El PNV vuelve a ganar a Patxi López y controlará la fusión de las cajas vascas

El PNV ha obtenido su enésima victoria sobre el lehendakari Patxi López al sacar adelante su soñada fusión de las tres cajas vascas y la creación de una especie de Banco de Euskadi. Una nueva entidad que tendrá forma jurídica de SIP (sistema institucional de protección o fusión fría) y que será controlada por las tres diputaciones provinciales, todas en manos del partido que preside Íñigo Urkullu.

Éste ha tenido que aceptar que la integración de las entidades no sea una fusión pura, como pretendía, sino un SIP. Pero se trata de una concesión menor a cambio del poder que va a conseguir, y además, el Banco de España obliga a que los SIP sean irreversibles y cedan todos sus activos y pasivos al banco que actúa como entidad central. Es decir, a efectos prácticos son iguales que una fusión de cajas.

Por el contrario, el PSE pretendía una integración únicamente de BBK y Vital (Vizcaya y Álava), a la que se sumaría eventualmente la Kutxa guipuzcoana en un momento posterior. El argumento oficial era que se trataba de la operación más sencilla para ir avanzando en este proceso, pero en realidad se trataba de conservar el máximo poder durante el mayor tiempo posible.

En esta victoria del PNV ha tenido mucha influencia la actitud favorable del Gobierno central: el propio ministro de la presidencia, Ramón Jáuregui, había apoyado públicamente la fusión a tres. Esto se inscribe dentro del pacto de legislatura alcanzado en octubre por Zapatero y Urkullu, que permitirá al PSOE seguir en el poder hasta 2012 a cambio del "cierre" del Estatuto de Gernika, la mayor derrota sufrida por Patxi López.

La fusión anunciada ayer no es consecuencia de una necesidad de recapitalización, como la de Caja España-Duero y Unicaja, puesto que las tres entidades vascas cumplen de sobra las exigencias del Gobierno. En consecuencia, no requerirá fondos públicos. Formalmente, se trata de ganar tamaño para competir con los nuevos grupos creados por las fusiones de cajas y acceder a los mercados mayoristas. Pero la intencionalidad política del PNV también es evidente.