Florentino Pérez se queda con el nuevo negocio asistencial de la Comunidad de Madrid

Clece suma y sigue. La todavía filial de servicios de la constructora ACS acaba de adjudicarse el concurso realizado por la Comunidad de Madrid para gestionar el Servicio de Asistencia a Domicilio (SAD) especializado en personas que tengan reconocida la situación de dependencia, según confirman fuentes oficiales. Esta partida tiene autorizada un gasto de 21,7 millones de euros y permitirá atender a cerca de 7.000 usuarios dependientes hasta 2012.

Con este contrato, la filial del grupo constructor presidido por Florentino Pérez consigue ampliar su cartera de negocio en la Comunidad de Madrid, donde ya ocupa un lugar de referencia en la gestión de servicios a través de Clece. En este último concurso, el ganador se ha impuesto a otras compañías también especializadas en este segmento, como son Asispa, Mapfre-Quavitae o Eulen, con las que comparte presencia en la patronal del sector Asemad.

Con el impulso de la Ley de Dependencia, el negocio de la ayuda a domicilio se ha convertido en una parte importante del negocio concesional que reparten las Administraciones Locales. En el caso del SAD, este servicio incluye actuaciones de carácter doméstico, social, de apoyo psicológico y rehabilitador, se realizan en el hogar la persona ensituación de dependencia y tratan de prestar apoyo a la familia que cuida de sufamiliar.

En lo que respecta a Clece, su área de servicios sociales creció el último año 26% y espera facturar en 2011 cerca de 300 millones de euros (por los más de 1.000 de toda la compañía). Sin embargo, la irrupción de estas compañías multiservicio (limpieza, logística, mantenimento…) está generando un debate crítico al respecto, dado que hasta ahora estos trabajos eran prestados por colectivos o asociaciones dedicados a estas actividades.

El penúltimo episodio ocurrió a principios de año en Burgos, cuando Clece resultó elegida porel Ayuntamiento de Burgos (PP) para gestionar el servicio de catering que venía desarrollando una empresa de la ong Cáritas, que contaba entre sus empleados con personas en proceso dereinserción social. Las condiciones económicas de la oferta de la filial de ACS pesaron más que las de contenido social, como denunciaron partidos de laoposición.

Ocurre igual con otros servicios, como el de las guarderías públicas. En España, sólo Clece gestiona más de 100 escuelas infantiles, en las que atiende cada día a unos 8.500 niños. Precisamente, en la última adjudicación de la Comunidad de Madrid, realizada en junio de 2010, la filial de ACS ganó la gestión de ocho guarderías, que suma a los dos más que ya recibió en 2009, según recoge el reportaje publicado recientemente en la web Periodishumano.

El desembarco de las grandes corporaciones en el negocio de las guarderías se produjo gracias a un cambio legislativo aprobado en 2009, dado que hasta ese momento sólo “cooperativas de trabajadores asociados sin ánimo de lucro” podían optar a la gestión de escuelas infantiles. Esta situación ha provocado ya las críticas de varias organizaciones, que han visto como pierden los concursos ante ofertas más competitivas de las multiservicio.

La posibilidad de presentar mejores ofertas suele ser por la vía del precio. En este sentido, la precariedad salarial de sus empleados es un denominador común en la mayoría de grandes compañías deservicios. El pasado mes de mayo, el colectivo de trabajadores del SAD convocó una huelga ante la falta de negociación y colaboración de la Comunidad de Madrid para la firma del nuevo convenio colectivo que recogiera mejoras salariales.

A pesar del pujante crecimiento de Clece en poco más de diez años, tras escindirse de Urbaser, la filial de ACS en la que estaba originalmente englobada, Florentino ha considerado oportuno deshacerse de esta área de negocio. La constructora ha cerrado un acuerdo para su venta a los fondos de capital riesgo Permira y Mercapital, que todavía no han conseguido financiación para los 600 millones necesarios de la operación.