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El 'golden boy' de Goldman Sachs sigue sin dar señales de vida
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El 'golden boy' de Goldman Sachs sigue sin dar señales de vida

Su paradero sigue siendo desconocido. Desde el pasado viernes, Fabrice Tourre (31), el joven bróker francés de Goldman Sachs a quien todo el mundo busca desde

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El 'golden boy' de Goldman Sachs sigue sin dar señales de vida

Su paradero sigue siendo desconocido. Desde el pasado viernes, Fabrice Tourre (31), el joven bróker francés de Goldman Sachs a quien todo el mundo busca desde que la SEC decidió demandar al banco de inversión por un supuesto delito de fraude en la venta de bonos subprime, está en paradero desconocido.

Ha borrado su perfil en Facebook y en Linkedin y nadie sabe dónde está. "Se está tomando un descanso", aseguran desde Goldman, aunque añaden que sigue trabajando para el banco. Mientras vuelve a dar señales de vida, Tourre se ha convertido en protagonista involuntario de numerosos medios de comunicación. Además, la famosa red social ya cuenta con dos grupos de fans del operador galo.

Su historia recuerda a la de otro trader, también francés, y también muy joven: Jerôme Kerviel, que provocó pérdidas a Société Générale de 5.000 millones de euros. Cuando el banco hizo pública su identidad, el trader estuvo desaparecido varios días hasta que la policía lo puso a disposición judicial.

Las pérdidas de la entidad gala se originaron por posiciones tomadas en futuros estándar (plain vanilla) sobre índices europeos en 2007 y 2008 por Kerviel. Una vez detectadas, el banco procedió a su inmediata liquidación lo que provocó las abultadas pérdidas para la entidad y el desplome de las bolsas.

¿Otro Kerviel?

Las operaciones de Kerviel provocaron la dimisión de Daniel Bouton en mayo de 2009, entonces presidente de Société Générale. Y los cambios directivos han sido constantes desde entonces. Kerviel se enfrenta ahora a penas de dos años de cárcel por haber entrado en el sistema informático del banco y de cinco por estafa. Tales cargos significan una pena máxima de cinco años de cárcel y 375.000 euros en multas

En el caso de Tourre, los correos electrónicos enviados por él y sacados a la luz pública por la SEC pueden ser muy comprometedores para joven trader que puede enfrentarse a la inhabilitación para ejercer en el mundo de los negocios.

"Todo el edificio está a punto de derrumbarse en cualquier momento... Con un único superviviente: el fabuloso Fab (refiriéndose a sí mismo, Fabrice Tourre)... En pie en medio de todas estas complejas operaciones exóticas fuertemente apalancadas (endeudadas) que ha creado sin necesidad, incluso, de comprender todas las implicaciones de esas monstruosidades", es una de las perlas que escribía en sus mails.

Tourre entró en Goldman Sachs en 2001, donde era muy apreciado por su humor juvenil y en 2007 habría ganado dos millones de dólares derivados de las ganancias conseguidas a partir de las ventas de estructurados que investiga la SEC. Según la documentación del supervisor, el fraude lo fabricó Tourre entre finales de 2006 y principios de 2007.

Era el responsable del Abacus 2007-AC1, el estructurado (CDO) en cuestión. Y Tourre fue el encargado de convencer a los inversores para que invirtiesen en el producto, pese a conocer previamente el interés de Paulson & Co en ponerse corto y beneficiarse de la caída de las carteras de crédito de alto riesgo, conocidas ya como hipotecas basura o subprime. Abacus comenzó a caer ese mismo año.

 

Mientras tanto, Paulson compró masivamente CDS (seguros de impago) antes de que estallase la crisis de 2007 y durante dos años consecutivos ha presentado ganancias obscenas.

Un alumno brillante trader de "estructurados exóticos"

 

Sobre Tourre se ha escrito mucho en los últimos días. Sabemos que era un alumno brillante en ciencias, al igual que muchos otros franceses. Diplomado en ingeniería en la Universidad de Stanford cursó estudios en los prestigiosos liceos de Henri-IV y Louis-le-Grand y posteriormente se graduó en una de las más antiguas y conocidas escuelas de ingeniería de Francia, el École Centrale Paris, donde estudió de 1998 a 2000.

Su trayectoria hacia Goldman Sachs no es lo común entre la élite estudiantil francesa con formación matemática. Sin embargo, la creciente demanda de destrezas cuantitativas ha ido en aumento en Wall Street en las últimas décadas, especialmente en áreas de productos estructurados, propiciaando que mentes como la de Tourre hayan ido a parar a las grandes firmas de inversión de la Gran Manzana.

En la red social Viadeo, equivalente a Linkedin creada por un alumno del École, Turre se describía como un "operador de derivados exóticos". Antes de que todas sus fotos desaparecieran de Facebook se le podía ver en la montaña, navegando o en un pub londinense, siempre rodeado de amigos y, a menudo, en un ambiente festivo.

Según The New York Post, Tourre llevaba una vida social muy activa. Organizaba fiestas muy ruidosas en su apartamento cerca de la Universidad de Nueva York, al norte del barrio de Wall Street y por el que pagaba 4.000 dólares el mes en concepto de alquiler. Presumía de pertenecer a una familia prestigiosa, jugaba al tenis con el brazo derecho de Paulson. Era muy apreciado por Goldman por su buen sentido del humor. Ahora, toca ponerse serior.

Son pocos los que dudan que actuara a espaldas del banco de inversión. De hecho, The New York Post y The Wall Street Journal publicaban ayer que los máximos directivos del banco estaban al tanto de sus operaciones. “Es imposible que, dada su edad, 27 en aquel entonces, lo haya hecho sólo”, explica un banquero con experiencia. Generalmente, este tipo de operaciones pasan por un comité de crédito y otro de conformidad.

Pese a ello, y tal y como sostienen quienes defienden a Kerviel, Tourre podría servir de chivo expiatorio en lugar de Jonathan Egol, su superior, o incluso de otros directivos más importantes de Goldman.

Su paradero sigue siendo desconocido. Desde el pasado viernes, Fabrice Tourre (31), el joven bróker francés de Goldman Sachs a quien todo el mundo busca desde que la SEC decidió demandar al banco de inversión por un supuesto delito de fraude en la venta de bonos subprime, está en paradero desconocido.

Jérôme Kerviel