Un nuevo recorte en el ICEX le obliga a reducir el apoyo a las empresas “cuando más lo necesitan”
“Nuestro presupuesto entra en una fase restrictiva que durará varios años y que va a tener consecuencias directas en la actividad que desarrollamos día a día”.
“Nuestro presupuesto entra en una fase restrictiva que durará varios años y que va a tener consecuencias directas en la actividad que desarrollamos día a día”. Así de tajante se muestra Ángel Martín Acebes, presidente del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), en una carta remitida a los principales ejecutivos del organismo para pedirles un esfuerzo de austeridad. Un aviso a navegantes que tendrá consecuencias a corto plazo, como la supresión de programas y servicios o la necesidad de buscar nuevas fuentes de financiación. Además, los ajustes llegan precisamente cuando las empresas “están más necesitadas de apoyos para salir al exterior”, reza la misiva, a la que ha tenido acceso El Confidencial.
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para este año recogía una dotación de 194,03 millones para el ICEX, principal herramienta del Ejecutivo para la promoción exterior y la internacionalización de las empresas. Esa cifra ya suponía un descenso del 17,8% respecto a los 236,07 millones de que dispuso en 2009. Según expone Martín Acebes en su carta, la disminución presupuestaria llegará al 19% y, lo que es peor, “tendrá continuidad en los próximos años (…), significando severos recortes adicionales a los que estamos teniendo y que a día de hoy no podemos cuantificar con exactitud”. Todo dentro del Plan de Austeridad de la Administración del Estado 2010-2013 aprobado por el Gobierno el 29 de enero pasado.
Un panorama delicado si se tiene en cuenta que la institución maneja un gasto corriente de entre 40 y 42 millones de euros nada fácil de reducir. En el resto, dos son las directrices que se desprenden del documento. La primera, revisar el nivel de actividad. “Nos vamos a ver obligados a redimensionar -e incluso suprimir- programas y servicios; a inventar otros nuevos…”, dice Martín Acebes. Y la segunda, buscar fuentes de financiación mediante la colaboración con otras instituciones. En roman paladino, buscar oportunidades de proyectos conjuntos que mitiguen en lo posible la factura de los proyectos.
En este sentido, se apuntan como básicas las sinergias que puedan encontrarse con otros ministerios y con las comunidades autónomas, que en muchos casos han desarrollado sus competencias en materia exterior hasta el límite de solaparse con el ICEX. “Hemos de realizar un esfuerzo en las relaciones con otros ministerios con los que podemos compartir intereses sectoriales, con la Unión Europea, con los organismos de promoción de las comunidades autónomas, que se mueven en una coyuntura similar a la nuestra y, en definitiva, con otras entidades, instituciones u organismos comunes a los del ICEX”, subraya el documento.
Reasignación de los recursos humanos
La plantilla no quedará al margen de esta remodelación. “Tendremos que encontrar la mejor manera para distribuir los recursos con que contamos, tanto presupuestarios como humanos y de experiencia y conocimiento (…), que será necesario reasignar según las prioridades”, revela Martín Acebes a sus directivos, sin dar más precisiones sobre cómo los ajustes pueden afectar a la red de oficinas comerciales del organismo. Según la última Memoria del ICEX, correspondiente a 2008, un total de 583 profesionales trabajan en la casa: 444 en los servicios centrales, 43 en los territoriales y 96 fuera de España.
Esta necesidad de exprimir bien los recursos puede verse incluso agravada por la intención del Ejecutivo de reducir la tasa de reposición en el sector público y que por cada diez funcionarios que se jubilen sólo entre uno en la Administración. La carta deja claro a sus destinatarios, como albaceas de los principales proyectos que tiene que acometer el Instituto, que es necesario partir de cero para establecer las nuevas prioridades y “quedarnos con la esencia, con lo que aporta valor, con lo que ningún otro organismo –si no es el ICEX- puede hacer. Ahora es el momento de priorizar, de eliminar lo superfluo o lo que otros también ofrecen”.
Todo, en un momento en que la necesidad de exportar y salir al exterior para vender sus productos puede resultar clave para las empresas ante la crisis interna. “Son momentos difíciles también para las empresas cuando más necesitadas están de apoyos para salir al exterior. Por ello las decisiones que tomemos han de tener como centro a las empresas y cómo atender sus necesidades manteniendo la calidad de los servicios que les prestamos”, dice la nota. Precisamente el ICEX se encuentra actualmente inmerso en el desarrollo del Plan Estratégico 2009-2012, centrado en mejorar la imagen de marca de España en el exterior.
“Nuestro presupuesto entra en una fase restrictiva que durará varios años y que va a tener consecuencias directas en la actividad que desarrollamos día a día”. Así de tajante se muestra Ángel Martín Acebes, presidente del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), en una carta remitida a los principales ejecutivos del organismo para pedirles un esfuerzo de austeridad. Un aviso a navegantes que tendrá consecuencias a corto plazo, como la supresión de programas y servicios o la necesidad de buscar nuevas fuentes de financiación. Además, los ajustes llegan precisamente cuando las empresas “están más necesitadas de apoyos para salir al exterior”, reza la misiva, a la que ha tenido acceso El Confidencial.