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Caixa Catalunya pidió 2.000 millones al FROB pero sólo le dieron 1.300
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EL RESTO TENDRÁ QUE OBTENERSE CON VENTA DE ACTIVOS

Caixa Catalunya pidió 2.000 millones al FROB pero sólo le dieron 1.300

Caixa Catalunya pidió al FROB mucho más dinero del que finalmente se le ha concedido -1.315 millones de euros- para afrontar la fusión con Caixa Tarragona

Foto: Caixa Catalunya pidió 2.000 millones al FROB pero sólo le dieron 1.300
Caixa Catalunya pidió 2.000 millones al FROB pero sólo le dieron 1.300

Caixa Catalunya pidió al FROB mucho más dinero del que finalmente se le ha concedido -1.315 millones de euros- para afrontar la fusión con Caixa Tarragona y Caixa Manresa. Varias fuentes conocedoras de la situación afirman que la cantidad solicitada inicialmente fue de unos 2.000 millones de euros. Sin embargo, el Banco de España se negó en redondo y redujo ese volumen a la mitad. Finalmente, después de varias semanas de negociaciones, consintió en elevarlo hasta los 1.315 millones. Caixa Catalunya declinó hacer comentarios a El Confidencial.

La diferencia entre la cifra solicitada y la finalmente concedida deberá salir de la venta de activos de las tres cajas inmersas en la fusión. Empeño que se antoja bastante complicado dado el reducido tamaño de las participaciones accionariales de estas entidades -la más importante es el 1,6% que mantiene Caixa Catalunya en Repsol, valorada en 365 millones- y las dificultades para colocar activos inmobiliarios en la actual situación, y más si los compradores perciben la situación desesperada del vendedor.

Adolf Todó, director general de Caixa Catalunya, pretendía pedir una cantidad superior al fondo de rescate para poder sanear completamente los activos problemáticos de las tres entidades (créditos ligados al ladrillo y participaciones en inmobiliarias, principalmente), y así poder empezar de cero con la nueva entidad surgida de la fusión.

Es decir, la entidad que preside Narcís Serra se había apuntado a la teoría de que "es mejor pedir todo el dinero posible al FROB para poder limpiar el balance de verdad, sanear la entidad y poder empezar la banca del futuro; tiene el inconveniente de la imagen -cuanto más pidas, la gente piensa que más agujero hay-, pero la gran ventaja de que es una solución de verdad y definitiva, como la que han tomado los americanos", explica una de las fuentes consultadas.

Esta teoría choca con la postura del Banco de España, que pretende consumir el mínimo imprescindible del dinero con que está dotado el fondo de reestructuración. Obviamente, el galopante déficit público que sufre España es lo que hace que el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez se tiente tanto la ropa a la hora de dar dinero a las entidades. Aunque el dinero del FROB no es un regalo -los bancos deben devolverlo y pagar un interés por él- ni computa como déficit público, sí lo hace como deuda y los intereses que debe pagar sí son gastos financieros del Estado, que a su vez retroalimentan el déficit.

Así que al final Caixa Catalunya se ha tenido que conformar con la cuantía citada, que supone el 2,5% de los activos totales de la caja fusionada. Y eso le pone en la disyuntiva entre una complicada venta de participaciones e inmuebles, o adoptar una 'solución a la japonesa': si no puede resolver el problema de un porrazo, lo irá alargando y puede pasarse cinco o seis años antes de volver a niveles de negocio normales, según las citadas fuentes.

Las preferentes, al 8%

Por otro lado, las fuentes aseguran que el coste de las preferentes a través de las que el FROB inyectará los 1.315 millones se situará en torno al 8%. Distintos medios han publicado que dicho tipo de interés para el conjunto de las entidades que reciban ayudas se situará entre el 7% y el 10% en función del rating de las cajas de que se trate. Fitch rebajó la calificación de Caixa Catalunya a BBB+ en marzo y la puso en perspectiva negativa en julio.

Este elevado coste, que ha levantado ampollas en muchas entidades en proceso de fusión, obedece a la necesidad de impedir que Bruselas considere al FROB una ayuda de Estado. Las fuentes consultadas se muestran divididas respecto a la capacidad de las tres cajas catalanas para asumir este coste: algunas consideran que no tendrá problemas -no así otras cajas más pequeñas-, pero otras aseguran que hay "dudas razonables de que, en el escenario de tipos bajos y estrechamiento de márgenes, sean capaces de generar beneficios como para devolver la deuda más los intereses en el plazo establecido de cinco años".

Caixa Catalunya pidió al FROB mucho más dinero del que finalmente se le ha concedido -1.315 millones de euros- para afrontar la fusión con Caixa Tarragona y Caixa Manresa. Varias fuentes conocedoras de la situación afirman que la cantidad solicitada inicialmente fue de unos 2.000 millones de euros. Sin embargo, el Banco de España se negó en redondo y redujo ese volumen a la mitad. Finalmente, después de varias semanas de negociaciones, consintió en elevarlo hasta los 1.315 millones. Caixa Catalunya declinó hacer comentarios a El Confidencial.

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