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La banca hace negocio con la deuda pública mientras cierra el grifo del crédito
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LA PEOR CAÍDA DE LOS PRÉSTAMOS EN 50 AÑOS

La banca hace negocio con la deuda pública mientras cierra el grifo del crédito

La banca española ha dedicado el grueso de la financiación obtenida en el BCE para invertir masivamente en deuda pública, con un incremento de sus posiciones

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La banca hace negocio con la deuda pública mientras cierra el grifo del crédito

La banca española ha dedicado el grueso de la financiación obtenida en el BCE para invertir masivamente en deuda pública, con un incremento de sus posiciones del 21,6% en 2011. En cambio, no sólo no concede crédito nuevo a empresas y familias, sino que éste sufrió el año pasado su mayor caída desde 1962, el 3,3% interanual. El descenso de las hipotecas fue todavía superior, del 5,7%, el mayor de la historia.

Así lo aseguran los últimos datos publicados por el Banco de España, que confirman la queja habitual en la opinión pública: que el grifo del crédito sigue cerrado y que no es un problema de liquidez sino del uso de la misma. Las entidades prefieren dedicarla al famoso carry trade, muy lucrativo y mucho más seguro que la actividad crediticia.

El sector se defiende de estas acusaciones con el argumento de que los bancos quieren dar crédito -"vivimos de dar crédito", insisten-, pero el problema es que no hay demanda "solvente" y, por tanto, aunque quieran no pueden conceder nuevos préstamos. El parón de la actividad económica y la congelación de las decisiones de inversión, incluyendo la compra de vivienda, son las principales causas de esta contracción del crédito.

Concretamente, el crédito general se redujo el 3,3% interanual hasta 1,783 billones de euros en diciembre de 2011, frente a los 1,785 de noviembre y los 1,844 de diciembre de 2010 (ver el gráfico adjunto). El descenso de las hipotecas fue del 5,7%, con lo que bajaron del billón de euros por primera vez desde 2006, antes del boom inmobiliario.

Por otro lado, los depósitos también sufrieron su mayor caída en 50 años, un 4,6% hasta 1,372 billones en el conjunto de 2011. BPI achaca esta reducción a que las entidades están desviando los recursos de los clientes desde los depósitos a los pagarés y bonos senior para evitar la penalización del Fondo de Garantía de Depósitos, una tendencia que este banco de inversión espera que se intensifique en 2011. Pese al descenso de los depósitos, Bank of America Merrill Lynch estima que el ratio préstamos/depósitos (la medida más utilizada del apalancamiento de la banca) se ha reducido hasta el 129,89%, el segundo nivel más bajo desde febrero de 2008.

Como es sabido, el carry trade consiste en tomar el dinero prestado del BCE al 1% e invertirlo en deuda pública, normalmente del país de origen de las entidades, con una rentabilidad mucho mayor: pese a la reducción de la prima de riesgo desde máximos, el bono español a 10 años paga el 5,10%. Esa diferencia de tipos es la ganancia de los bancos. Además, esta inversión no consume capital ya que las normas de Basilea le otorgan riesgo cero, pese a episodios como la quita griega.

Liquidez para atender vencimientos

Las entidades españolas han pedido ingentes cantidades en la subasta de liquidez del BCE a tres años celebrada en diciembre para poder atender a los vencimientos de deuda de este año e incluso del próximo; en el fondo, se trata de alargar esos vencimientos tres años más, cuando ese dinero deba ser devuelto al instituto emisor. Pero mientras las fechas de vencimiento van llegando, invierten esos fondos en deuda pública, que permite ganar la citada rentabilidad sin consumo de capital.

Otras entidades prefieren no correr el riesgo de una tormenta en la deuda soberana como la del año pasado y han depositado el dinero recibido en el propio BCE hasta el momento de usarlo; de ahí el fuerte aumento de los depósitos en el banco central, que se encuentran en niveles récord. En todo caso, lo que no contempla nadie es utilizarlo para incrementar el crédito a corto plazo, pese a las promesas en este sentido tanto del Gobierno en la reforma financiera como del propio presidente del BCE, Mario Draghi.

La banca española ha dedicado el grueso de la financiación obtenida en el BCE para invertir masivamente en deuda pública, con un incremento de sus posiciones del 21,6% en 2011. En cambio, no sólo no concede crédito nuevo a empresas y familias, sino que éste sufrió el año pasado su mayor caída desde 1962, el 3,3% interanual. El descenso de las hipotecas fue todavía superior, del 5,7%, el mayor de la historia.