Campa defiende en la City de Londres la solvencia de la economía española

El secretario de Estado de Economía español, José Manuel Campa, ha defendido ante los inversores de la City de Londres la solvencia de la economía de España y aseguró que ya se han sentado las bases para una recuperación "sólida y equilibrada".

Ante la misma audiencia a la que el Gobierno acudió hace un año para garantizar que España seguía siendo financieramente fiable, el secretario de Estado explicó la estrategia del Tesoro Público para este año, y lo hizo con mucha menos presión que en febrero de 2010, cuando sobre España pesaba la sombra de una crisis como la griega.

Campa empezó destacando la creación del FROB para liquidar las entidades no viables y respaldar la reestructuración de las viables, la reforma regulatoria de las cajas de ahorro, el éxito de los exámenes de solvencia y la finalización de la reestructuración del sector bancario, que ha pasado de 45 a 17 instituciones en 6 meses.

También hizo hincapié en el nuevo plan para fortalecer la base de capitalización y la confianza en los mercados.

Los objetivos principales son recuperar la credibilidad de las instituciones financieras españolas y facilitar su financiación.

Para ello, expuso, se ha acelerado e incrementado la aplicación del acuerdo de Basilea III, se ha constituido el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) como mecanismo de emergencia con algunas condiciones y se ha reformado el mercado laboral, para tratar de reducir la actual tasa de paro (20 %).

En el terreno de la consolidación fiscal, el compromiso del Gobierno español es reducir al 3 % el déficit en 2013, lográndose el 60 % del ajuste fiscal en los dos primeros años del plan, todo ello garantizado por los números de los presupuestos del Estado.

Campa explicó que también se ha establecido un control más estrecho sobre el gasto de las comunidades autónomas y que la reciente reforma de las pensiones garantiza el rigor fiscal.

En este contexto, dijo ante un centenar de inversores que el crecimiento de la economía española seguirá siendo débil en 2011 debido al fuerte ajuste experimentado por el sector de la vivienda.

El secretario de Estado indicó que el porcentaje de la inversión inmobiliaria con respecto al PIB volvió en 2010 a los niveles de 1995 (un 4,6 %, frente a un nivel máximo del 9,3 % en 2006), pero que el ajuste aún no ha terminado, pese a que el número de viviendas sin vender ha empezado a disminuir y los precios se están ajustando.

La lectura positiva de cara al futuro viene de la mano de otros indicadores, apuntó Campa, como el aumento del consumo privado hasta una media del 1,2 % (frente a la contracción del 4,3 % en 2009) y el crecimiento de la inversión en bienes de equipo en una media del 2,3 % (frente a un retroceso que llegó a ser del 25 % durante 2009).

La "gran pregunta", por lo tanto, es si la economía española está en situación de absorber el ajuste del sector inmobiliario.

Campa es optimista con cautela, teniendo en cuenta que las empresas españolas siguen siendo competitivas, que las exportaciones españolas están entrando en los mercados emergentes y que la competitividad en precios ha mejorado desde 2009, pese a la fuerte presión de los costes laborales en el periodo entre 2000 y 2008.

En definitiva, la combinación de reformas estructurales, la corrección de desequilibrios macroeconómicos y la existencia de empresas competitivas sostendrán el crecimiento en el futuro.

La previsión de crecimiento del Gobierno español para 2011 es del 1,3 %, por encima de las del Fondo Monetario Internacional (0,6 %), la OCDE (0,9 %) y la Comisión Europea (0,7 %).

La directora general del Tesoro, Soledad Núñez, fue la encargada de presentar los detalles de la emisión de deuda para este año, destacando que el nivel de deuda pública con respecto al PIB cerró 2010 en 62,8 %, veinte puntos por debajo de la media de la eurozona.

Un menor peso de la deuda fortalece la posición de la economía española en lo que se refiere al pago de los intereses y a las necesidades de refinanciación (menos del 2,2 % del PIB en 2010), destacó la directora general en su presentación.

El Tesoro estima para el conjunto de 2011 una emisión neta de deuda de 47.200 millones de euros, una reducción del 24 % con respecto a 2010, de acuerdo con las medidas de ajuste fiscal, a lo que habrá que sumar el pago de los bonos a medio y largo plazo por una cuantía de 46.600 millones de euros a lo largo del año.

Esto situará la deuda total del Estado central en 588.800 millones de euros a finales de 2011, según la previsión oficial.