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CaixaBank se ‘come’ 760 millones por el desplome de su banco austríaco
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EL GRUPO CATALÁN OBTIENE SU MAYOR SUBIDA DESDE QUE COTIZA

CaixaBank se ‘come’ 760 millones por el desplome de su banco austríaco

El desplome bursátil del banco austríaco Erste Bank le está pasando una dura factura contable a Caixabank, que controla el 10,1% del capital. El grupo que

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CaixaBank se ‘come’ 760 millones por el desplome de su banco austríaco

El desplome bursátil del banco austríaco Erste Bank le está pasando una dura factura contable a Caixabank, que controla el 10,1% del capital. El grupo que preside Isidro Fainé, que no cobrará dividendo del Erste y que ha gastado 159 millones para provisionar por los saneamientos extraordinarios que ha tenido que realizar su participada, ve ahora como el valor de su participación se ha reducido en 760 millones de euros respecto al precio de adquisición.

La aventura austriaca de Caixabank pasa por su momento más difícil. Tras el desplome del 12% que ha sufrido el valor esta última semana, la participación de CaixaBank tiene un valor de 499 millones de euros. La cifra está muy lejos de los alrededor de 1.260 millones de euros que ha pagado el grupo catalán para construir su 10,1% en el capital y del valor teórico contable de 1.106 millones asignado a Erste al cierre del ejercicio 2010.

El valor total de las acciones de Caixabank es ya menor al que el grupo español pagó en marzo de 2009 sólo por el primer 4,9% del capital. Luego, desembolsó más de 600 millones de euros por ampliar su participación por encima del 10%. Caixabank cuenta con la opción de alcanzar hasta el 20% del Erste.

La nueva recaída bursátil del valor da una vuelta de tuerca más al impacto que Erste está teniendo este año en las cuentas de Caixabank. El mes pasado,  el banco austriaco anunció unas pérdidas de entre 700 y 800 millones de euros al cierre de 2011. Azotado por su alta exposición a la deuda soberana de la periferia europea, como Rumanía y Hungría,  el grupo se vio obligado a congelar el dividendo de este año y a aplazar la devolución de las ayudas públicas que ha recibido a lo largo de la crisis.

El primer impacto es que Caixabank deja de ingresar los 26,7 millones que le correspondían en concepto de dividendo. El segundo y más importante es que el tercer grupo financiero español por valor en bolsa ha tenido que gastar 159 millones para cubrir la parte que le correspondía de los saneamientos extraordinarios registrados por su participada. Erste ha puesto en marcha un gran programa de reestructuración para reducir su posición en deuda soberana y realizar fuertes provisiones, especialmente en Hungría.

Caixabank ve como la cotización de Erste cae hasta los mínimos desde la primavera de 2009 y se disparan sus minusvalías latentes. Desde el grupo se explica que no hay obligación de dotar la inversión ya que está en régimen de puesta en equivalencia y CaixaBank es un socio estratégico del grupo. Otra cosa es que decida hacer nuevas provisiones dentro de su filosofía de prudencia contable que, por ejemplo, ha provocado que el grupo que preside Isidro Fainé mantenga inalterable el dividendo de 2011 en los mismos niveles que antes pagaba Criteria –de la que tomó el relevo en bolsa- para no poner en riesgo la fortaleza financiera de la entidad.

Al cierre del tercer trimestre, Caixabank ha destinado 633 millones de euros a la partida de saneamientos extraordinarios. En este período, las pérdidas por deterioro de activos financieros e inmobiliarios aumentaron un 12,9%, hasta los 1.382 millones euros. Esta cifra explica que el beneficio recurrente del grupo cayera algo más de un 10%.

Sin impacto en la cotización

Los problemas en las participadas financieras, que se amplían al derrumbe de las cotizaciones de Banco Comercial Portugués (BCP) y de Banco Portugués de Investimento, no están pasando factura en las últimas semanas a la cotización de CaixaBank, que este viernes se apuntó la mayor subida en un día desde que empezó a cotizar el 1 de julio.

La cotización subió un 5,76% hasta los 3,80 euros gracias sobre todo a las millonarias compras de Credit Suisse. La de CaixaBank fue con diferencia la mayor subida en el mercado continuo.

El desplome bursátil del banco austríaco Erste Bank le está pasando una dura factura contable a Caixabank, que controla el 10,1% del capital. El grupo que preside Isidro Fainé, que no cobrará dividendo del Erste y que ha gastado 159 millones para provisionar por los saneamientos extraordinarios que ha tenido que realizar su participada, ve ahora como el valor de su participación se ha reducido en 760 millones de euros respecto al precio de adquisición.