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El Gobierno 'ataca' el paro no cualificado... y se le dispara el universitario
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LOS LICENCIADOS SUPERAN EN NÚMERO DE PARADOS A LOS QUE TIENEN ESTUDIOS PRIMARIOS

El Gobierno 'ataca' el paro no cualificado... y se le dispara el universitario

A las puertas de las elecciones, el Gobierno se muestra especialmente preocupado por el paro juvenil. En las últimas semanas, el Ejecutivo ha deslizado dos propuestas

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El Gobierno 'ataca' el paro no cualificado... y se le dispara el universitario

A las puertas de las elecciones, el Gobierno se muestra especialmente preocupado por el paro juvenil. En las últimas semanas, el Ejecutivo ha deslizado dos propuestas para atajar este problema, que afecta a un 44% de los jóvenes. La primera corre a cargo del Ministerio de Trabajo, que estudia un plan junto a los sindicatos para compatibilizar empleo y formación profesional. En la misma línea, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso esta semana un contrato de aprendizaje para los jóvenes que dejaron los estudios de forma prematura. El objetivo es facilitar la inserción laboral entre los menos preparados. Sin embargo, la última Encuesta de Población Activa (EPA) destrozó un viejo mito: hay más parados con títulos superiores que con estudios primarios.

Según los datos relativos al primer trimestre de este año, el número de personas en desempleo con títulos de grado superior supera por primera vez al de los que se quedaron en los estudios primarios. Casi un millón de licenciados se encuentran en paro, unos 20.000 más que los desempleados con estudios básicos. El paro se ha disparado entre los universitarios en los últimos meses, mientras que entre los ciudadanos con menor preparación ha ido creciendo de una forma mucho más sostenida. Así, hace exactamente dos años había 876.000 parados con estudios primarios, por los 689.000 de los que poseían un título superior.

Aunque para ser más precisos, estos datos no destrozan la creencia popular, sino que la matizan, ya que las tasas de paro siguen mucho más elevadas entre los que tienen una menor cualificación. A finales de 2010, un 29,8% de los ciudadanos que no pasaron de la educación primaria estaban en paro, por un 11,4% de quienes poseían estudios superiores, sin contar los doctorados. Es decir, hay una mayor cantidad de licenciados en desempleo, pero tienen más facilidades para entrar en el mercado laboral, lo que da cuenta del incremento de la población que se decanta por los estudios universitarios y del cuello de botella que se está formando, que deja a casi un millón de ellos en las listas del antiguo INEM.

Los datos reflejan que el desempleo entre la población menos cualificada se estanca. Fueron los primeros en salir del mercado laboral, pero una vez reestructuradas las plantillas, parece difícil que continúe el ritmo de destrucción de empleo en este segmento. También da muestra de ello que el paro se dilata cada vez más tiempo, ya que más de la mitad de los desempleados tarda más de un año en encontrar empleo. Los más vulnerables se encuentran sin trabajo, y se antoja complicado que se reincorporen próximamente al mercado laboral, así que ahora les toca el turno a los trabajadores más preparados. En apenas dos años, la tasa de desempleo en este sector de la población se ha duplicado.

Tampoco salen mejor parados los que han completado la educación secundaria o formación profesional. Entre estos dos grupos concentran a 2.950.000 parados, tres cuartas partes del total. Esto se debe a que la mayoría de la población ha alcanzado este nivel de estudios, aunque al igual que ocurre con los universitarios, el volumen total se ha incrementado a un ritmo elevado en los últimos trimestres. Para acceder al contrato propuesto por Rubalcaba -aunque sólo se ha dibujado a grandes rasgos- es necesario el título de Educación Secundaria Obligatoria. No así la medida que proyecta el Ministerio de Trabajo, que según fuentes del propio departamento, estaría dirigida a jóvenes independientemente de su nivel de estudios. Las propuestas pretenden reincorporar a una importante cantidad de jóvenes que salieron de las aulas, en su mayoría al calor del boom de la construcción, aunque desatienden la dinámica que parece seguir el mercado de trabajo.

Contrato a la “alemana”

El candidato socialista no ha aclarado si su propuesta es paralela a la que maneja Valeriano Gómez o es una modificación de la misma. Aunque las líneas sugeridas por ambos son muy similares. Pese a que en los últimos días se ha especulado con la posibilidad de que el Gobierno saque de las listas del paro a 600.000 jóvenes, a cambio únicamente de que reciban cursos de formación, Ministerio y sindicatos desmienten que esa opción esté sobre la mesa. Ambos reconocen a El Confidencial que están trabajando para aprobar un plan en el que a la formación se añadiría de forma inexcusable un contrato laboral retribuido con todas las garantías laborales, aunque no aclaran si la dotación económica correría a cargo del Estado o de las empresas.

Se trata de un contrato inspirado en el modelo alemán, donde las compañías asumen el sueldo de jóvenes que trabajan para ellas, mientras siguen recibiendo formación por parte de los servicios públicos. A partir de septiembre, Andalucía adoptará una medida similar, aunque aquí será la Administración quien se haga cargo de una retribución de 400 euros. Los parados andaluces que se acojan a la iniciativa saldrán de las listas del desempleo, lo que aliviará la cifra estatal, al tratarse de una comunidad que acoge más de una quinta parte del volumen total de España.

Desde ambas partes aseguran que la negociación se encuentra en un punto inicial y que apenas se ha avanzado sobre este asunto. Sí reconocen que la medida estaría orientada a jóvenes sin formación, ya que “son los que los están pasando peor en esta crisis”, y que podría afectar a más de medio millón de personas.

A las puertas de las elecciones, el Gobierno se muestra especialmente preocupado por el paro juvenil. En las últimas semanas, el Ejecutivo ha deslizado dos propuestas para atajar este problema, que afecta a un 44% de los jóvenes. La primera corre a cargo del Ministerio de Trabajo, que estudia un plan junto a los sindicatos para compatibilizar empleo y formación profesional. En la misma línea, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, propuso esta semana un contrato de aprendizaje para los jóvenes que dejaron los estudios de forma prematura. El objetivo es facilitar la inserción laboral entre los menos preparados. Sin embargo, la última Encuesta de Población Activa (EPA) destrozó un viejo mito: hay más parados con títulos superiores que con estudios primarios.

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