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Cada español tendrá que pagar más de 11.000 euros de su bolsillo para salir del Euro
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EL EURO NO FUNCIONA PERO SU RUPTURA NO ES UNA OPCIÓN

Cada español tendrá que pagar más de 11.000 euros de su bolsillo para salir del Euro

El Euro no funciona y su ruptura no es una opción. Desde que estalló la crisis de deuda se ha venido hablando del abandono de la

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Cada español tendrá que pagar más de 11.000 euros de su bolsillo para salir del Euro

El Euro no funciona y su ruptura no es una opción. Desde que estalló la crisis de deuda se ha venido hablando del abandono de la Unión por parte de alguno de sus miembros con problemas y se ha especulado mucho con las consecuencias. Pero ahora UBS ha puesto sobre la mesa cifras concretas del coste que ello conllevaría para el bolsillo de cada ciudadano.

Según el banco de inversión, el coste económico de la escisión de un país de la unión monetaria es tremendamente elevado. Las secuelas pasan por una quiebra del país, de sus compañías, el colapso de su sistema financiero y de su negocio internacional. Hablando en plata, si, por ejemplo, España, Irlanda, Grecia, Italia o Portugal decidieran salirse del euro cada ciudadano debería “desembolsar” entre 9.500 y 11.500 euros sólo el primer año y, probablemente, entre 3.000 y 4000 euros los siguientes.

En este sentido, aunque la entidad suiza defiende que el euro no debería existir y que con la estructura y miembros que tiene actualmente no funciona, ya es demasiado tarde para echar marcha atrás. De hecho, pese a las amenazas de ayer del ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schauble, sobre que si Grecia no cumple con los objetivos de déficit no recibirá ni un duro del siguiente tramo, Alemania es la primera interesada en evitar a toda costa que el país heleno diga que se va.

Y es que el coste que asume cada alemán por rescatar a Grecia, Irlanda o Portugal es del 1.000 euros un solo año, mientras que si Alemania vuelve al marco cada ciudadano, sin distinguir entre adultos y niños, pagaría entre 6.000 y 8.000 euros por ello de entrada y hasta 4.500 euros los años siguientes. Visto lo visto, no es de extrañar que esta semana se haya podido ver a la canciller alemana, Angela Merkel, salir al campo de batalla para advertir sobre el grave peligro que supone el abandono de Grecia del euro por su efecto dominó.

Se trata de una posibilidad que ya sonó antes de la aprobación del segundo rescate en el mes de mayo después de que el diario germano Der Spiegel lanzara el rumor y que ahora cobra fuerza a medida que todo parece que el país no va a poder acceder al siguiente tramo de ayudas por incumplir los compromisos de reducción del déficit.

Además, en respuesta a aquella tendencia de pensamiento que defiende el abandono de la moneda única como la fórmula para el crecimiento económico de los países más débiles, UBS asume que “un país que se sale del Euro vería su divisa desplomarse entorno un 60%”, con lo que es lógico que el resto del bloque adopte una política proteccionista estableciendo aranceles a sus importaciones por el mismo porcentaje.  

De desordenes civiles a divisiones de países

Pero el coste económico no es el único que el país debería asumir. La entidad suiza alerta también de las consecuencias políticas y de los desórdenes sociales que tendrían lugar. De entrada, con el colapso del mercado exterior los trabajadores de las empresas exportadoras se irían a engrosar las listas del paro, mientras que los ahorros en los bancos, en forma de depósitos, se esfumarían.

A esto hay que sumar el hecho de que “si un país da marcha atrás en su entrada en el Euro, es por lo menos plausible que fuerzas internas –regionalismos o grupos étnicos o lingüísticos- traten de desmembrarlo” y UBS se refiere a países con “historias de divisiones internas” en las que “Bélgica, Italia y España son los más obvios”. Incluso los analistas de la entidad llegan a pasar por encima sobre la posibilidad de guerras civiles para defender la imposibilidad de una ruptura del Euro.

No obstante, llegados a este punto, se barajan otras soluciones. Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre la creación de unos eurobonos. Sin ir más lejos, ayer se sondeaba la posibilidad de la no inclusión en los mismos de países en serias dificultades como Grecia, lo que supondría la asunción de la Europa de las dos velocidades. Lo que sí está claro es que “el Euro se mueve lenta y dolorosamente hacia una especia de integración fiscal”.

El Euro no funciona y su ruptura no es una opción. Desde que estalló la crisis de deuda se ha venido hablando del abandono de la Unión por parte de alguno de sus miembros con problemas y se ha especulado mucho con las consecuencias. Pero ahora UBS ha puesto sobre la mesa cifras concretas del coste que ello conllevaría para el bolsillo de cada ciudadano.

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