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Valeriano Gómez retrasa la reforma de las pensiones en un guiño a los sindicatos
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Valeriano Gómez retrasa la reforma de las pensiones en un guiño a los sindicatos

Se veía venir desde la llegada de Valeriano Gómez a la cartera de Trabajo: el Gobierno ha decidido congelar la reforma del sistema de pensiones, que se

Foto: Valeriano Gómez retrasa la reforma de las pensiones en un guiño a los sindicatos
Valeriano Gómez retrasa la reforma de las pensiones en un guiño a los sindicatos

Se veía venir desde la llegada de Valeriano Gómez a la cartera de Trabajo: el Gobierno ha decidido congelar la reforma del sistema de pensiones, que se llevará al Parlamento para su aprobación el año que viene, más tarde de lo previsto. El Ejecutivo asegura que busca el consenso entre las partes en lo que supone, sin lugar a dudas, un guiño a los sindicatos. Según ha anunciado este jueves el recién nombrado ministro de Trabajo, están "abiertos" a modificar su propuesta, incluido el polémico punto sobre la ampliación de la edad de jubilación.

De esta manera, Gómez, que el mes pasado se puso al frente de la cartera más complicada del ejecutivo de Zapatero, ha asegurado que el comité del Pacto de Toledo elaborará un informe completo con posibles cambios que entregará en diciembre y ha anunciado que el texto legislativo irá al Congreso en 2011, después de haber mantenido los encuentros pertinentes con el resto de los partidos políticos y los agentes sociales para lograr que la reforma sea aprobada a finales de año.

No obstante, el titular de Trabajo no ha descartado que se vaya a desechar la reforma de la edad de jubilación. "Vamos a poner sobre la mesa una serie de medidas que consoliden el sistema de pensiones al menos ante un hipotético incremento de la edad de jubilación", según aseguró el ministro en una entrevista esta mañana en Telecinco. "El sistema de pensiones tenemos que equilibrarlo a medio y largo plazo" por lo que "hay que ir desplazando progresivamebte la edad real de ubilación". Gómez enfría el proceso iniciado por el Ministerio de Economía para cumplir con las exigencias de Europa después de que Elena Salgado enviara a Bruselas la propuesta de congelar las pensiones en el marco del Programa de Estabilidad 2009-2013.

Y es que el recién llegado al Gobierno de Zapatero es un hombre afín a UGT -dónde fue economista del Gabinete Técnico-, con el que el presidente trata de calmar los ánimos alterados por la reforma laboral que desembocó en la huelga general del 29-S. Desde su llegada al cargo, ha puesto en marcha lo que mejor sabe hacer, buscar el diálogo social, y para conseguirlo tiene que lograr el acercamiento a los sindicatos, lo que pasa por frenar la reforma de las pensiones.

En su intento de reducir el elevado déficit del Estado, el Gobierno anunció en enero su intención de elevar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años y cambiar los parámetros con los que se calcula la pensión. Además, Gómez desdice así a Salgado que, sin ir más lejos, el pasado 5 de octubre aseguró que el Gobierno seguía considerando el aumento de la edad de jubilación como la "mejor opción" para sanear el sistema. 

España necesita mantener salarios moderados

Durante su intervención en los informativos de la cadena, el ministro de Trabajo también ha hablado del mercado laboral y ha asegurado que España necesitará mantener durante "mucho tiempo salarios moderados" o "razonablemente moderados", de tal forma que los sueldos no crezcan nunca por encima de la productividad. "Esto va a ocurrir durante los próximos años en España", ha dicho.

En este sentido ha señalado que España cuenta con un buen acuerdo, el que firmaron empresarios y sindicatos para el periodo 2010-2012, que permitirá que los salarios se mantengan moderados. "Somos el único país europeo que tiene un acuerdo salarial vigente para los próximos tres años y eso hay que destacarlo", ha resaltado. Gómez ha argumentado que aunque en la economía española y en muchas empresas los salarios están ya ligados a la productividad, hay que seguir avanzando más en ese terreno porque, debido a las exigencias de la globalización y a la necesidad de competir, España "no puede dejar de mirar siempre a los costes".

"Tenemos que consumir menos y exportar más, y eso se consigue con un mantenimiento de costes adecuados y avanzando mucho más en productividad. Tenemos que mejorar mucho nuestra productividad y ese es el gran reto de futuro", ha explicado el ministro. Gómez también se ha referido a los datos de paro de octubre, conocidos ayer, y ha reiterado que la economía española "está a punto de alcanzar" ese momento en el que dejará de destruir empleo.

"Octubre es un mes en el que tradicionalmente sube el paro, lo ha hecho durante los próximos 10 años y lo hará muy probablemente en los próximos 10. Es un mes en el que se dejan los trabajos de temporada y también es un mes en el que las actividades vinculadas a la agricultura se terminan", ha indicado.

Se creará empleo a partir de la segunda mitad de 2011

El ministro prevé que a partir de la segunda mitad de 2011 se empiece a crear empleo, primero lentamente y después de manera más intensa, y ha explicado que la durante la primera parte de la recuperación, la tasa de paro seguirá siendo alta, para después iniciar su descenso. Gómez ha apuntado además que, después de una crisis, las recuperaciones del empleo se basan en contratos temporales y se ha mostrado convenido de que la reforma laboral ayudará a convertir ese trabajo temporal en indefinido.

Sobre las críticas sindicales y empresariales acerca de que la reforma laboral no está dando los frutos que esperaba el Gobierno, Gómez ha recordado que la reforma se aprobó en septiembre y que no ha habido "tiempo material suficiente" como para evaluar todavía sus efectos. En cualquier caso, ha destacado que "no es razonable depositar en  una reforma toda la expectativa de creación de empleo", pues para que crezca el empleo, antes tiene que crecer la economía.

De todos modos, el ministro ha avanzado que el Ministerio presentará datos cada tres o cuatro meses para que se pueda ir evaluando el impacto de la reforma que, a su juicio, ya está produciendo algunos signos "esperanzadores", como el aumento de los contratos de fomento del empleo estable (los de indemnización por despido de 33 días por año).

Se veía venir desde la llegada de Valeriano Gómez a la cartera de Trabajo: el Gobierno ha decidido congelar la reforma del sistema de pensiones, que se llevará al Parlamento para su aprobación el año que viene, más tarde de lo previsto. El Ejecutivo asegura que busca el consenso entre las partes en lo que supone, sin lugar a dudas, un guiño a los sindicatos. Según ha anunciado este jueves el recién nombrado ministro de Trabajo, están "abiertos" a modificar su propuesta, incluido el polémico punto sobre la ampliación de la edad de jubilación.

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