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Botín se apunta a la ‘doctrina Merkel’ y congela la revisión salarial en el Santander
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NO PAGARÁ UN 1% MÁS A SUS TRABAJADORES

Botín se apunta a la ‘doctrina Merkel’ y congela la revisión salarial en el Santander

La ‘doctrina Merkel’ se abre paso en España.  Y lo hace, precisamente, en la primera empresa por capitalización bursátil del país, el Banco Santander. El director

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Botín se apunta a la ‘doctrina Merkel’ y congela la revisión salarial en el Santander

La ‘doctrina Merkel’ se abre paso en España.  Y lo hace, precisamente, en la primera empresa por capitalización bursátil del país, el Banco Santander. El director general de banca comercial del grupo, Enrique García Candelas, acaba de anunciar a los sindicatos que no aplicará la cláusula de revisión salarial que incorpora el convenio colectivo, y cuya vigencia expiró el pasado 31 de diciembre después de cuatro años de estar en vigor.

El convenio, en concreto,  establece una compensación económica equivalente a la diferencia entre el 2% de incremento que se entregó a cuenta a comienzos de año y el IPC finalmente resultante en términos acumulados, y que, según Estadística, se situó en diciembre en el 3%. Es decir, una diferencia de un punto porcentual.

Pues bien, según los sindicatos CCOO y UGT, el Banco Santander ha decidido absorber y compensar esa ‘paga’ adicional con cargo a los complementos personales voluntarios, lo que lisa y llanamente significa que para los 11.000 trabajadores afectados en convenio se esfuma la eficacia de la cláusula de revisión salarial que incorpora la negociación colectiva. Los sindicatos recuerdan en una misiva enviada a García Candelas que esta decisión “viene a sumarse a la ya adoptada el año pasado, congelando los salarios a todo el personal con salario anual pactado”.

Los sindicatos admiten en la carta que “es cierto” que una medida de este tipo “puede tener una cierta cobertura legal”, pero al mismo tiempo recuerdan que “el Banco Santander nunca había recurrido a su aplicación en el pasado”. De hecho, el banco de Botín se ha desmarcado tradicionalmente del sector, donde el 85% de las entidades absorben las actualizaciones salariales en distintos complementos específicos.

Según José María Martínez, responsable de la federación de Servicios Financieros de CCOO (Comfia), el banco de Botín ha querido enviar un doble ‘mensaje’. Por un lado, a los 21.000 empleados del banco que se preparan para negociar su convenio colectivo para los próximos año; y, por otro, a la opinión pública en unos momentos en los que se ha abierto un debate intenso sobre los instrumentos de revisión de los incrementos salariales.

La ‘doctrina Merkel’, en concreto, desaprueba tanto la revisión de los salarios en función del IPC real como la propia existencia de cláusulas de convenio que garanticen el poder adquisitivo a los trabajadores. Según Martínez, es la primera vez en 15 años que el Santander toma una iniciativa en esa dirección. El Santander enmarca la decisión en el nuevo entorno macroeconómico, y recuerda que recientemente Emilio Botín se comprometió a no cerrar oficinas.

Merkel pone letra y música

Los sindicatos recuerdan en su carta que los complementos voluntarios personales no son gratificaciones aleatorias, sino que “son una parte de la retribución fija y, como tales, forman parte del salario”. Con la decisión del Santander de absorber la subida en los complementos, en realidad se neutraliza la actualización de las nóminas para compensar la subida del IPC. Se pone letra y música, por lo tanto, a las propuestas de la canciller alemana, expresadas tanto en el reciente Consejo Europeo de Bruselas como en la cumbre que celebró la semana pasada con Zapatero en Madrid.

La existencia de cláusulas de revisión salarial explica, precisamente, que en enero el incremento pactado en convenio se situara en el 3%, muy lejos del 1,3% con que cerró el año pasado. Hay que tener en cuenta que esa subida, sin embargo, afecta a una parte reducida de la fuerza laboral. En total, 1,3 millones de trabajadores de los aproximadamente 11 millones que habitualmente pactan en convenio sus relaciones laborales.

Lo significativo del caso es que mientras los salarios en los convenios de empresa crecen únicamente un 1,6% (la mitad del 3,3% que se ha incrementado el IPC), en el caso de los convenios sectoriales han subido un 3,2%. Algo que ha dado pie a que desde muchos sectores se haya pedido que las subidas tengan en cuenta la productividad de cada empresa.

Para Ramón Górriz, secretario de Acción Sindical de CCOO, sin embargo, “recurrir a la productividad como indicador del salario en España es un ejercicio de imaginación poco práctico, si tenemos en cuenta la escasa transparencia y fiabilidad de un índice, el de productividad, sin referencia oficial”.

En este mismo sentido, Cándido Méndez, secretario general de UGT,  aseguró que “la vinculación de las subidas salariales a la productividad exigiría una mayor transparencia por parte de las empresas sobre su gestión y beneficios, y se mostró escéptico sobre su disposición a este respecto”.

Por su parte, El vicepresidente primero de la CEOE, Arturo Fernández, aseguró ayer que ligar los salarios a la productividad es "importantísimo e imprescindible" y, aunque reconoció que es un asunto "complicado", pidió a los sindicatos que miren esta cuestión "con buenos ojos".

La ‘doctrina Merkel’ se abre paso en España.  Y lo hace, precisamente, en la primera empresa por capitalización bursátil del país, el Banco Santander. El director general de banca comercial del grupo, Enrique García Candelas, acaba de anunciar a los sindicatos que no aplicará la cláusula de revisión salarial que incorpora el convenio colectivo, y cuya vigencia expiró el pasado 31 de diciembre después de cuatro años de estar en vigor.

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