El ex presidente de Caixa Girona intentó sustituir a Millet al frente del Palau de la Música

A finales de julio del año pasado, cuando estalló el escándalo del Palau de la Música y su presidente, Fèlix Millet, cesó fulminantemente, ya había un hombre que ambicionaba sustituirle: era Arcadi Calzada, que había presidido Caixa Girona hasta un mes antes. Calzada y Millet eran amigos y se reunían con frecuencia. En la agenda de este último constan muchas de las citas que ambos mantenían casi semanalmente. Además, Calzada ya formaba parte del Patronato de la Fundación Palau de la Música.

 

Por ello y porque sus relaciones políticas eran impecables, Calzada se sintió con la superioridad moral para ‘autoproponerse’ como nuevo presidente. De alcalde de Olot, había pasado a vicepresidente del Parlamento catalán en representación de Convergència i Unió (CiU). Y de ahí, en 1996, a presidente de Caixa Girona y de su Fundación. Las credenciales, por tanto, eran buenas. Y por ello, cuando a finales de julio del 2009 llega un ‘extraño’ para poner orden en las cuentas del Palau (el actual director, Joan Llinares), puso el grito en el cielo. Y convenció al Patronato de que el tema debía resolverse desde el interior y nadie mejor que él para coger las riendas de la institución que Millet acababa de abandonar.

 

Según varias fuentes consultadas, Calzada había movido personalmente hilos políticos para que su maniobra no fuese abortada. Pero la cúpula convergente no tragó el anzuelo. Es más, mientras todos le aplaudían en la reunión urgente del Patronato convocada para estudiar la situación, sólo una persona se opuso a que sustituyese a Fèlix Millet: Josep Caminal, ex secretario de Organización de Convergència, ex director del Liceu y actualmente alto cargo del Grupo Godó. “Tú no puedes ser presidente, porque los estatutos dicen que sólo puede serlo un miembro del comité directivo. Y tú no estás en ese comité. Por tanto, debemos buscar un sustituto que cumpla con este requisito”. Y fue así como se eligió a Mariona Carulla como nueva presidenta.

 

Otra de las razones que le conferían autoridad moral para coger las riendas del Palau era que desde Caixa Girona había ayudado a la fundación del Palau. En el último ejercicio, Calzada había firmado dos convenios con Fèlix Millet. Uno de estos convenios fue la organización de una exposición de obras de Francisco Leiro entre el 24 de abril y el 29 de julio del 2008. Para ello, la Fundación Caixa Girona realizó una aportación “de 75.000 euros en concepto de donativo irrevocable, puro y simple, al Consorcio del Palau de la Música con motivo de los actos de su centenario y, en concreto, para cubrir los gastos de la exposición”. El otro convenio con la Fundación Palau de la Música  fue de “37.267,87 euros en concepto de donación pura y simple para el periodo de 1 de septiembre de 2008 a 31 de agosto de 2009 como miembro protector”.

 

Convenios dudosos

 

Así consta en un informe de la Dirección General de Política Financiera y Seguros fechado el 17 de diciembre del año pasado. Este informe pone de manifiesto el absoluto descontrol que existía en la Fundación Caixa Girona: desde la propia composición de los órganos directivos hasta la absoluta falta de control de los convenios suscritos. Desde el año 2005, por ejemplo, el Patronato incumplía los Estatutos de la propia entidad, ya que estaba formado por cinco personas, cuando ha de tener seis miembros. Además, cuando el consejo de administración de Caixa Girona fue requerido para que entregase la lista de miembros del patronato, éstos no concordaban con la lista de la propia Fundación.

 

Respecto a los convenios, la Fundación entregó a la inspección un total de 31 convenios. Con posterioridad, aparecieron otros convenios firmados los últimos años, hasta totalizar 53. Alguno de ellos, como el firmado con Hermes Comunicacions, editora del diario El Punt, fue ejecutado a través de la empresa AMR. En este caso concreto, durante el año 2009, la fundación pagaba a la compañía 6.936,16 euros mensuales, más IVA, a cambio de inserciones publicitarias. “Este convenio presenta dudas respecto a su adecuación al artículo 7.1 del Decreto 99/1986 de 3 de abril, ya que se acuerdan acciones propias de una estrategia de marketing sin alcanzar ninguna finalidad social”.

 

Otra cosa fue un convenio similar con Corporació Catalana de Comunicació, editora del diario Avui, a la que la Fundación pagó 54.000 euros más IVA, aunque no consta que fuese a través de AMR. Conforme lo publicado ayer por El Confidencial, esta compañía es propiedad de Antoni Maria Rigau, cuñado de Salvador Carrera, ex presidente de la comisión de control de Caixa Girona. Precisamente ayer, el Gobierno catalán aprobó una norma para obligar a todas las fundaciones a dar cuenta de todos los convenios que firmen y evitar así otro caso Millet.

 

Al margen del caso de AMR, Arcadi Calzada, tejió durante su mandato una red de amigos y familiares que durante años hicieron negocios a la sombra de la privilegiada relación que mantenían con él. Una muestra es que el principal proveedor de obras de arte a la caja (ha suministrado más de la mitad de las obras compradas en los últimos años, según el inventario realizado el año pasado), Antonio Álvarez Niebla, tiene relaciones de parentesco con Calzada, debido al matrimonio de Noemí Calzada con Julio Niebla.

 

Precisamente, la hija del ex presidente de Caixa Girona y su marido crearon en octubre del 2008 la sociedad Juno Consulting, que ha prestado servicios para la Fundación de la entidad y que tiene su sede en el despacho particular que Calzada tiene en Barcelona. Álvarez Niebla, propietario de la empresa Imparce Barcelona, vendió obras a la caja durante los últimos años por valor de casi 1,8 millones de euros.

 

Los ingresos ‘fantasma’ del Festival de Cap Roig

 

La empresa Juno, por su parte, también ha realizado servicios para la organización del Festival de Cap Roig, que cada verano lleva a Calella de Palafrugell a grandes figuras de la música, como Josep Carreras o Julio Iglesias. Según fuentes consultadas por El Confidencial, la empresa Concert Estudio colaboraba tradicionalmente en la organización de este festival: en el 2006, esta compañía facturó a la entidad gerundense 1,4 millones de euros, que ascendieron a 1,9 millones en el 2007 y a 2,3 millones de euros en el 2008.

 

La inspección realizada advierte de que el festival era una fuente importante de ingresos para la Fundación. “Analizando el presupuesto del 2009, se observa una reducción muy significativa de los ingresos previstos. Para la anualidad del 2009 se han estimado unos ingresos de 151.000 euros, cuando los reales del ejercicio 2008 fueron de 3.315.635 euros. La principal diferencia la encontramos, nuevamente, en los ingresos previstos de la anualidad 2009 del festival de música de los jardines de Cap Roig, donde no se estima ningún ingreso mientras que en el presupuesto de la anualidad precedente se estimaban unos ingresos de 1,8 millones de euros”.

 

Los ingresos reales, sin embargo, sobrepasaron las previsiones y alcanzaron más de 2,6 millones. Pero la verdadera razón de que la Fundación dejase de tener esta entrada de dinero es que, “de acuerdo con las manifestaciones de los representantes de la entidad, la explotación de la actividad del Festival de Cap Roig fue externalizada (a Concert Estudio) durante la anualidad de 2009 y por este motivo no se prevé ningún ingreso por este concepto para el año 2009”.