Es noticia
"Las entidades están más preocupadas por su futuro que en conceder créditos"
  1. Economía
ANTONIO GARCÍA ROUCO, DIRECTOR GENERAL DE FICO ESPAÑA

"Las entidades están más preocupadas por su futuro que en conceder créditos"

Los últimos datos del Banco de España no dejan lugar a dudas. En abril, los créditos para comprar una vivienda y los préstamos al consumo se

Foto: "Las entidades están más preocupadas por su futuro que en conceder créditos"
"Las entidades están más preocupadas por su futuro que en conceder créditos"

Los últimos datos del Banco de España no dejan lugar a dudas. En abril, los créditos para comprar una vivienda y los préstamos al consumo se redujeron a la mitad.

La banca apenas presta y quien se acerca a sus oficinas -ya sea cliente o no de la entidad- en busca de financiación se está viendo sometido a un mayor escrutinio por parte del banco o caja que sólo tienen financiación para los buenos pagadores.

Para analizar el perfil de riesgo y la viabilidad de muchas de las operaciones, las entidades están recurriendo a diferentes herramientas como complemento a sus propios análisis de riesgo. En el mercado estadounidense, el sistema más extendido es el FICO, que basa sus informes en la información positiva y negativa del futuro cliente -si paga o no sus facturas de teléfono gas, si está al corriente de sus cuotas hipotecarias...- En Europa, y en concreto en España, el acceso a este tipo de información sobre el consumidor es más difícil por las leyes de protección de datos y el deseo de compartir información por parte de las entidades restringen su uso.

Cotizalia.com ha hablado con Antonio García Rouco, director general de FICO España para conocer la actividad de la compañía en nuestro país, especialmente tras el estallido de la crisis, así como las perspectivas del mercado de la financiación.

Pregunta. ¿Qué es FICO?

Respuesta: Es un sistema de scoring o puntuación personal que permite evaluar el nivel de riesgo para cada operación así como la probabilidad de que pueda entrar en mora. Se trata de un historial crediticio del prestatario en el que se reflejan tanto los datos positivos del cliente -si paga y hace frente a sus deudas- como los negativos -en caso contrario-. Se trata de una herramienta complementaria para los departamentos de riesgo de las entidades que ayuda a las instituciones financieras a tomar decisiones con riesgo crediticio de forma precisa, fiable y rápida.

P. Además de medir el riesgo, ¿para qué sirven este tipo de herramientas?

R. También se utiliza este tipo de tecnología  a la hora de cobrar las deudas y para evitar el fraude. En el primer caso, por ejemplo, se pueden detectar las posibilidades de que determinados clientes puedan incurrir en impagos de crédito desarrollando nuevas estrategias para ayudarles a que no caigan en retrasos. Una vez que  existen clientes morosos, nuestros sistemas permiten reducir las pérdidas de las entidades de crédito, al tiempo que acelera la toma de decisiones para mejorar los procesos de recuperación. En el caso del fraude, la tecnología FICO está orientada a monitorizar todas las transacciones realizadas por un cliente y averiguar cuáles son fraudulentas. Esto tiene un efecto directo en la cuenta de resultados de la entidad ya que se reducen los costes de recuperación de las deuda y se detectan bolsas de fraude con el ahorro que esto supone para la entidad.

P. ¿Cómo se consigue dicha información?

R. Cuando quien busca financiación ya es cliente de la entidad, ésta ya cuenta con información sobre las transacciones realizadas por dicho cliente. Pagos de la cuota de la hipoteca, de la tarjeta de crédito, recibos de la luz o el gas... En definitiva, tiene una imagen sobre cómo se comporta dicho cliente tanto con los productos de activo como de pasivo. Toda esta información entra en el modelo FICO y a partir de ella evalúa el riesgo de la operación. Cuando se trata de clientes nuevos, en el momento en el que piden cualquier producto dan el consentimiento a la entidad para que acceda a determinada información, siempre respetando la Ley de Protección de Datos. 

P. ¿Qué ventajas tiene este sistema?

R. Para las entidades financieras se trata de una herramienta complementaria para sus departamentos de riesgo. Además, permite automatizar un porcentaje muy amplio de solicitudes con el ahorro de tiempo y costes que esto implica. Aunque esto no significa que las decisiones se tomen de manera automática. Para los clientes, basándose en su perfil de riesgo, las entidades pueden ofrecerles precios y condiciones especiales para determinados productos. Cuando se trata de clientes de una entidad, también se estudian productos que más se adaptan a su perfil, se revalúan los límites de la tarjeta, de las líneas de crédito...

P. ¿Por qué han dejado de prestar las entidades?

R. En un contexto en el que las condiciones tanto de la economía como de los españoles no dejan de empeorar y ante las exigencias de capital por parte del Banco de España, las entidades financieras están midiendo mucho más el riesgo. Buena parte de las entidades están más preocupadas por su futuro y cómo van a quedar a partir de septiembre que en conceder créditos. Además, por parte del regulador, las exigencias para conceder préstamos también se han endurecido.

P. ¿Hasta cuándo va a estar cerrado el grifo de la financiación?

R. A medida en que esta situación se vaya normalizando y el futuro sea más claro, las entidades comenzarán a focalizarse de nuevo en su actividad primaria: la concesión de créditos. Ahora, tanto bancos como cajas siguen muy preocupados en alcanzar los límites de capital exigidos.

P. ¿La medición del riesgo es igual en todas las entidades?

R. Cada una diseña sus propias políticas. Desde hace dos años, las bolsas de morosidad hipotecaria son importantes y se han convertido en una prioridad para las entidades por el impacto que tiene en su cuenta de resultados. De ahí que estén implantando diferentes soluciones tecnológicas para mantenerla bajo control. Hay entidades muy conservadoras en las que la mora es muy pequeña dado que cierran un menor número de operaciones, mientras que otras son más agresivas. Cualquier entidad se toma muy en serio la recuperación de las deudas pero no se trata de aplicar la misma política a toda una base de clientes. Conviene segmentar la cartera de deudores, de ahí que el tipo de acción en cada una de ellas sea muy diferente. Para la mayoría de las entidades el tema de las hipotecas es prioritario.

Los últimos datos del Banco de España no dejan lugar a dudas. En abril, los créditos para comprar una vivienda y los préstamos al consumo se redujeron a la mitad.