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El BdE intenta ante la UE que los test de estrés incluyan genérica y convertibles
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SE RESIGNA A UNA QUITA DE LA DEUDA ESPAÑOLA

El BdE intenta ante la UE que los test de estrés incluyan genérica y convertibles

El Banco de España, ante la presión del sector, está tratando de minimizar el impacto de la recapitalización de la banca europea sobre las entidades españolas.

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El BdE intenta ante la UE que los test de estrés incluyan genérica y convertibles

El Banco de España, ante la presión del sector, está tratando de minimizar el impacto de la recapitalización de la banca europea sobre las entidades españolas. Sus esfuerzos ante la EBA (Autoridad Bancaria Europea) no han tenido éxito en cuanto a reducir la quita que se aplicará a la deuda española ni el nivel de core capital exigido en los nuevos test de estrés (los rumores son un 20% y un 9%, respectivamente), según fuentes del sector conocedoras de la situación. Así que está centrando sus maniobras en incluir en el capital conceptos que fueron excluidos en las pruebas de julio.

Así, ha requerido a las entidades, aparte de una actualización de sus posesiones de deuda pública, nueva información sobre los llamados "factores mitigantes": básicamente, bonos convertibles, provisión genérica y ganancias de capital (plusvalías) latentes. Estos conceptos se llaman así porque en julio no se incluyeron en el capital pero sí debajo del resultado de la prueba para "mitigar" las necesidades de capital.

Y su impacto es muy relevante: entidades como Pastor o CatalunyaCaixa lograban aprobar si se contaba con ellos. De hecho, el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez y la vicepresidenta Elena Salgado se agarraron a estos "mitigantes" para declarar a bombo y platillo que "el sector financiero español no necesita más capital".

De ahí que ahora vuelva a la carga con su inclusión en el capital. Para empezar porque esto sí podría ser aceptado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), que rechaza de plano minimizar los requisitos cuantitativos. El argumento del supervisor español es que estos tres elementos sirven para absorber pérdidas, que es el fin del capital, por lo que deberían contarse junto a él a la hora de estimar la solvencia de las entidades.

Ahora bien, ya fracasó en este intento en junio y desde entonces el Banco de España no ha ganado peso en Europa, sino que ha perdido todavía más con el cierre en falso de la reestructuración de las cajas y los escándalos de las indemnizaciones millonarias de los directivos de las cajas nacionalizadas.

El BdE, derrota tras derrota

La gran derrota del BdE fue la exclusión de la genérica, el colchón que dotan las entidades en los buenos tiempos para hacer frente a las pérdidas en los malos. ESte sistema ha sido alabado internacionalmente y se ha copiado en los nuevos requisitos de Basilea III como un búfer adicional de capital. Pero ni se incluyó en los test de estrés ni el Comité de Basilea permite que la genérica ya dotada se use para conformar ese búfer (sí para otro adicional que puede imponer el regulador local).

Los bonos obligatoriamente convertibles se han considerado siempre capital desde el primer día de emisión, no desde que se convierten en acciones, por lo que su exclusión también hizo mucho daño a la banca española. En especial, a bancos como Bankinter y Pastor, que las habían utilizado para cumplir los requisitos del Real Decreto de febrero.  Más discutible es lo de las plusvalías latentes, porque su inclusión implica asumir que se van a poder materializar a los precios a que están valoradas, no siempre realistas.

En julio, el BdE si consiguió 'colar' que el FROB 1 (ayudas públicas en forma de preferentes) computara para el capital; ahora, el peor escenario es que también se excluyan, porque, sin ellas, en verano no hubiera aprobado ninguna de las entidades que las han recibido.

El Banco de España, ante la presión del sector, está tratando de minimizar el impacto de la recapitalización de la banca europea sobre las entidades españolas. Sus esfuerzos ante la EBA (Autoridad Bancaria Europea) no han tenido éxito en cuanto a reducir la quita que se aplicará a la deuda española ni el nivel de core capital exigido en los nuevos test de estrés (los rumores son un 20% y un 9%, respectivamente), según fuentes del sector conocedoras de la situación. Así que está centrando sus maniobras en incluir en el capital conceptos que fueron excluidos en las pruebas de julio.