El concurso de Noriega dará otro golpe a las cuentas de los bancos acreedores

Las maltrechas cuentas de algunas de las principales entidades financieras españolas van a sufrir un nuevo golpe por culpa del concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) de Noriega, el grupo inmobiliario de la familia cordobesa Sánchez Ramade. Los más afectados serán Banesto y Caja Madrid, ya que la deuda que tienen con estas empresas supone un elevado porcentaje de sus beneficios de 2010 y 2011. No obstante, no tendrán que provisionar el importe íntegro porque parte de la deuda cuenta con garantía hipotecaria y porque las entidades han ido anticipando provisiones en los últimos meses.

Según confirman algunas fuentes del sindicato bancario, la deuda total es de 1.360 millones, aunque otras fuentes aseguran que la cantidad que corresponde a las filiales que han entrado en concurso se reduce a 800 millones. En todo caso, el principal acreedor de las empresas de Sánchez Ramade es BBVA, con una deuda de 265  millones. Esta cifra se diluye en las cuentas del gigante bancario y sólo representa el  3,75% del beneficio antes de impuestos estimado por los analistas para 2011, que es cuando tendrá que provisionar el total de la deuda.

Caja Madrid es el segundo acreedor, con 176 millones, y en este caso sí supone un elevado porcentaje de sus resultados: el 59% del beneficio antes de impuestos (por tomar la cifra comparable) hasta septiembre publicado por la entidad que preside Rodrigo Rato. Si suponemos que en el cuarto trimestre va a ganar lo mismo que en el tercero (56 millones brutos), el fallido de Noriega supondría el 49,75% de su beneficio del ejercicio 2010.

No obstante, un portavoz de la entidad asegura que la deuda de las empresas Noriega es inferior, que esa cantidad ya estaba calificada como subestándar (no había entrado en mora pero corría mucho riesgo de hacerlo) con una provisión del 15% del total y que el 85% restante se minorará por el valor de las garantías hipotecarias con que cuenta prácticamente toda la deuda afectada por el concurso. La parte que queda por dotar será muy reducida, según este portavoz, y saldrá de la provisión genérica de la caja, con lo que no reducirá su beneficio.

Por detrás aparece Banesto, al que la familia cordobesa debe 168 millones. Una cantidad que también es significativa para la entidad que presidía hasta ahce una semana Ana Patricia Botín, ya que supone el 37% de sus ganancias hasta septiembre (en este caso netas porque Banesto no ofrece el dato bruto) y el 24% del resultado antes de impuestos esperado por el consenso para 2011. Un portavoz del banco declinó comentar si ya tiene dotada una parte de ese importe.

El cuarto acreedor es Sabadell, en este caso con 155 millones, que representan el 37,2% de su beneficio bruto hasta septiembre y el 31% de la estimación de los analistas para 2011. La lista de acreedores continúa con Unicaja (137 millones), CajaSur (134), Popular (92), Santander (71), Cajasol (38) y varias entidades con cantidades más pequeñas hasta completar el citado total de 1.360 millones.

Los acreedores no tienen que apuntarse el 100%

La entrada en concurso no implica necesariamente tener que provisionar el 100% de estas cantidades, dinero que tendría que salir del colchón de la provisión genérica o directamente de resultados. Por dos razones. La primera es que buena parte de estos créditos cuenta con garantía real cuyo valor actualizado, como es sabido, minora el crédito impagado a la hora de provisionarlo. Ahora bien, hay que recordar que el valor de estas garantías se minora en unos porcentajes que alcanzan el 50% en el caso del suelo, según la nueva circular contable del Banco de España.

La segunda razón es que las entidades han ido provisionando parte de esta deuda porque "se veía venir" la suspensión de pagos, en palabras de otro miembro del sindicato. Es decir, muchos bancos y cajas han considerado estos créditos como subestándar o directamente como morosos. En el primer caso, habrían provisionado al menos el 15% del importe del crédito y en el segundo, el 25%.