¿Pacto de Estado contra la crisis? Ni está ni se le espera

"Le he ofrecido diálogo y usted pone condiciones" le dijo José Luis Rodríguez Zapatero a Mariano Rajoy. "España es un país serio y usted no es de fiar. No confunda España con su persona", le respondió el presidente del PP. Ante este diálogo de sordos era evidente el final de la obra. No habría pacto de Estado. Es más, la temperatura política ha subido varios grados después del debate de hoy.

Dos hechos insólitos en la vida parlamentaria española. Ni los más viejos del lugar recordaban que el líder de la oposición instara al grupo que respalda al presidente del Gobierno -en este caso el socialista- a que retire su apoyo al inquilino de la Moncloa, algo que enojó  (era evidente en su forma de actuar) al presidente del Gobierno. Pero no solo eso, además Rajoy retó a los grupos parlamentarios que apoyan de manera coyuntural a Zapatero (funciona la llamada geometría variable) a que dejen caer al presidente, por falta de respaldo político.

Ante tamaña provocación, no menos contudente fue Zapatero, quien desafió a Rajoy a que presentara una moción de censura, caso único en la vida parlamentaria española: "Si yo tuviera una mayoría suficiente ya la habría presentado" le replicó el líder del PP. El debate se agrió un poco más y la distancia personal que separa de forma irremediable a Zapatero y Rajoy se ensanchó sobremanera. Con estos mimbres, es evidente que las probabilidades de acuerdo son nulas.

Entre otras razones porque los dos grandes partidos parten de un diagnóstico sobre la situación económica radicalmente distinto. "Yo no voy a ser corresponsable de su política económica si no rectifica", le avisó Rajoy a Zapatero "porque de lo contrario sería un irresponsable". "Rectifique y yo le apoyaré", continuó Rajoy, como sucedió en la lucha antiterrorista. Nada nuevo bajo el sol.

Palabras mayores y respuesta a la altura de las circunstancias por parte de Zapatero. "Usted", le dijo, "lo que tiene que hacer es explicar fuera que España es un país solvente". Y es que el presidente del Gobierno insinuó que Rajoy no era leal con España, ya que los dirigentes populares extienden sombras de duda sobre la solvencia española, lo que debilita la posición de este país en los mercados internacionales.

La comisión para negociar nace muerta

Según Zapatero, no hay improvisaciones en materia de política económica y desde diciembre, el Gobierno ha venido anunciando sus reformas. "España es un país solvente", insistió el presidente del Gobierno, quien puso como ejemplo que el servicio de la deuda representa solo el 2% del PIB, cuando en la UE la media es del 3%. Zapatero, sin embargo, eludió decir que España llegará a ese 3% en 2012, como se prevé en el programa de estabilidad, claro está, en el mejor de los casos siempre que no suban de manera relevante los tipos de interés.

No hay por lo tanto, posibilidades de acuerdo, lo que significa que la comisión que anunció ayer Zapatero para negociar con los grupos de la oposición nace muerta. Una comisión de la que formarán parte los ministros Salgado, Sebastián y Blanco. No están, y aquí surge la sorpresa, ni Corbacho ni Garmendia, pese a que los objetivos de esa comisión es hablar del mercado de trabajo, las pensiones o el nuevo modelo productivo.

¿Y por qué no habrá pacto? Entre otros motivos, debido a que el PP ha puesto como condición necesaria la aprobación de una panoplia de medidas de choque, en particular, dejar sin efecto la subida del IVA a partor de julio y el anuncio de que no se exigirá el pago del Impuesto sobre el Valor Añadido a las empresas que no hayan cobrado facturas.

Propuestas concretas y respuestas vagas. Zapatero insistió en que es posible llegar a acuerdos, como se ha hecho en asuntos cruciales como la reforma del sistema financiero; una reforma que, en cualquier caso, según apuntó Zapatero, deberá estar lista antes del verano, es decir, un trimestre después de la fecha que dio en su última intervención. Tanto el gobernador del Banco de España como el ministerio de Economía no se han cansado de repetir que el horizonte temporal para la reestructuración del sistema fianciero finaliza en la primavera de este año. Ahora es en verano. Casi un año después de que el Frob fuera aprobado.

Un cambio en la estrategia del presidente del Gobierno. Zapatero se mostró hoy mucho más humilde sobre la coyuntura económica frente a anteriores intervenciones. Aseguró que estaba dispuesto a asumir que él es el responsable del incremento del paro. Pero dicho esto, insistió en que en el último trimestre de 2010 la economía española volverá a crear empleo. Palabra de presidente.