Felipe González encandila a los notarios y deja un mensaje: “No hay democracia sin mercado”

Sostiene la directora general del Notariado, Ángeles Alcalá, que son “tiempos líquidos” en los que han desaparecido las certezas. Y tal vez por eso el ex presidente Felipe González se agarró ayer a un principio del que recela su “tribu ideológica", como la definió él mismo. “Es posible”, aseguró, “una dictadura con economía de mercado, y ahí está el caso de China, pero no es posible una democracia sin mercados”.

Mercado sí, pero con reglas. Esto es, sin “desregulaciones apasionadas que han hecho imprevisible la evolución de la economía”. Incluso, mediante la imposición de trabas al intercambio de activos financieros. González no está con la tasa tobin por “inaplicable”; pero sí con que los bancos centrales impongan fianzas sobre aquellas operaciones de carácter exclusivamente especulativo.

¿Cómo se articularía esta medida? Mediante el pago por adelantado de una fianza del 60% sobre el valor de cada transacción realizada a través de los instrumentos de negociación más prolijos y volátiles: productos estructurados, derivados financieros o negociación en los mercados de futuros. Mercados que, según González, son los culpables de la rebelión en el norte de África por el encarecimiento de los alimentos.

La especulación financiera preocupa, y mucho, en el congreso en el que los notarios españoles comienzan a conmemorar el 150 aniversario de la primera ley del notariado. Y en opinión del profesor Sánchez-Calero, la especulación tiene mucho que ver con el papel que han jugado las agencias de calificación, responsables en buena medida de lo que ha sucedido.

Esas agencias son, según Calero, un oligopolio que ha distorsionado el fucionamiento del mercado. Pero no se trata del único. Según dicho profesor, el hecho de que las cuatro grandes auditoras fiscalicen las cuentas del 95% de la empresas de Ibex es una anomalía.

Política de endeudamiento

Para Luis de Guindos, ex secretario de Estado de Economía, lo que ha sucedido, sin embargo, tiene que ver con una política monetaria extraordinariamnete laxa que ha mantenido tipos de interés reales negativos durante muchos años. Y que explica, dijo De Guindos, que si en 2003 el crédito promotor ascendía a 75.00 millones de euros, en 2007 se había superado ya los 330.000 millones de euros.

Una cantidad desorbitada que ahora bancos y cajas de ahorro tiene que devolver. De Guindos recordó que en lo que queda de año las cajas de ahorros tendrán que hacer frente a unos vencimientos de nada menos que 165.000 millones de euros.

Las consecuencias de esta política de endeudamiento para seguir dando crédito han acabado, dijo Guindos, en lo que los economistas denominan “selección adversa”. Es decir, cuando las entidades en lugar de prestar a nuevos clientes solventes sólo se dedican a prestar a los malos clientes para que no les aumente la morosidad.

Para Manuel Conthe, ex secretario de Estado de Economía, la política monetaria del BCE tiene mucho que ver con la burbuja financiera, pero también la existencia de órganos reguladores contaminados y que no son en realidad independientes.

Haciendo buena aquella famosa frase que dice que “el que paga manda”. O lo que es lo mismo, quienes nombran a los directivos determinan el comportamiento de los reguladores.