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La banca contempla una caída del 60% del precio del suelo desde los máximos de la burbuja
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BANKINTER RECONOCE UN DETERIORO DEL 26% EN TODOS SUS INMUEBLES

La banca contempla una caída del 60% del precio del suelo desde los máximos de la burbuja

La verdadera magnitud del desplome del sector del ladrillo en España empieza a aflorar en las cuentas de las entidades financieras, que se han convertido en

Foto: La banca contempla una caída del 60% del precio del suelo desde los máximos de la burbuja
La banca contempla una caída del 60% del precio del suelo desde los máximos de la burbuja

La verdadera magnitud del desplome del sector del ladrillo en España empieza a aflorar en las cuentas de las entidades financieras, que se han convertido en las mayores inmobiliarias del país a base de 'comerse' inmuebles de los promotores que no podían pagar sus deudas. Bankinter reconoció el viernes en sus resultados de 2009 que el valor real de sus activos es un 26% inferior al valor contable, es decir, al que se le dio a esos inmuebles en el momento de conceder el créditos. Y varias entidades más contemplan caídas para el precio del suelo (el activo con un mercado más deteriorado) de hasta el 60%.

Estas estimaciones no son fruto del análisis de los servicios de estudios, sino que son con las que trabajan las direcciones financieras para establecer sus planes de provisiones en el futuro, lo que les confiere mucha más relevancia. Es decir, las entidades consultadas prevén que tendrán que seguir provisionando por la pérdida de valor del suelo que se han 'comido' unos porcentajes mucho mayores de los que impone el Banco de España para los activos inmobiliarios.

"Nosotros trabajamos con la hipótesis de una caída del 60% de techo a suelo del mercado, y lo estamos provisionando de forma gradual trimestre a trimestre", explican en una entidad. "Lo crítico para los mercados es que no hay todavía visibilidad en las cuentas de resultados por culpa del tema inmobiliario, los inversores no saben si se podrá seguir alargando sin impactar a las cuentas de resultados o si en algún momento habrá que hacer una provisión enorme que destroce los resultados; por eso es mejor ir provisionando poco a poco pero con una estimación de valor realista", añade esta fuente.

En otra entidad moderan un poco extas expectativas: "No creemos que la caída vaya a llegar al 60%, pero un 50% sí es una bajada perfectamente lógica". A su juicio, "ahora mismo no tiene ningún sentido poner el suelo a la venta porque no hay mercado, ni tampoco ponerte a desarrollarlo porque es imposible rentabilizarlo; además, han permitido alargar el plazo para empezar a construir en el suelo recalificado, así que la banca va a aguantar los terrenos todo lo posible".

De momento, esa intención es perfectamente factible porque, con los tipos actuales y la liquidez ilimitada, el coste de mantener los activos en balance es muy bajo. El problema vendrá cuando los tipos empiecen a subir y la liquidez deje de ser ilimitada, es decir, cuando esos costes de financiación de activos improductivos suban. Algo que empezará a pasar en 2010 y que va a obligar a muchas entidades a empezar a sacar activos al mercado.

En teoría, una vez que la banca haya provisionado esas pérdidas de valor, estará en disposición de vender esos terrenos con un descuento de verdad sobre los precios que alcanzaron en el máximo de la burbuja. Según la normativa contable, cualquier precio superior a la valoración a la que tienen esos activos en el balance de los bancos supone un beneficio. Ahora bien, por el camino unas provisiones de esta magnitud pueden hacer saltar por los aires las cuentas de muchos bancos y cajas, ya que el suelo es el principal activo con el que se están quedando muchos de ellos en la crisis.

Bankinter reconoce una pérdida de valor del 26%

Esta necesaria aceptación de la cruda realidad empieza a trasladarse ya a las cuentas de resultados del sector. Así, el consejero delegado de Bankinter, Jaime Echegoyen, admitió el viernes que, aunque las provisiones realizadas por sus activos inmobiliarios se corresponden con un deterioro del 20% del valor contable al que les obliga el Banco de España (un 10% anual mientras permanezcan en balance), en realidad suponen el 46% del valor de tasación actualizado.

Es decir, que el valor de tasación (el actual) es muy inferior al valor contable, (el valor al que concedieron en su día los créditos para financiar esos ladrillos). Concretamente, ese 26% de diferencia entre una y otra cifra. Y eso es una media en la se meten todos los activos, desde suelo a vivienda terminada o locales comerciales (aunque Bankinter es el banco que menos ladrillos tiene), por lo que hay que suponer que el deterioro del suelo es mucho mayor que el que refleja esa cifra.

La verdadera magnitud del desplome del sector del ladrillo en España empieza a aflorar en las cuentas de las entidades financieras, que se han convertido en las mayores inmobiliarias del país a base de 'comerse' inmuebles de los promotores que no podían pagar sus deudas. Bankinter reconoció el viernes en sus resultados de 2009 que el valor real de sus activos es un 26% inferior al valor contable, es decir, al que se le dio a esos inmuebles en el momento de conceder el créditos. Y varias entidades más contemplan caídas para el precio del suelo (el activo con un mercado más deteriorado) de hasta el 60%.

Estas estimaciones no son fruto del análisis de los servicios de estudios, sino que son con las que trabajan las direcciones financieras para establecer sus planes de provisiones en el futuro, lo que les confiere mucha más relevancia. Es decir, las entidades consultadas prevén que tendrán que seguir provisionando por la pérdida de valor del suelo que se han 'comido' unos porcentajes mucho mayores de los que impone el Banco de España para los activos inmobiliarios.

"Nosotros trabajamos con la hipótesis de una caída del 60% de techo a suelo del mercado, y lo estamos provisionando de forma gradual trimestre a trimestre", explican en una entidad. "Lo crítico para los mercados es que no hay todavía visibilidad en las cuentas de resultados por culpa del tema inmobiliario, los inversores no saben si se podrá seguir alargando sin impactar a las cuentas de resultados o si en algún momento habrá que hacer una provisión enorme que destroce los resultados; por eso es mejor ir provisionando poco a poco pero con una estimación de valor realista", añade esta fuente.

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