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España es el país de la eurozona donde más cae el gasto de los hogares
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LA SEGURIDAD SOCIAL PERDIÓ EN FEBRERO 32.000 AFILIADOS CON ESTACIONALIDAD

España es el país de la eurozona donde más cae el gasto de los hogares

Malos tiempos para el consumo de las familias. Tan malos que los hogares españoles son respecto de la eurozona los que más han reducido su gasto

Malos tiempos para el consumo de las familias. Tan malos que los hogares españoles son respecto de la eurozona los que más han reducido su gasto al por menor desde que comenzó la crisis económica. O dicho en términos más concretos. El índice de ventas al por menor se situó en diciembre pasado en 92,6 puntos, sólo por delante de Hungría, Letonia y Lituania, aunque hay que tener en cuenta que ninguno de estos tres países forma parte del euro.

El dato refleja la intensidad del ajuste, y se explica fundamentalmente por el ritmo de destrucción de empleo, que ha obligado a las familias a recortar de forma drástica sus hábitos de consumo. En unos casos, por el aumento de la aversión al riesgo, lo que provoca automáticamente una reducción del gasto, y en otros por el hecho de que al perderse un puesto de trabajo disminuye la renta disponible de los hogares.

Los datos de Eurostat -la oficina estadística de la UE- tienen base 100 en 2005, pero es a partir de 2008 cuando se acelera el deterioro del gasto de las familias en el caso español. Las cifras se ofrecen deflactadas y corregidas de variaciones estacionales, lo que permite hacer comparaciones homogéneas.  E indican que España se sitúa a algo más de ocho puntos de la eurozona (92,6 frente a 100,7).

Esta fuerte contracción de gasto está detrás de un hecho inusual en los últimos años en  la economía española. Si hasta el estallido de la crisis, el consumo era el motor del crecimiento (y hasta era capaz de compensar ampliamente el déficit exterior), a partir de 2008 hay un evidente cambio de tendencia. Y así se explica que en el tercer trimestre de este año mientras que en la zona euro el consumo privado restó tres puntos al crecimiento económico, en España ese recorte fue de más del doble. En concreto, de 6,6 puntos, lo que da idea del retroceso. En el cuatro trimestre se ha producido una ligera desaceleración, pero aún así todavía cae a ritmos del 5,3% (todavía no hay datos de la eurozona)

La tasa es relevante debido a que el consumo privado es el componente que más pesa en el Producto Interior Bruto desde la óptica de la demanda, un 55%, por lo que su evolución es capital para entender el futuro comportamiento de la actividad y, por lo tanto, del empleo. Y lo que dice el Índice de Confianza del Consumidor es que en febrero se ha producido una recaída de cierta importancia. Ha retrocedido hasta los 18,8 puntos, peor registro que los 14 puntos negativos cosechados en enero. Las matriculaciones de automóviles son el único componente que tira con fuerza.

Baja la afiliación a la Seguridad Social

Las dudas sobre el futuro económico tienen que ver, indudablemente, con el mal comportamiento del empleo. En febrero, como se sabe, volvió a crecer con fuerza el paro registrado, pero en contra de las versiones oficiales, ni siquiera la afiliación a la Seguridad Social ha dado un respiro.

La Seguridad Social dio cuenta el pasado martes de que el número de afiliados cotizantes creció en febrero (media mensual) en  26.000 personas; sin embargo, si se eliminan los factores estacionales y de distinto calendario laboral, el resultado es muy diferente. No solamente no creció la afiliación el mes pasado sino que retrocedió en 32.000 personas, según la metodología aplicada por los técnicos del Ministerio de Economía (página 19 de este documento). Es decir, que lejos de romperse una tendencia a la baja que duraba medio año, como proclamaba ayer la secretaria general de empleo, Maravillas Rojo, la Seguridad Social continúa perdiendo afiliados, lo que explica tanto el deterioro de la confianza como del consumo privado, que sólo se recuperará con fuera si el empleo vuelve a crecer. Algo que no sucederá, en el mejor de los casos, hasta el primer trimestre del año próximo, según estiman los institutos de coyuntura.

El deterioro del Índice general de comercio minorista  (que continua desacelerándose) afecta a todas las fórmulas comerciales, excepto en las grandes cadenas, que no variaron su volumen de ventas el año pasado. Por el contrario, el Índice de grandes superficies, que refleja el comportamiento de las ventas en locales con una superficie mayor de 2.500 metros cuadrados, registró en 2009 una disminución del 4,3% en términos constantes respecto al año 2008. Este descenso de las ventas es más acusado en los productos de alimentación (–7,5%) que en los no alimenticios (–2,4%).

Malos tiempos para el consumo de las familias. Tan malos que los hogares españoles son respecto de la eurozona los que más han reducido su gasto al por menor desde que comenzó la crisis económica. O dicho en términos más concretos. El índice de ventas al por menor se situó en diciembre pasado en 92,6 puntos, sólo por delante de Hungría, Letonia y Lituania, aunque hay que tener en cuenta que ninguno de estos tres países forma parte del euro.

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