Gerardo Díaz-Ferrán se atrinchera en CEOE por incomparecencia de sus rivales

La vida sigue igual en CEOE. Al menos formalmente. La crisis que vive la patronal -por los problemas económicos de las empresas de su presidente- pasará hoy de largo en la Junta Directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Simplemente por incomparecencia de sus adversarios. Nadie quiere abrir ahora el melón de la sucesión, ni siquiera las dos organizaciones que en privado se han manifestado más críticas con la posibilidad de que Gerardo Díaz-Ferrán agote su mandato al frente de los empresarios españoles.

Ni Joan Rosell (Fomento del Trabajo) ni Santiago Herrero (presidente de la patronal andaluza) parecen estar dispuestos encabezar una candidatura. En el primer caso, por las reticencias que hay en la organización a que un catalán presida la gran patronal española, pese a que el primer presidente, Carlos Ferrer, procedía de Cataluña. En CEOE todavía resuenan los enfrentamientos que tuvo Rosell con José María Cuevas, y que abrieron unas heridas que todavía no han cicatrizado, según fuentes que conocen bien la organización. En el segundo caso, debido a que Herrero es consciente de que no cuenta con los apoyos suficientes para desbancar a Díaz-Ferrán.

El presidente de los empresarios andaluces cuenta con el respaldo de las ejecutivas de CEOE en las ocho provincias andaluzas, pero fuera de su región no ha logrado los apoyos necesarios. Entre otras cosas, y según una fuente autorizada, debido a que no aprovechó en su día la oportunidad que se le brindó en la última asamblea anual de CEOE, cuando habló ante los asistentes para defender su estrategia empresarial. Según la opinión de muchos, “aquel día Santiago tuvo un mal día y no estuvo a la altura de las circunstancias”, lo que mermó sus posibilidades de convertirse en el gran timonel de los empresarios españoles.

La consolidación de Díaz-Ferrán al frente de CEOE tiene también que ver con el hecho de que algunas de las grandes patronales de la confederación –la AEB, la CECA o UNESA- no han planteado formalmente la necesidad de ninguna renovación en el cargo. Probablemente porque mantienen un elevadísimo nivel de independencia respecto de las recomendaciones de la gran patronal, por lo que a ellos “no les va ni le viene” quién sea el presidente de la CEOE, salvo la preocupación que les produce la mala imagen que dan los empresarios por los problemas económicos de su presidente.

Tampoco el Gobierno parece haberse empleado a fondo en su sustitución, probablemente debido a que no es el mejor momento para abrir un proceso de sustitución en medio del diálogo social. Y Díaz-Ferrán ha sido hasta hace no demasiado tiempo el mejor aliado del Ejecutivo. Fueron los negociadores de la patronal los que durante el pasado verano recomendaron no formar un acuerdo social que consideraban insuficiente.

Según las fuentes consultadas, Díaz-Ferrán está dispuesto a resistir en el cargo cueste lo que cueste. En la CEOE se comenta, incluso, que su presidente ha llegado a decir en privado que está dispuesto a vender sus participaciones accionariales (Marsans, Air Comet, Pullmantur) antes que abandonar la dirección de los empresarios.

Negociar tras el fiasco del verano

o que está claro es que Díaz-Ferrán se ha preparado a fondo la reunión de hoy. Y entre las piezas de las que podrá ‘presumir’ ante los empresarios en la caza del diálogo social se encuentra la recuperación de las negociaciones con los sindicatos tras el fiasco del pasado verano. No parece casualidad que la fecha de reinicio formal de las negociaciones coincida con la fecha de celebración de la Junta Directiva. Esta coincidencia parece sugerir –y eso lo esgrimirá el presidente de CEOE- que las negociaciones con sindicatos y Gobierno continúan con toda normalidad, lo que supone un auténtico balón de oxígeno para Díaz-Ferrán.

Esta reunión de seguimiento del diálogo social estará presidirá por el ministro Celestino Corbacho y también acudirá el director del Gabinete para el diálogo social, Alfonso Morón, nombrado en diciembre para el impulso y la coordinación del proceso.

Fuentes empresariales dijeron a Efe que también está previsto que acudan por parte de la patronal el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, y por parte de los sindicatos, los secretarios de Acción Sindical deCCOO, Ramón Górriz, y de UGT, Toni Ferrer.

Corbacho explicó la semana pasada que la reanudación de esta negociación tripartita se produce porque "se dan las condiciones" entre las partes para comenzar un diálogo sobre el mercado laboral, y puntualizó que el Gobierno acude "sin prisa pero sin pausa" para llegar a acuerdos. "Debe haber una agenda abierta", aseveró Corbacho, quien no descartó que las partes puedan llegar a un consenso rápido sobre la implantación del denominado "contrato alemán" de reducción de jornadas por horas.

Asimismo, la propuesta del Ministerio de Trabajo e Inmigración elaborada sobre el mercado laboral contempla impulsar la contratación de los jóvenes, así como la participación de las empresas de trabajo temporal (ETT) en la colocación de trabajadores de forma indefinida.

En la nueva etapa de diálogo social el Gobierno también prevé acabar con muchas de las bonificaciones que existen actualmente a los contratos indefinidos para concentrarlas en sectores que requieran ayuda especial. Asimismo, Gobierno y sindicatos analizarán las medidas para fomentar el autoempleo entre jóvenes menores de 30 años y las ayudas especiales para los mayores de 45 años, las víctimas de la violencia de género y los discapacitados.

En sentido contrario, el Gobierno descarta debatir sobre las cotizaciones sociales que pagan los empresarios a la Seguridad Social y que llevaron al fracaso de esta negociación tripartita. Según el ministro de Trabajo, este debate y todo lo relacionado con las pensiones debe hacerse en el ámbito del Pacto de Toledo.

El próximo viernes está previsto que el Consejo de Ministros analice las líneas generales prioritarias del diálogo social.