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¿Estamos ante el annus horribilis de los bares?
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EL ALZA DE LAS MATERIAS PRIMAS AFECTA AL PRECIO DEL CAFÉ Y LA CERVEZA

¿Estamos ante el annus horribilis de los bares?

El tópico de que los españoles vivimos casi más tiempo en los bares que en nuestras casas es algo que parece que pocos discuten ya. Según

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¿Estamos ante el annus horribilis de los bares?

El tópico de que los españoles vivimos casi más tiempo en los bares que en nuestras casas es algo que parece que pocos discuten ya. Según datos recogidos en un estudio encargado por varias asociaciones de hosteleros, nuestro país es el que más bares tiene de Europa con más de 300.000, o lo que es lo mismo, tocamos a uno por cada 148 personas. Pero estos auténticos centros neurálgicos de la actividad cotidiana pueden estar viviendo su año más oscuro. El alza en los precios de las materias primas como el café o el trigo, unido a otras cuestiones locales como la ley antitabaco, pueden ser la estocada definitiva a un sector especialmente herido por la crisis económica.

Los datos son innegables: el trigo, la soja, el café o el maíz están en máximos históricos debido a las inundaciones que han tenido lugar en Canadá, China o Australia y por las sequías de Rusia y Europa. Este tipo de materias primas cobran especial importancia por el impacto que tienen en la inflación y su repercusión más inmediata queda reflejada en lo que consumimos y dejamos de consumir. En el último año el precio del café ha sufrido un incremento del 96% y el del trigo de un 31%, unos datos que inciden directamente en el negocio hostelero. Pero la cuestión es si este repunte puede afectar a un sector en el que cada día se sirven treinta millones de tazas de café y a un país en el que el consumo medio per cápita de cerveza asciende a 50 litros por año, según datos del informe de 2009 publicado por la Asociación española de productores cerveceros.

Los españoles visitamos la barra del bar una media de 148 veces al año, una cifra que ha ido descendiendo paulatinamente en la última década y que se ha visto especialmente resentida desde que entró en vigor la nueva Ley Antitabaco. Bares, cafeterías y locales de ocio nocturno vieron reducidas sus ventas el pasado mes de enero en más de un 19% respecto al mismo mes del año anterior y los datos que maneja la Federación Española de Hostelería no animan al optimismo para el resto de 2011. José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federación, no tiene duda alguna: “Estamos en un momento en que los precios están anotando crecimientos mínimos muy por debajo del IPC general. Si éste está en torno a un 3,6% el de los bares se sitúa en un 1,8%. Así cualquier subida, desde las materias primas a la electricidad, reduce los márgenes de beneficio o incrementa las pérdidas”.

Esperar a que escampe y salga el sol

La subida continuada que se ha dado en los últimos meses en el precio de la electricidad tampoco ayuda a un sector en el que “se da un alto consumo que queda reflejado en los costes pero no en los precios ya que se corre el riesgo de que se resienta la demanda”, apunta Guerra. Pero no todo son malas noticias, el repunte histórico de las materias primas no ha llegado a influir en el ánimo de los analistas que se muestran optimistas de cara al futuro. Según apunta Manuel Arroyo, director de Estrategia de J. P. Morgan, "a corto plazo el repunte de los precios probablemente será cíclico y no estructural, es decir, la falta de oferta actual se cubrirá con las nuevas cosechas y los precios deberán caer a medida que éstas lleguen al mercado".

No obstante, hasta que esto suceda cualquier detalle puede influir a la hora de cuadrar las cifras para el sector de la restauración y más todavía en un año que se presenta huérfano de grandes competiciones deportivas internacionales. Esta circunstancia no es la que más preocupa a los hosteleros, que señalan que al final el volumen de negocio permanecerá sin cambios y lo único que se producirá es un trasvase de los establecimientos que retransmiten partidos de fútbol a otros locales de restauración. Lo que sí influye, y mucho, es que el buen tiempo acompañe, ya que si algo puede convertirse en el salvavidas de los bares son sus terrazas que volverán a atraer a los fumadores. Sin embargo, como apuntan desde la Federación Española de Hostelería, “la alegría irá por barrios ya que los locales que no cuenten con una espacio habilitado al aire libre pueden pasar su verano más crudo al no poder competir con aquellos que sí cuenten con esas instalaciones”. Lo que es indiscutible es que, por ahora y como dice la canción, es más fácil encontrar el calor del amor en un bar que un café a 80 céntimos.

El tópico de que los españoles vivimos casi más tiempo en los bares que en nuestras casas es algo que parece que pocos discuten ya. Según datos recogidos en un estudio encargado por varias asociaciones de hosteleros, nuestro país es el que más bares tiene de Europa con más de 300.000, o lo que es lo mismo, tocamos a uno por cada 148 personas. Pero estos auténticos centros neurálgicos de la actividad cotidiana pueden estar viviendo su año más oscuro. El alza en los precios de las materias primas como el café o el trigo, unido a otras cuestiones locales como la ley antitabaco, pueden ser la estocada definitiva a un sector especialmente herido por la crisis económica.

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