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British Airways infravalora el agujero de su fondo de pensiones y complica la fusión con Iberia
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SEGÚN ADVIERTE EL REGULADOR BRITÁNICO, QUE PIDE MÁS INFORMACIÓN

British Airways infravalora el agujero de su fondo de pensiones y complica la fusión con Iberia

El personal de cabina de British Airways anunció ayer una huelga de doce días en plenas Navidades ante los recortes de plantilla. No fue el único

Foto: British Airways infravalora el agujero de su fondo de pensiones y complica la fusión con Iberia
British Airways infravalora el agujero de su fondo de pensiones y complica la fusión con Iberia

El personal de cabina de British Airways anunció ayer una huelga de doce días en plenas Navidades ante los recortes de plantilla. No fue el único regalo que recibió la aerolínea el día que anunciaba un acuerdo con los administradores de sus planes de pensiones. Y es que el regulador británico, el denominado Pensions Regulator, no se cree del todo los cálculos de la aerolínea y asegura que el déficit de 3.700 millones de libras que registra el fondo a 31 de marzo podría ser mayor. La certeza de que ese enorme agujero se puede financiar es clave para garantizar que la fusión entre British Airways e Iberia llega a buen puerto.

 

Según el memorandum of understanding hecho público hace un mes por ambas aerolíneas para su integración, la española “tendrá derecho a resolver el Contrato de Fusión si el acuerdo final entre British Airways y los administradores de sus fondos de pensiones no es razonablemente satisfactorio para Iberia porque implique un empeoramiento significativo de las premisas de la fusión proyectada”. Aunque la cifra de 3.700 millones de libras no puede sorprender a la compañía de Antonio Vázquez, ya que está en línea con las estimaciones de los analistas, la valoración del Pensions Regulator sí puede sembrar más dudas.

 

“El regulador ha tenido hasta ahora una información limitada (…) La visión provisional del regulador sobre este asunto es que las provisiones técnicas podrían estar a un nivel materialmente menor de lo que pudiera ser apropiado”, admitía British Airways en un ejemplo de transparencia. El organismo supervisor tiene la última palabra sobre la fiabilidad de las estimaciones y, en virtud de la Pensions Act 2004, tiene poder para obligar a las compañías a que doten adecuadamente los déficit en sus planes de pensiones.  La última valoración actuarial, realizada en 2006, apenas dejaba el déficit en 2.100 millones de libras.

 

La prensa británica se hacía ayer eco de que las reticencias del regulador podrían complicar el nacimiento del tercer grupo aéreo del mundo. “British Airways puede verse obligada a financiar un déficit de su fondo de pensiones mayor que los 3.700 millones que ha anunciado, lo que podría desbaratar su fusión con Iberia”, exponía la edición digital de The Times, que recuerda que la capitalización de la compañía ronda los 2.300 millones de libras.

 

El citado memorandum establece una serie de salvaguardas para los cinco años siguientes a la fusión, entre ellas que “ni Iberia ni TopCo [el holding que acogerá a ambas compañías] otorgarán garantías ni utilizarán sus fondos o facilidades crediticias para financiar el fondo de pensiones de British Airways”. El peso en la fusión del fondo de pensiones ha sido uno de los caballos de batalla en la negociación, que sólo encontró vía libre cuando Iberia logró cerrar una condición ejecutiva que le permitía romper el acuerdo si el déficit se disparaba. Fuentes de Iberia consultadas por este periódico declinaron ayer efectuar cualquier comentario.

 

Tasas de descuento demasiado altas

 

La cuestión de fondo es si British Airways y los administradores del fondo se han excedido en la tasa de descuento, una fórmula aplicada para incluir en los planes los hipotéticos retornos futuros de los activos y de evolución de los precios. A mayor tasa de descuento, menor nivel de déficit. Dos son los principales fondos de pensiones: el Airways Pension Scheme (APS), que arroja un saldo negativo de 1.000 millones de libras, y el New Airways Pension Scheme (NAPS), cuyo déficit es de 2.700 millones. En el primer caso, British explica que se ha aplicado una tasa de descuento del 4,6% y, en el segundo, del 6,1%.

 

Una hipótesis que el regulador parece no comprar, al menos de momento. “No hemos tenido la oportunidad de realizar un análisis detallado de las estimaciones empleadas”. Tampoco los expertos, que estima que las tasas utilizadas son “relativamente altas”. Por su parte, fuentes de British Airways recuerdan que tanto la compañía como los administradores han estado asesorados por cuatro de las principales consultoras. La empresa ha tenido asesoramiento de Hewitt Associates y KPMG, mientras que los administradores han tenido detrás a Watson Wyatt. PriceWaterhouseCoopers ha realizado la valoración de la situación crediticia de la compañía.

 

De hecho, el problema es generalizado y preocupa al Gobierno británico, que tiene en British Telecom y su programa de pensiones otro Leviathan. Un informe de Alpha Value publicado por el Financial Times a mediados de noviembre apuntaba que las 430 mayores compañías de Europa infravaloran desde el punto de vista contable los déficit de sus fondos de pensiones en 300.000 millones de euros.

 

Ante este escenario, British no dudaba en tener un gesto y, “para evitar cualquier posible conflicto de intereses con su papel en la fusión”, anunciaba la renuncia de Roger Maynard como presidente de los consejos de administración de ambos planes de pensiones. Maynard es también director de Inversiones y Alianzas de la aerolínea británica. Una doble labor que también le había reportado críticas en los medios locales.

El personal de cabina de British Airways anunció ayer una huelga de doce días en plenas Navidades ante los recortes de plantilla. No fue el único regalo que recibió la aerolínea el día que anunciaba un acuerdo con los administradores de sus planes de pensiones. Y es que el regulador británico, el denominado Pensions Regulator, no se cree del todo los cálculos de la aerolínea y asegura que el déficit de 3.700 millones de libras que registra el fondo a 31 de marzo podría ser mayor. La certeza de que ese enorme agujero se puede financiar es clave para garantizar que la fusión entre British Airways e Iberia llega a buen puerto.

Iberia Antonio Vázquez