La banca exige a N+1 y Mercapital más dinero para refinanciar a Bodybell

N+1, Dinamia y Mercapital,  los tres principales accionistas de Bodybell, tendrán que rascarse el bolsillo si quieren evitar la entrada en concurso de Bobybell. Así se lo ha exigido la banca acreedora de la primera cadena española de perfumería y cosmética, que adeuda cerca de 200 millones de euros. La caída de las ventas del grupo, que ha contratado a Rothschild para evitar males mayores, se ha acelerado este año tras un pésimo 2009.

 

Bodybell se ha encomendado al banco de inversión líder en reestructuraciones para salir de una situación muy delicada. Los bancos acreedores empezaron a reclamar a la compañía sus incumplimientos financieros –covenants- en 2008, pero no fue hasta el pasado ejercicio cuando la evolución de las cuentas hizo saltar las alarmas. Los acreedores contrataron entonces a Houliham Lokey, una entidad americana experta en sacar a sociedades en apuros, y al bufete de abogados Araoz y Rueda para intermediar con N+1, Dinamia y Mercapital.

El grupo de perfumerías no tuvo más remedio que arremangarse ya que las cifras de facturación y de beneficio operativo no hacían más que caer. Y varios de los acreedores, liderados por Calyon y BNP Paribas,  empezaban a cansarse de darle más tiempo a una compañía que ya tuvo que refinanciar su deuda en 2008, cuando entró en su capital la firma liderada por Javier Loizaga. Mercapital aportó 58 millones de euros a cambio del 51% de las acciones en una operación destinada a “realizar aperturas de nuevas tiendas y adquisiciones de otras cadenas de perfumería con el respaldo de sus socios financieros”.

Eso es lo que decía el comunicado oficial. Pero la realidad ha sido muy diferente. Entre 2007 y 2009, el beneficio operativo se ha derrumbado un 51%, hasta los 19,47 millones de euros. En este contexto, a finales de 2009 el consejero delegado, Francisco Martín Consuegra, acordó su salida de la compañía. Su puesto lo ha ocupado Fernando de Vicente, director general de la división Internacional del grupo DSG, propietario de PC City.

Su prioridad es alcanzar un acuerdo con todos los bancos acreedores, algo que solo se conseguirá si los tres accionistas principales –N+1 y Dinamia tienen el 28% y Mercapital, el 51%- hacen nuevas aportaciones de capital. Esta es la condición sine qua non la banca estaría dispuesta a firmar una segunda refinanciación en menos de dos años. Parte de la deuda de Bobybell se encuentra en manos de fondos de distress o fondos especializados en comprar deuda impagada.

Fuentes cercanas a las conversaciones aseguran que ya hay un acuerdo y que los principales acreedores apoyan dar más plazo a la compañía para pagar lo que adeuda. Pero, a cambio, le exigen poner más dinero y hacer un plan de negocio “realista”, alejado de la expansión y las ansias de crecimiento que se anunciaron cuando se compró Juteco en 2007 por 100 millones de euros.

 

En aquel momento, Bodybell tenía previsto facturar unos 300 millones de euros en 2008 y 2009 y alcanzar un Ebitda de 59 millones. El pasado año cerró con una facturación de apenas 245 millones y un beneficio operativo que no llegó a los 20 millones. El grupo tiene ahora mismo 245 puntos de venta, tras realizar cuatro aperturas netas en 2009.

Fuentes cercanas a Bodydell sostienen que la compañía ha resistido bien la crisis del consumo, ya que el descenso medio en el negocio retail ha sido del 12%. Asimismo, sostienen que el grupo tiene una buena generación de caja, pero admiten que no han podido cumplir con los compromisos financieros acordados con la banca en septiembre de 2008.