 de Caja España, poniendo a Del Canto en la tesitura de elegir entre Unicaja o el FROB. Pero no es suficiente para satisfacer al presidente de la CECA y el más veterano de las cajas. Y ahora es el Banco de España el que es sometido a sus presiones. Un portavoz oficial de Unicaja declinó hacer comentarios.

"Medel nunca ha terminado de ver esta operación, se arrepintió casi al momento siguiente de firmarla. Por eso ha puesto todo tipo de pegas y exigencias. Pero ha habido dos hitos que le han hecho replanteársela por completo. El primero es el EPA concedido al Sabadell para comprar la CAM, porque piensa que está haciendo el tonto al comprar él una entidad con problemas parecidos sin ninguna ayuda. Y el segundo son los nuevos requisitos de provisiones para el ladrillo del Gobierno, porque no le salen las cuentas", explica una fuente conocedora de la situación.

De ahí que ahora plantee estas exigencias. Según comunicó a la CNMV Unicaja en solitario -todo un síntoma de la situación-, el efecto total del Real Decreto es de 691 millones, 427 en provisiones y 264 en capital. Contando con la genérica que puede liberar, el efecto fiscal y el excedente de capital, calcula que sólo tendrá que dotar contra resultados 109 millones. Pero a esto hay que sumar los déficits de Caja España, de 638 millones en dotaciones y 502 millones en capital (1.140 millones en total), que sólo puede asumir mediante la fusión con unicaja.

La suma de ambas entidades arroja un saldo de 1.831 millones, inalcanzables en las condiciones de mercado actuales. Ni siquiera acogiéndose al régimen especial de fusiones, que permite realizar estos saneamientos en dos años y contra patrimonio en vez de contra resultados. Eso es lo que explica que solicite un EPA de aproximadamente 1.200 millones, según las fuentes consultadas, con el que sí podría asumir estas exigencias y absorber sin problemas la atribulada entidad castellana.

Grandes obstáculos para el EPA

Ahora bien, parece muy complicado que el gobernador Fernández Ordóñez y el ministro De Guindos accedan a las demandas del cajero malagueño. Según confirman en Economía, sólo se puede dar EPA a las entidades nacionalizadas o intervenidas, no en transacciones privadas sin participación estatal, como sería este caso. Una fórmula que podría utilizarse en Caja España (o en Bankia llegado el caso) es la conversión del dinero prestado por el FROB en capital, que asciende a 525 millones en la caja malagueña.

Pero esta opción plantea dos problemas. El primero es que, para dar EPA, tendría que hacerse mediante una subasta competitiva en la que Unicaja podría perder, como ya le sucedió con CajaSur frente a BBK. Y la segunda es que "Medel no quiere al FROB en la operación, no quiere ninguna injerencia externa del Gobierno en el consejo y la gestión", según las fuentes citadas.

No participaría en más fusiones

Ahora bien, el Ejecutivo y el supervisor tienen un arma muy poderosa para persuadir a Medel de que siga adelante con la fusion: no permitirle  participar en ninguna otra operación corporativa después de los sucesivos fracasos de malagueño en CCM, CajaSur, CajaSol (que prefirió unirse a Banca Cívica) e Ibercaja. Y con su reducido tamaño, los citados 35.000 millones, se quedaría muy rezagada respecto a los grupos que van a surgir en la nueva oleada de fusiones e incluso podría pasar de ser depredador a presa en el proceso.

Según las fuentes, el Banco de España pretende zanjar esta cuestión -sea en una dirección o en otra- esta misma semana. A MAFO se le acumulan los problemas, porque a esta nueva salida de tono de Medel se suma la guerra abierta entre Rodrigo Rato y José Luis Olivas en BFA-Bankia, que puede dar al traste también con esta fusión... cuando todavía no está claro que solución se le va a dar a este grupo ya que el Gobierno no le permite sanearse contra fondos propios ni le ha dejado hasta ahora participar en la compra de entidades nacionalizadas.