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Piaggio cierra la última fábrica de Derbi en España y se la lleva a Italia
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PIDE AYUDAS PÚBLICAS ‘DESORBITADAS’ PARA NO MARCHARSE

Piaggio cierra la última fábrica de Derbi en España y se la lleva a Italia

La mítica moto Derbi desaparece definitivamente del panorama español. Se acaban 90 años de historia sobre dos ruedas. La multinacional italiana Piaggio ha jugado sus cartas

Foto: Piaggio cierra la última fábrica de Derbi en España y se la lleva a Italia
Piaggio cierra la última fábrica de Derbi en España y se la lleva a Italia

La mítica moto Derbi desaparece definitivamente del panorama español. Se acaban 90 años de historia sobre dos ruedas. La multinacional italiana Piaggio ha jugado sus cartas y se lleva la producción a su planta de Scorzé, en Italia. ”Nos ha engañado a todos, a los trabajadores y a la Generalitat. Se ha estado riendo en nuestras narices”, explica a El Confidencial Diego Moriña (UGT), presidente del comité de empresa. El pasado mes de noviembre, el propio consejero de Trabajo, Francesc Xavier Mena, desmentía rotundamente que Piaggio tuviese intención de deslocalizar la producción, pero la empresa italiana, al final, le dejó en la estacada.

La multinacional había presentado un expediente de extinción total de empleo para sus 160 trabajadores en marzo del año pasado. Tras negociar con trabajadores y con la Administración, en julio llegó a un acuerdo por el que se comprometía a encontrar un plan alternativo al cierre en el plazo de un año. “Lo que hizo, en vez de preparar la alternativa, fue jugar sus cartas y deslocalizar 5.000 de las 17.000 unidades de motocicletas que fabricábamos en la planta barcelonesa de Martorelles”, añade Moriña.

El pasado viernes, la dirección de la compañía se reunió con los responsables de la consejería de Empresa y Ocupación de la Generalitat y les comunicó su intención de abandonar España. No es una medida que afecte sólo a la factoría barcelonesa, ya que otras fábricas diseminadas por Europa tienen también el mismo problema. Ante la situación de crisis, Piaggio prefiere concentrar la producción en su país.

Fuentes de CCOO señalan por su parte que “en Madrid, Piaggio ya le tomó el pelo al Gobierno. Allí teníamos Moto Vespa. Primero, se aprovechó de una recalificación de terrenos en el centro de Madrid. Luego, se trasladó a Arganda del Rey y volvió a beneficiarse de otra recalificación, con lo que, al final, casi pagó las indemnizaciones a los trabajadores con los pelotazos urbanísticos. Y ahora le quiere tomar el pelo a la Generalitat”.

Lo curioso del caso es que el director general de Industria, Joan Sureda, se reunió en noviembre pasado con los responsables de la compañía en Milán y le anunciaron que ya tenían un plan alternativo para no cerrar la planta de Barcelona: se llevarían la fabricación de motos a Italia pero, a cambio, invertirían 10 millones de euros en mecanización de la planta de Martorelles para dar trabajo a un mínimo de 80 personas. La Generalitat también se comprometió a buscar algunos inversores interesados en el desarrollo de la moto eléctrica, lo que podría haber supuesto varias decenas de puestos de trabajo más.

De puerta en puerta

Lo que buscaba Piaggio, aunque entonces no lo dijo, era que le pagaran esa inversión. Y en diciembre, el presidente de la multinacional, Roberto Colaninno, todavía decía que mantendría la actividad de la factoría barcelonesa durante los próximos años. Pero lo que jugaba era al despiste. Piaggio pidió a la Generalitat ayudas oficiales y ésta puso sobre la mesa más de 2 millones de euros. A los italianos no les pareció suficiente y pidieron más. Como la Generalitat ya había cerrado el grifo, llamaron a la puerta del Gobierno central, pero la respuesta fue la misma: ya tenían ayudas públicas por el 25% de la inversión, lo máximo que permite la Unión Europea, por lo que debían olvidarse de recibir más dinero de las arcas públicas.

Ante este contratiempo, decidieron levantar el vuelo y cerrar la última planta de España. ”Es de una desfachatez total, porque encima dicen que la culpa es del Gobierno, que no les da más ayudas”, señala una fuente de CCOO. Y Diego Moriña afirma que “lo que le pedimos a la Generalitat es que tome medidas contundentes contra este engaño y manipulación de Piaggio, porque de lo contrario el día 31 de julio saldrá de la fábrica la última moto Derbi”.

El cierre es más dramático porque la fábrica barcelonesa siempre había tenido beneficios. En realidad, trabajaba para un cliente único, Piaggio, que era también el suministrador de los componentes de las motos. “Los italianos tienen un problema: que nuestras vehículos se venden y los que se fabrican allí no tanto”, afirman fuentes sindicales. Y otro miembro del comité señala que durante los últimos meses se ha ido deslocalizando producción a Italia y ellos exigen a la Administración que ponga más dinero encima de la mesa para quedarse. No sé cómo lo llamarán en Italia, pero eso aquí suena a chantaje puro y duro”.

Los sindicatos admiten que tanto el director general, Joan Sureda, como el subdirector general de Política Industrial, Jordi Carbonell, “se implicaron a fondo para evitar la deslocalización, pero los italianos han jugado con ellos”. Los trabajadores de Derbi tuvieron ayer una asamblea en la que les comunicaron la noticia y, de momento, ya tienen prevista una huelga para el día 29 de febrero.

La mítica moto Derbi desaparece definitivamente del panorama español. Se acaban 90 años de historia sobre dos ruedas. La multinacional italiana Piaggio ha jugado sus cartas y se lleva la producción a su planta de Scorzé, en Italia. ”Nos ha engañado a todos, a los trabajadores y a la Generalitat. Se ha estado riendo en nuestras narices”, explica a El Confidencial Diego Moriña (UGT), presidente del comité de empresa. El pasado mes de noviembre, el propio consejero de Trabajo, Francesc Xavier Mena, desmentía rotundamente que Piaggio tuviese intención de deslocalizar la producción, pero la empresa italiana, al final, le dejó en la estacada.