Hacienda asegura tener garantías suficientes para cobrar los 180 millones que le debe Nozar

Una de las mayores sorpresas que deparó el concurso de acreedores de Nozar fue que el principal acreedor de la inmobiliaria era la Hacienda pública, con una deuda estimada de unos 180 millones de euros. Pero la Agencia Tributaria (AEAT) no está preocupada, sino que confía en cobrar toda la deuda porque cuenta con "garantías suficientes" para ello. No obstante, el desplome del valor de los activos inmobiliarios puede hacer que lo recuperado por el Fisco sea en realidad mucho menos de lo adeudado, y esto tampoco explica el extraño comportamiento de la Agencia en este proceso.

"Existen unas garantías para cobrar lo suficiente en caso de impago", se limitó a responder Luis Pedroche, director de la Agencia Tributaria, al ser preguntado sobre este asunto el viernes pasado en el congreso de la Organización de Inspectores de Hacienda celebrado en Valladolid. Pedroche aseguró que, entre las medidas que ha puesto en marcha para aliviar el impacto de la crisis, se encuentra la mayor flexibilidad en las condiciones para aplazar la deuda tributaria "cuando se trate de un problema coyuntural de liquidez y no esté amenazada la viabilidad de la empresa".

"En esas condiciones, merece la pena que la Agencia apueste por la empresa", añadió. Ahora bien, parece que en el caso de Nozar había algo más que un problema de liquidez, puesto que la inmobiliaria que presidía Luis Nozaleda ha acabado en concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos) por no poder hacer frente a un pasivo de más de 1.000 millones. Además, el hecho de que Hacienda dejara crecer su deuda hasta esas cantidades no es en absoluto habitual, según varios expertos consultados.

Pedroche, visiblemente molesto por las preguntas de El Confidencial, declinó aclarar las razones de esta tolerancia 'especial' con Nozar. Tampoco quiso cuantificar con precisión la deuda de Nozar alegando que "la Agencia Tributaria nunca habla de la situación concreta de un contribuyente", pese a que ya ha tenido que remitir al juez su reclamación de deuda contra la inmobiliaria.

La presión de Hacienda

Las sombras de la actuación de Hacienda en el caso de Nozar son todavía mayores, puesto que presionó al resto de los acreedores para que llegasen a un acuerdo que salvara a la empresa del concurso. En una reunión de la inmobiliaria con las entidades financieras para negociar la deuda, tres representantes del Fisco dijeron públicamente que, si iba a concurso, revisarían con lupa todas las operaciones realizadas por todas ellas con la inmobiliaria en los dos últimos años, según fuentes que asistieron a dicho encuentro.

Esta actitud parece lógica a la vista de la magnitud de la deuda de Nozar con Hacienda, pero no se comprende tan bien si la Agencia Tributaria está tan tranquila con las garantías aportadas por la compañía, tal como asegura Pedroche. El problema, según los expertos consultados, es la pérdida de valor de los inmuebles con los que se supone que ha garantizado la deuda con Hacienda. Aunque pudieron ser tasadas a un valor no muy alejado del de los máximos del ciclo, lo cierto es que ahora la Agencia Tributaria tendría muchísimas dificultades para vender esos activos y, en todo caso, para conseguir ese precio por ellos dado el estado actual del mercado inmobiliario.

Según fuentes del proceso, el grueso de esa deuda con Hacienda procede del IVA generado por operaciones de venta de inmuebles y por los propios canjes de activos por deuda con los acreedores, que están gravadas al 16%. Estas fuentes añaden que Nozar ha utilizado ese dinero no pagado al Fisco para poder mantenerse viva hasta que se le acabó el plazo para eludir el concurso.

Posible agravio comparativo

Las operaciones que podría revisar la Agencia Tributaria son fundamentalmente las compras de activos de la inmobiliaria de Luis Nozaleda por parte de los bancos o a su dación en pago de deuda, unas operaciones que permitieron reducir la deuda global de Nozar de 2.300 millones en 2007 hasta los 1.035 con los que ha ido a concurso, según fuentes del proceso. El motivo de estas revisiones no es detectar un posible fraude fiscal, sino si se realizaron con una valoración correcta; de lo contrario, se habría producido un agravio frente al resto de los acreedores y la AEAT podría impugnarlas.

También es cuestionable que la propia Agencia Tributaria no instara el concurso de acreedores de Nozar mucho antes con una deuda de esa magnitud, dado que Hacienda es un acreedor privilegiado (el 50% de la deuda tributaria es lo primero que se paga en un concurso), máxime si contaba con unas garantías suficientes para asegurar el cobro.