El Corte Inglés negocia la compra de nuevos paquetes accionariales de minoritarios

No quiere nuevos contratiempos. El Corte Inglés negocia con varios accionistas minoritarios la compra de distintos paquetes accionariales antes de que concluya el año. Una operativa que durante el ejercicio 2008 alcanzó un volumen inusual al adquirirse hasta un 7% del capital. Para hacer frente a este incremento de la autocartera, limitada al 20%, el gigante de la distribución aumentó su deuda en 1.000 millones de euros, una parte de los cuales fueron dedicados a afrontar estos desembolsos.

 

En la actualidad, El Corte Inglés negocia la compra de distintos porcentajes con varios de sus accionistas privados, contrariados por un recorte del 60% del dividendo en los resultados de 2008. Según las fuentes consultadas, una de las familias accionistas que se encuentra en esta situación es una rama de los Areces, cuyo 10% del capital se aglutina en Corporación Ceslar, interesada en hacer liquidez con la venta de una pequeña parte de su porcentaje.

También está en proceso de negociación otra familia accionista, los hermanos González (sobrinos del fundador), aunque por circunstancias diferentes. Por un lado, durante 2008, uno de los hermanos vendió su 6% (registrado bajo la sociedad Ingondel) por una cantidad negociada con la compañía de varios cientos de millones. Por otro, la muerte del segundo González ha provocado que sus herederos inicien el proceso de venta de su porcentaje, casi el 3%, para poder efectuar el reparto de la herencia.

Otro paquete accionarial en liza es del clan Areces Fuentes. También el año pasado, la compañía compró un 0,7% propiedad de César Areces Fuentes, el accionista que llevó a El Corte Inglés a los tribunales para determinar el precio de su paquete, tras no aceptar el valor teórico contable ofrecido. Al final, tras un largo proceso judicial, aceptó un acuerdo negociado para cerrar la venta en lugar de continuar con la batalla judicial debido a su delicada situación financiera.

Sin embargo, este testigo en los tribunales lo han recogido  los otros tres hermanos Areces Fuentes, que tienen a la venta una parte minoritaria del 2% que poseen. De manera paralela, los hermanos mantienen abierto un proceso judicial que se dirime en la Audiencia Provincial de Madrid, la misma instancia a la que llegó el pleito de su hermano, para determinar cuál es el modelo que debe determinar el precio de sus acciones y cuyo fallo se espera para finales de año, según fuentes jurídicas.

Mientras tanto, El Corte Inglés sigue siendo foco de atención muy a su pesar. Hace una semana, el semanario británico The Economist dedicaba un artículo a la compañía española bajo el título, juego de palabras incluido, de “El paciente inglés”. En el texto, la revista económica se hacía eco del impacto que ha provocado la crisis en la segunda cadena de grandes almacenes del mundo, un rango a pesar del cual, según la publicación, la marca española es muy poco conocida internacionalmente.

En la información se recuerda que por primera vez en sus 70 años de historia, la casa presidida por Isidoro Álvarez ha visto cómo sus ventas descendieron un 5,5% respecto al año anterior debido al impacto de la crisis en los niveles de consumo, particularmente en el mercado español. Por otro lado, sus beneficios sufrieron un recorte del 47%, en gran parte por los malos resultados cosechados por algunos de sus negocios, caso de la firma textil Sfera o la cadena de supermercados Supercor.

Además del interés por mantener inalterada la paz social con sus accionistas minoritarios, el equipo de Isidoro Álvarez, al que se han incorporado primeros directivos de otras grandes compañías del mundo de la distribución, ha iniciado negociaciones con los sindicatos de su plantilla –de casi 100.000 personas- para implementar un cambio en el modelo de los horarios de trabajo, vinculando los turnos y las rotaciones a las horas donde se concentra los picos de consumo de los clientes.