El PSOE andaluz se hace fuerte en la nueva Unicaja, el ‘bastión financiero’ de la Junta

La fusión de Unicaja con Caja España-Duero más que la disolución de la influencia política del PSOE-A en el sistema financiero, ha supuesto el fortalecimiento de la entidad andaluza, que se convierte así de hecho en la “caja única” que primero Manuel Chaves y después José Antonio Griñán planearon hace más de una década. Los sucesivos fracasos en el proceso político de fusiones – con Cajasur, Cajagranada, etcétera- inspirado por el PSOE, han derivado finalmente en una Unicaja con un alto grado de control socialista que la convierte en el bastión de este partido en el sistema financiero.

La posibilidad de que el proceso de fusiones y los nuevos derroteros que adopta el sistema financiero español dieran al traste con el control socialista en Unicaja y derivaran en una reducción de la influencia política se ha frustrado. En la fusión aprobada entre Unicaja y Caja España-Duero, la primera tiene un 70 por ciento de la entidad resultante, es decir, control absoluto, en el que mantendrá su estructura directiva que en los últimos tiempos se ha ido modificando para quedar bajo la dirección de altos cargos muy cercanos a la dirección regional del PSOE-A.

A medida que se estrechaban las posibilidades de contar con la gran caja andaluza diseñada por Chaves, el PSOE se hacía más fuerte en Unicaja, convirtiéndola en su último bastión. Así, en los cargos directivos figuran, entre otros, Francisco Linde, hermano de Enrique Linde, un político clave en el PSOE andaluz desde los primeros gobiernos de la Junta; José Luis Berrendero, relacionado con el clan de Alcalá, el foco socialista controlado por Chaves y la familia Perales-Pizarro en la provincia de Cádiz, o el cuñado del propio José Antonio Griñán, Felipe Faraguna, además de Manuel Azuaga, miembro del Comité Director del PSOE de Andalucía.

El poder de esta estructura, que replica su influencia a niveles provinciales, no se va a debilitar ya que en la fusión con Caja España-Duero, Unicaja conserva el control absoluto de la entidad resultante, hasta el punto de que mantendrá la sede en Málaga.

Griñán atisba más fusiones

El fortalecimiento de la entidad que preside Braulio Medel, que constituye tras la fusión el tercer banco procedente de cajas en España, puede verse incluso aumentado, si se interpretan algunos mensajes del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, sólo días antes de que los consejos de ambas cajas aprobaran la fusión. Griñán dio a entender que aún no está cerrado por completo el sistema de fusiones. Si se tiene en cuenta que la máxima –demostrada por la realidad- con la que se ha conducido Braulio Medel en sus operaciones ha sido no perder nunca el control de la resultante por parte de Unicaja, no es extraño que el PSOE aspire a fortalecer aún más el bastión de la entidad en la que ostenta el mayor poder político.

La necesidad que tiene el PSOE-A de preservar su influencia financiera es aún mayor después de los derroteros seguidos por Cajasol, la otra pata del proyecto de caja única que ahora se concentra en Unicaja. Petronila Guerrero, ex presidenta del PSOE-A y el mayor exponente del partido en el consejo de Banca Cívica, resultante de la fusión en la que entró la caja sevillana, tuvo que salir de este órgano seis meses después de la fusión para que se fortaleciera el carácter profesional del nuevo consejo.

Petronila Guerrero, que siempre se ha movido en el plano económico y financiero del PSOE-A, carece sin embargo de una sólida formación, ya que su profesión en la vida civil es la de cajera de una empresa municipal de aguas. Aún así, a esta presidenta de la Diputación de Huelva se le había encomendado la mayor representación ejecutiva en el plano político de la caja sevillana en la fusión.