Los sindicatos preparan ya la huelga general: "Sólo falta la fecha"

La suerte está echada. A día de hoy casi nadie duda en el sindicalismo español que habrá huelga general contra la reforma laboral que aprobará el Gobierno el próximo día 16, como adelantó el propio Zapatero en el palacio de la Moncloa.

Lo dijo ayer con toda claridad el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, durante una asamblea ante más de 1.000 delegados. Toxo sugirió que habrá con toda seguridad una huelga general. ‘Sólo falta poner la fecha”, dicen en su sindicato.

El detonante ha sido el fracaso de las largas negociaciones para reformar el mercado de trabajo que han celebrado sindicatos y patronal. Ahora el Gobierno legislará de forma unilateral tomando como guión este documento entregado a los agentes sociales el pasado 12 de abril, y que no supone un modelo rupturista respecto de la situación actual. Toxo, sin embargo, atacó ayer las propuestas gubernamentales. “No necesitamos una reforma laboral que abarate el despido, que elimine la causalidad del despido o que extienda de los 21 a los 30 años los contratos de formación”, aseguró.

Lo que está aún por decidir es la fecha. Y no parece que esté a la vuelta de la esquina. Aunque el Ejecutivo apruebe la reforma laboral el próximo día 16 la respuesta no será inmediata. Y los meses de julio y agosto no parecen los más propicios para sacar adelante una convocatoria con la que se pretende movilizar a millones de trabajadores.

Esto quiere decir que habrá que esperar al mes de septiembre, precisamente cuando el Gobierno se vea obligado a presentar el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011. Se trata, probablemente, del momento político más delicado para el presidente Zapatero desde que llegó a la Moncloa, y esa debilidad es la que puede explicar que los sindicatos puedan retrasar hasta esas fechas la convocatoria.

Hay que tener en cuenta, además, que la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha convocado para el 29 de septiembre una jornada de acción a nivel europeo, lo que facilita la creación de un ambiente de movilización general de trabajadores. UGT y CCOO, incluso, podrían aprovechar esa convocatoria para hacerla coincidir con sus protestas en España. Por esas fechas, la vicepresidenta Salgado debe presentar el proyecto de ley en el Congreso de los Diputados.

El hecho de implicar a la CES en la convocatoria no es de extrañar habida cuenta de que los ajustes presupuestarios recorren Europa. Desde Irlanda hasta Grecia y desde Polonia a España.

La fecha elegida por el Gobierno español para aprobar la reforma laboral “con o sin acuerdo”, como dijo ayer Zapatero, no es casual. El miércoles 16 se reunirá de forma extraordinaria el Consejo de Ministros, apenas un día antes de que el propio Zapatero presida en Bruselas el último Consejo Europeo bajo mandato español. Y el jefe de Gobierno quiere aparecer ante sus socios europeos con los ‘deberes hechos’. Recortes en el gasto público y una nueva legislación laboral que supondrá incentivos para la contratación juvenil y la generalización del contrato más barato de 33 días.

Pese a la premura de los plazos, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, todavía insistió ayer en que “aún es tiempo” de negociaciones para acordar la reforma laboral, ya que consideró que la fecha fijada “entra en la horquilla” de la ampliación de los contactos del diálogo social a este mes. “Aún es tiempo para negociar un acuerdo", señaló.