El Gobierno obliga a que las fusiones virtuales de cajas sean bancos

El Consejo de Ministros regulará hoy aspectos cruciales para la ejecución de las 'fusiones virtuales' de cajas de ahorros, como su consolidación fiscal y contable. Sin embargo, dejará fuera la principal demanda de las entidades, según fuentes del sector: la posibilidad de que estos entes -llamados SIP, Sistemas Institucionales de Protección- sean agrupaciones de cajas, es decir, 'cajas de cajas'. En consecuencia, deberán adoptar la forma de bancos, lo que abre la puerta a la privatización del sector, tan temida por sus responsables.

Tanto la CECA (confederación de cajas) como distintas entidades individuales han pedido de forma reiterada que los SIP puedan adoptar la forma jurídica de cajas de ahorros, dado que sólo se han apuntado a esta fórmula estas entidades. El argumento principal es que, si pudieran constituirse como agrupaciones de cajas, se incentivaría la participación de las entidades en estas fusiones virtuales -porque no existiría ese miedo a la privatización- y se favorecería la necesaria consolidación del sector.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, insinuó en el Congreso antes de Semana Santa que el Gobierno no era partidario de modificar la normativa sobre los SIP, lo que parecía descartar esta fórmula de cajas de cajas. Sin embargo, en los famosos pactos de Zurbano -que es lo que aprueba hoy el Consejo de Ministros con forma de Decreto Ley- se incluyó "la clarificación del régimen aplicable a los sistemas institucionales de protección (SIP) con objeto de garantizar su seguridad jurídica", lo que había devuelto a la esperanza al sector.

Una esperanza que se ha difuminado de nuevo, según se desprende de las conversaciones del sector con Economía en los últimos días. "Esto ha entrado en vía muerta y no se incluirá hasta que se acometa la reforma de la LORCA (Ley Orgánica de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros)", afirma una de las fuentes. El Ejecutivo ha mantenido siempre que iniciará la reforma de esta ley una vez que venza el FROB, a finales de junio si la Comisión Europea no autoriza una prórroga.

Los SIP consisten en un compromiso por el que unas cajas socorren a otras si entran en pérdidas o tienen problemas de solvencia. Para ello, se crea una especie de holding al que aportan parte de su capital y a través del cual unifican distintas partes del negocio (por ejemplo, una sola dirección financiera o de riesgos), acuden al mercado de forma única e incluso agrupan la solvencia y los recursos propios de las entidades participantes. Pero a la vez esta fórmula permite mantener la marca y señas de identidad de una caja en su territorio, así como su naturaleza jurídica, lo cual supone la gran ventaja frente a las fusiones de verdad.

Consolidación contable y fiscal

Aparte de la forma societaria de los SIP, existen grandes incertidumbres contables y fiscales para la creación de estos vehículos, que apenas están regulados en una circular del Banco de España. Eso es lo que va a clarificar hoy el Consejo de Ministros. Según fuentes financieras y jurídicas, el Ejecutivo va a permitir que estas entidades consoliden contablemente como cualquier otro grupo de empresas, de forma que puedan presentar cuentas conjuntas.

Más complicada es la cuestión fiscal. Para empezar, no se sabe si su creación puede beneficiarse de las exenciones en IVA y Actos Jurídicos Documentados de que disfrutan las fusiones normales de empresas, algo que va a permitir el Ejecutivo, siempre según las fuentes. En segundo lugar, debe permitirse que los SIP sean sujetos del Impuesto de Sociedades. Y en tercero se plantea un problema al unificar los beneficios de las distintas entidades, porque las que más ganan realizan una aportación a las que tienen menos ganancias (o pérdidas); en teoría, las primeras tendrían un gasto deducible y las segundas un ingreso -una especie de dividendo- que aumentaría su tributación.

Este es el punto menos claro de la regulación, puesto que la Dirección General de Tributos se ha mostrado contrario a que estos ingresos se asimilen a los dividendos, lo que impediría que el que paga se deduzca el gasto y que el que recibe el dinero se aplique una minoración por doble imposición, como la que disfrutan los dividendos de las empresas cotizadas, según una de las fuentes consultadas. Otras fuentes, en cambio, afirman que el Gobierno va a permitir que consoliden fiscalmente las cuentas de las cajas participantes, lo que elimina estos pagos internos y la tributación asociada a los mismos.

Este martes se constituyó formalmente el primer SIP, llamado Banca Cívica, en el que se agrupan Caja Navarra, Caja Canarias y Caja Burgos. Existe otro proyecto de integración bajo esta fórmula de Caja Extremadura, Cajastur y Caja Murcia, pero todavía está en una fase muy inicial.