El desplome del gas natural hunde el beneficio de las energéticas de EEUU

El sector energético en Estados Unidos se encuentra al rojo vivo como consecuencia del desplome de los precios del gas natural licuado gracias a las nuevas extracciones de bolsas localizadas entre rocas.

El caso es que, si ya de por sí la demanda de petróleo debía estar tocada como consecuencia de la débil situación de la economía del país –a pesar de que los últimos datos macro muestran que la recuperación está en marcha- el hecho de que el gas natural sea un regalo ha hundido aún más el consumo de crudo.

Esto se traduce, a su vez, en dos consecuencias. Por un lado, el precio del Texas se encuentra sensiblemente más bajo que el barril de referencia en Europa, el Brent, aquejado por las tensiones geopolíticas en oriente medio y el suministro de petróleo iraní. Y, por otro lado, los analistas esperan que la cuenta de resultados de las grandes energéticas estadounidenses se vea seriamente tocada.

De hecho, según aseguran expertos que recoge Bloomberg, el mercado espera que el beneficio de las compañías del sector registre su mayor caída desde el crash financiero de 2008-2009. Exxon y Chesapeake, que esta semana han presentado ganancias, van a ver caer su beneficio neto en 2012 un 8% y un 10% respectivamente, según las estimaciones de los analistas.

La caída del precio del gas natural está afectando principalmente a compañías como Chesapeake o ConocoPhillips, que hicieron acopio de reservas antes de que se conociera el verdadero impacto que iba a tener en el precio el nuevo tipo de extracción en roca. “Esto ha abierto grandes áreas de desarrollo a escala en el país que prácticamente han sobresaturado la industria”, asegura William Dutcher, presidente de Dutcher & Co en Bloomberg.

De esta manera, EEUU, que consume más de una quinta parte del petróleo y gas mundial, va a tener suministro de sobra hasta al menos 2030, según aseguraron desde BP el mes pasado. No obstante, el aumento de la oferta de gas ha vuelto el beneficio de las compañías del sector más dependiente del combustible.