Los comités de empresa franceses, cuestionados por destinar presupuesto al ocio del trabajador

Los comités de empresa franceses están siendo investigados por gastar parte de su presupuesto en ocio para los trabajadores. Así lo afirma The Economist, donde se apunta que los 'pluses' obtenidos por los empleados franceses están bajo examen después de conocerse varios casos de despilfarro presupuestario en compañías como Électricité de France (EDF). 

Según señala el mismo medio, "en la mayor parte de los comités de empresa europeos se tratan temas aburridos como el horario laboral o la seguridad en el trabajo. Sin embargo, en Francia, los comités de empresa son ministerios de la diversión". 

The Economist remarca que, en su conjunto, los comités de empresa en el país gastan 11.000 millones de euros al año en favores extra-laborales para sus trabajadores. Entre ellos se encuentran viajes a la playa y a la montaña a mitad de precio, vacaciones en campings para familias y cestas de Navidad.  

Un comité de empresa tan grande que necesitaría su propio comité

En Électricité de France (EDF), "el comité de empresa es tan grande y tan rico, que podría tener su propio comité de empresa", según apunta el mismo medio. El comité de EDF dispone de miles de trabajadores y unos 500 millones de euros para gastar cada año. The Economist subraya que incluso la cantidad parece insuficiente, ya que en el ejercicio 2009-2010 el comité de empresa de la eléctrica superó su presupuesto, generando un déficit de efectivo de 130 millones de euros. 

El diario señala que otros comités de empresa como los de Air France, France Télecom y Eurodisney también han presentado un gasto superior a sus posibilidades en los últimos años, lo que ha incentivado a las investigaciones.  

Uno de los miembros de un comité de empresa francés indica en declaraciones a The Economist que "cuando tú tienes todo el dinero en tus manos, se te puede ir cabeza". Asimismo, subraya que que si la compañía maquilla su déficit, como suelen hacer, no hay ningún incentivo para escatimar en gastos en un contexto donde los objetos de lujo son una debilidad.