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Atrapados en la caja: las cuotas de la CAM no cobrarán nunca más dividendo
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EL COMPRADOR NO TIENE OBLIGACIÓN DE HACERSE CARGO DE ELLAS

Atrapados en la caja: las cuotas de la CAM no cobrarán nunca más dividendo

Los tenedores de cuotas participativas de la CAM no tienen salida, pese a las fuertes subidas de los últimos días: su inversión acabará valiendo cero porque

Foto: Atrapados en la caja: las cuotas de la CAM no cobrarán nunca más dividendo
Atrapados en la caja: las cuotas de la CAM no cobrarán nunca más dividendo

Los tenedores de cuotas participativas de la CAM no tienen salida, pese a las fuertes subidas de los últimos días: su inversión acabará valiendo cero porque han perdido para siempre el derecho a cobrar dividendos. Este derecho desparece al hacerse el Estado con el 100% del capital de la caja alicantina, y no se recuperará cuando se adjudique la entidad -al Banco Sabadell salvo sorpresa de última hora, como adelantó el sábado El Confidencial-, porque el Banco de España no ha exigido que el comprador mantenga estos instrumentos.

La entrada del FROB con totalidad del capital implica que se convertirá en el único accionista y, por tanto, el único que cobraría dividendo en caso de que la CAM tuviera beneficios -tras la intervención ha publicado pérdidas de 1.731 millones hasta septiembre-. Esta entrada por 2.800 millones todavía no se ha efectuado por problemas burocráticos, según el Banco de España, aunque el Estado tendrá que asumir la minusvalía entre esa cifra y el precio que pague finalmente el banco catalán.

Pero lo más grave es que, una vez que el FROB salga del accionariado con su venta, el comprador tampoco tendrá ninguna obligación de pagar dividendo a los cuotapartícipes, según confirman fuentes conocedoras de la subasta.

Por tanto, los tenedores de cuotas no tienen a qué agarrarse para poder recuperar su dinero, aunque aún pueden vender en bolsa. Actualmente conservan un valor de 1,40 euros tras un tirón del 52% entre el viernes y el lunes provocado por las expectativas de su inmediata adjudicación, aunque los que acudieron a la colocación inicial pierden el 74% de su inversión.

Ante esta situación, no es de extrañar que varios colectivos de tenedores de cuotas se estén organizando para demandar a la entidad, acción que se sumaría a las seis que se han interpuesto contra la antigua cúpula por irregularidades en su gestión, una de las cuales ha sido amitida ha trámite por la Audiencia Nacional.

¿Hubo suficiente información?

Los afectados entienden que la entidad no les informó correctamente de los riesgos de su inversión, como el que finalmente se ha materializado ahora. La CAM colocó 50 millones de cuotas participativas en 2008 principalmente entre sus clientes minoristas ante la falta de demanda institucional.

No obstante, expertos del mercado señalan que "los inversores que compraron cuotas sabían que eran similares a las acciones y que podían perder dinero. E invertían en una entidad que, como todas las demás, corría el riesgo de ser intervenida o de quebrar. Si no querían asumirlo, no debieron comprar los títulos". Es decir, como en casi todos estos casos, el quid de la cuestión es si la entidad informó correctamente a sus clientes de los riesgos.

Las cuotas eran un instrumento creado ad hoc para que las cajas de ahorros pudieran cotizar en el mercado, ya que no podían tener acciones por su especial estructura de capital (con la reforma de la Ley de Cajas del año pasado se eliminaron estas limitaciones). Precisamente por eso, estos títulos no tenían derechos políticos y su único valor derivaba del dividendo que la entidad repartía todos los años con cargo a beneficios. Y ese derecho es el que se ha perdido ahora en la caja que presidía Modesto Crespo hasta julio.

Los tenedores de cuotas participativas de la CAM no tienen salida, pese a las fuertes subidas de los últimos días: su inversión acabará valiendo cero porque han perdido para siempre el derecho a cobrar dividendos. Este derecho desparece al hacerse el Estado con el 100% del capital de la caja alicantina, y no se recuperará cuando se adjudique la entidad -al Banco Sabadell salvo sorpresa de última hora, como adelantó el sábado El Confidencial-, porque el Banco de España no ha exigido que el comprador mantenga estos instrumentos.