Arconada, el portero que cogió el tren empresarial tras colgar los guantes

El histórico guardameta de la Real Sociedad y de la selección española entre 1975 y 1988 inició hace 17 años un viaje empresarial como consejero independiente de CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles), una de las compañías de mediana capitalización -1.200 millones de euros- que cotizan en el mercado español.

A diferencia de su hermano –Gonzalo Arconada es el actual entrenador del Numancia-, tras aparcar su carrera deportiva vinculó su vida a la empresa privada. Lo hizo a finales de enero de 1992 como consejero de la compañía guipuzcoana. Desde entonces, ha sido reelegido en el cargo cada cinco años, lo que pone de manifiesto su compromiso con CAF, empresa de la que sólo posee, a modo simbólico, una acción. No pertenece a ningún otro consejo de administración.

CAF ha sido una de las compañías que mejor ha aguantado las dificultades de la crisis. En los dos últimos años es la segunda compañía más rentable de la bolsa española -sólo por detrás de Prosegur-, con una revalorización del 19%, según datos de FactSet. Si se toman como referencia los últimos tres años, es, con diferencia, el mejor valor del mercado con una subida del 166%.

Detrás de estas cifras se encuentra su diversificación internacional. El 42% de su volumen de negocio -876,6 millones de euros en los nueve primeros meses de 2009- corresponde a las exportaciones. Entre sus últimos proyectos fuera de la Península destaca su entrada en el mercado colombiano al que suministrará doce trenes para el metro de Medellín. El contrato asciende a 70 millones de euros Hasta el momento, CAF estaba presente en Latinoamérica en Brasil, México, Chile y Argentina.

Además, la compañía que preside José María Baztarrica -vinculado a la compañía desde 1991- ha sido una de las beneficiadas por la política del Gobierno de apoyo a los sectores estratégicos. El Consejo de Ministros aprobó en verano la concesión de un préstamo de 14,2 millones de euros durante los años 2009 y 2010 para la ejecución del proyecto.

En la actualidad, Cartera Social -una sociedad controlada por sus empleados-, es el principal accionista de CAF con el 29,5% del capital de manera directa y BNP Paribas con un 5,4%. La Kutxa -Caja de Ahorros de Guipúzcoa y San Sebastián- controla indirectamente un 17,7%, mientras que Bestinver, la gestora del grupo Acciona que pilota Francisco García Paramés junto a Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad Marrase, cuenta con un 2,5% y es la participación más longeva de Bestinver, que entró hace casi 20 años a 10 euros por acción. Ahora, sus acciones cotizan en 360 euros. "Es la mejor compañía del sector", señalan desde la propia gestora. CA, por su parte, no tiene participaciones en ninguna sociedad cotizada.

Los orígenes de esta compañía donostiarra se remontan a 1860 cuando los industriales Domingo Goitia, Martín Usabiaga y José Francisco Arana decidieron poner en marcha la Fábrica de Hierros San Martín, dedicada a los hornos de pudelar y a la laminación por cilindros. En 1917 nace Copañía Auxiliar de Ferrocarriles y en 1971, CAF adopta su actual denominación. A partir de ese momento se inició un proceso de reorganización de la compañía que desembocó, veinte años después a participar, a principios de los noventa, en la cofabricación del tren AVE Madrid-Sevilla.

Una compañía vinculada a la alta velocidad

Era la primera incursión de CAF en el transporte de alta velocidad, pero no la última -ya que en 2001 participó en el proyecto del AVE Madrid-Barcelona-. En aquellos años comenzó el proceso de internacionalización de la compañía: Hong Kong, Inglaterra, Estados Unidos... Este último, un país que puede presentar una gran oportunidad de negocio para la compañía donostiarra ya que, precisamente el éxito del AVE español ha inspirado el proyecto de alta velocidad en Estados Unidos de Barack Obama.

 El multimillonario inversor, Warren Buffett, ya ha dado pistas sobre la importancia que tendrá el ferrocarril en el futuro del país. El Oráculo de Omaha sorprendía a principios de noviembre con la mayor operación de Berkshire Hathaway, compañía que preside y dirige. El gurú de los mercados, ignorando la crisis, compró el 77,4% que no controlaba de la compañía de ferrocarriles Burlington Northern Santa Fe (BNSF) por 44.000 millones de dólares.

Un equipo directivo comprometido

El compromiso del equipo directivo de CAF con la compañía y el proyecto empresarial es total. La mayoría de los consejeros están vinculados a la empresa desde principios de los 90. Arconada es uno de ellos y ha demostrado la misma fidelidad en torno a este proyecto que la que tuvo durante su carrera deportiva. 

El guardameta comenzó jugando en el Lengokoak de San Sebastián pero en 1970 fichó por la Real Sociedad, en cuyas filas permaneció hasta su retirada en 1988. Arconada hizo historia con los txuri-urdin: 551 partidos oficiales con la Real, ganó las ligas del 81 y del 82, la Supercopa del 82 y la Copa del Rey del 87. Además, fue el primer internacional español que alcanzó la friolera de 50 partidos con la selección española.

Arconada fue la estrella de la selección española en el Mundial del 82 y el ídolo de miles de niños que soñaban con llegar tan alto como él algún día.

Hoy, en cambio, su día a día se desarrolla en el anonimato total. La última vez que su nombre reapareció en la prensa deportiva y generalista fue el 29 de junio de 2009. Aquel día España vencía por la mínima a Alemania y se convertía en campeona de la Eurocopa. Ese mismo día, Andrés Palop, el tercer meta de la selección española se vistió con la histórica camiseta que Arconada lució en la final de la Eurocopa de 1984. "Es un homenaje a un gran portero", fueron las palabras de Palop. "Me he puesto la camiseta para celebrarlo como homenaje a Arconada, porque se le recuerda mucho por un fallo que tuvo en su momento, pero hay que recordarle más por lo gran portero que era y lo que nos ha enseñado a nuestra generación", aseguró entonces el meta español. Palop se refería a aquel fallo del 27 de junio de 1984 del portero donostiarra, que no consiguió atajar un balón de golpe franco lanzado por Michel Platini en la última final que jugó nuestra selección

El tiempo no ha conseguido borrar aquel fallo, pero tampoco su recuerdo como uno de los mejores porteros que ha tenido la selección española.