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Problemas para la banca: el interbancario se seca aún más y el BCE cierra el grifo
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Problemas para la banca: el interbancario se seca aún más y el BCE cierra el grifo

Vuelve uno de los grandes fantasmas de la crisis financiera: la falta de liquidez para la banca. El Banco Central Europeo anunció ayer un nuevo paso

Vuelve uno de los grandes fantasmas de la crisis financiera: la falta de liquidez para la banca. El Banco Central Europeo anunció ayer un nuevo paso en la retirada de las medidas extraordinarias de liquidez puestas en marcha cuando el sector financiero mundial estuvo al borde del colapso. Pero el problema es que no hay alternativa para financiarse a corto plazo, porque el mercado interbancario, lejos de mejorar, se ha secado todavía más en los últimos meses.

El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, comunicó que a partir del 28 de abril se acabará la barra libre a tres meses, puesto que las inyecciones de liquidez a ese plazo volverán a ser subastas -no se adjudicará todo lo que pidan las entidades como hasta ahora- y su tipo ya no será fijo (actualmente coincide con el tipo oficial, el 1%), sino variable. Eso significa que la liquidez sólo se la llevarán las entidades que ofrezcan un tipo de interés más alto; y las que no puedan competir en precio -sobre todo medianas y pequeñas- corren el riesgo de quedarse sin nada.

Y no sólo eso: también puso una fecha límite para las inyecciones semanales, que continuarán siendo a tipo fijo y con adjudicación plena "al menos hasta el próximo 12 de octubre"; es decir, que después de esa fecha podrán volver a ser a tipo variable y por subasta. Este cierre del grifo comenzó con las adjudicaciones a 12 meses, que fueron suprimidas después de la del 16 de diciembre.

Por tanto, los bancos y cajas van a empezar a recibir menos liquidez del BCE. Y aunque la demanda ha bajado por la caída en la concesión de crédito, las refinanciaciones y los vencimientos de deuda siguen siendo una amenaza para muchas entidades.

Según algunas fuentes del sector, la banca española sólo financia a corto plazo entre el 3% y el 8% de los activos. "Es una financiación que necesitamos y que tenemos que encontrar, pero tampoco es una cuestión de vida o muerte", puntualizan. Ahora bien, Credit Suisse asegura que la banca española es la más dependiente de Europa de la financiación a corto plazo e Intermoney considera que sería preferible para nuestro sistema una subida de tipos a una restricción de la liquidez ilimitada.

El volumen en el interbancario se desploma a mínimos

En consecuencia, hay que buscar alternativas para obtener esa liquidez necesaria. Y no va a ser nada fácil. El interbancario nunca ha vuelto a normalizarse después del tsunami financiero que desató la quiebra de Lehman Brothers en otoño de 2008, pero es que en el arranque de 2010 se ha cerrado todavía más.

Según cifras del Banco de España, en las últimas sesiones se están negociando en torno a 3.000 millones de euros (3.500 como mucho), mientras que en marzo del año pasado -cuando la bolsa tocaba mínimos tras el rescate masivo de la banca mundial- se negociaban alrededor de 10.000 millones diarios. Además, el 80% de la operativa se concentra en el día a día, mientras que a más de un mes no se cruza prácticamente nada.

Este deterioro adicional ya empezó a notarse a finales de 2009, de ahí que las entidades españolas pidieran al gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez que tomase una actitud más activa para poder reabrir el interbancario, tal como informó El Confidencial. El cierre de este mercado obedece principalmente a la desconfianza entre las entidades (unas no se fían de otras), sobre todo por parte de las extranjeras hacia las españolas porque se mantiene la idea de que están escondiendo pérdidas.

Recuperar la confianza

El remedio para este problema es más transparencia "para que haya mayor visibilidad de los balances y de las cuentas de resultados, de forma que se conozcan realmente los problemas que tiene cada uno", según otra fuente de la industria. En las cuentas del último trimestre se han empezado a dar pasos en esta dirección -con BBVA a la cabeza-, pero ha tenido un efecto indeseado: ahora los extranjeros piensan que los españoles les habían engañado hasta ahora, y tampoco se fían de sus cifras actuales. Con lo que el interbancario sigue empeorando.

Otra alternativa al BCE y al interbancario son los pagarés y el llamado European Commercial Paper (similar a los pagarés españoles pero con estándares europeos), que tampoco se están colocando de momento entre los inversores internacionales por esa misma desconfianza.

Donde hay menos problemas es en la financiación a largo plazo: las entidades españolas han llenado el zurrón con emisiones masivas de deuda en el arranque del año aprovechando la ventana que ofreció el mercado antes de que estallara la crisis de la deuda de los países periféricos. Incluso después de esta crisis, La Caixa ha recurrido a los clientes minoristas para colocar emisiones.

Vuelve uno de los grandes fantasmas de la crisis financiera: la falta de liquidez para la banca. El Banco Central Europeo anunció ayer un nuevo paso en la retirada de las medidas extraordinarias de liquidez puestas en marcha cuando el sector financiero mundial estuvo al borde del colapso. Pero el problema es que no hay alternativa para financiarse a corto plazo, porque el mercado interbancario, lejos de mejorar, se ha secado todavía más en los últimos meses.

Banca Banco Central Europeo (BCE)