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Bruselas sacrifica a la banca para salvar el euro: les obliga a asumir pérdidas de 13.000 millones
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LA CUMBRE DISPUESTA A AUTORIZAR UNA QUITA DEL 50% DE LA DEUDA HELENA

Bruselas sacrifica a la banca para salvar el euro: les obliga a asumir pérdidas de 13.000 millones

A falta de unas horas para que se celebre la esperada Cumbre en la que Europa va a ser operada a vida o muerte ya hay

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Bruselas sacrifica a la banca para salvar el euro: les obliga a asumir pérdidas de 13.000 millones

A falta de unas horas para que se celebre la esperada Cumbre en la que Europa va a ser operada a vida o muerte ya hay una cosa está clara: los bancos van a ser los que más caro paguen la incompetencia demostrada por los líderes europeos en los 17 meses de crisis de deuda.

Después de un sinfín de reuniones a todos los niveles, los ministros de finanzas establecieron ayer las bases del encuentro de esta tarde en Bruselas, en el que se va a discutir –hace tiempo que los mandatarios europeos abandonaron el tono de debate- el futuro de Grecia y, con ello, el del euro. Y ya se puede adelantar que los bancos van a tener que asumir una quita de, al menos, el 50% de la deuda helena.

El pasado mes de julio, cuando se aprobó un segundo programa de ayudas valorado en 159.000 millones de euros, se estableció que los acreedores privados participaran de manera ‘voluntaria’ en el rescate, con la condonación del 21%.

Tan sólo tres meses después, el deterioro de las finanzas griegas ha llegado a tal extremo que según el informe de la ‘troika’, filtrado por el Financial Times, para reducir la deuda helena hasta el 120% del PIB en 2020 desde el 160% la reestructuración debería ser de la mitad del total de la deuda y aún así se necesitarían 114.000 millones de euros de rescate. Blanco y en botella.

El sistema financiero puede saltar por los aires

El problema es que la banca europea tiene en su poder 26.587 millones de euros de deuda griega –según los datos del Banco Internacional de Pagos (BIS) a cierre de junio-. Y no sólo eso, sumando sus inversiones en el sector privado y financiero del país, su exposición total a Grecia alcanza los 87.864 millones de euros.

Con este panorama, los líderes de la UE tienen que hilar muy fino esta tarde para no hacer saltar por los aires todo el sistema financiero y, principalmente la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, son los más interesados en encontrar una salida al conflicto en tanto que sus entidades se reparten el 63,1% de toda la deuda griega.

De esta manera, a la vez que se va a estudiar la cuantía de la quita otro de los asuntos claves que tienen que quedar prácticamente resueltos este domingo es el tema de la recapitalización de la banca. 

El colapso de Dexia hace dos semanas puso sobre la mesa las necesidades de capital que tiene todo el sector. Ayer, los ministros de finanzas de los 27 lograron alcanzar un principio de acuerdo que sitúa la recapitalización en unos 100.000 millones de euros, después del baile de cifras de las últimas semanas con  la autoridad bancaria europea (EBA) estimando entre 80.000 y 100.000 millones de euros y el FMI apuntando que podría ser de hasta los 200.000 millones. 

Merkel y Sarkozy, abocados a acercar posturas

Por si esto no fuera suficiente, otro de los asuntos en la hoja de ruta de esta tarde es el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que se ha convertido en el mayor punto de fricción entre Merkel y Sarkozy. Después de lograr que todos los países de la eurozona, no sin trabajo, hayan dado el visto bueno a la ampliación del mismo, ahora toca establecer cómo se va a llevar a cabo y en este sentido, uno de los dos va a tener que dar su brazo a torcer ya que se encuentran en un callejón sin salida.

En estos momentos el FEEF cuenta con unos avales por valor de 780.000 millones de euros que le permiten conceder 440.000 millones de euros en préstamos. El tema es que esta cantidad es irrelevante si se tiene que salir en auxilio de España o Italia, posibilidad que cada día que pasa resulta menos descabellada.

Así, Sarkozy defiende que la mejor solución pasa por convertir el fondo en un organismo financiero que se pueda apalancar a través del Banco Central Europeo, con lo que su capacidad de crédito se podría elevar hasta tres billones de euros.

El inconveniente es que este sistema comprometería al regulador monetario, que tendría que llevar a cabo un mayor esfuerzo para la compra de deuda soberana, por lo que habría que ampliar su hoja de balance. Por este motivo, ni Alemania ni el saliente presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, quieren oír hablar de esta posibilidad. Habrá que esperar al próximo 1 de noviembre para conocer la postura del nuevo capitán de la institución, el italiano Mario Draghi.

Por su parte, Merkel prefiere transformar el FEEF en una especie de aseguradora que cubra entre el 20% y el 30% de las pérdidas por deuda soberana de los inversores privados, una alternativa que elevaría de manera efectiva el apalancamiento del fondo hasta el billón de euros o incluso más. No obstante, este plan ha sido duramente criticado por varios economistas que aseguran que el resultado sería la creación de dos mercados de bonos para la zona euro en tanto que es prácticamente imposible evitar un colapso de la deuda italiana y cada vez más difícil en el caso de la española.

A falta de unas horas para que se celebre la esperada Cumbre en la que Europa va a ser operada a vida o muerte ya hay una cosa está clara: los bancos van a ser los que más caro paguen la incompetencia demostrada por los líderes europeos en los 17 meses de crisis de deuda.

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