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¿Luz al final del túnel? Los analistas corrigen al alza la calificación de los bancos españoles
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ABANDONAN SUS PREVISIONES APOCALÍPTICAS

¿Luz al final del túnel? Los analistas corrigen al alza la calificación de los bancos españoles

Dicen que rectificar es de sabios, y parece que los grandes analistas internacionales se están aplicando el cuento. Porque en las últimas semanas estamos asistiendo a una

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¿Luz al final del túnel? Los analistas corrigen al alza la calificación de los bancos españoles

Dicen que rectificar es de sabios, y parece que los grandes analistas internacionales se están aplicando el cuento. Porque en las últimas semanas estamos asistiendo a una marcha atrás generalizada en la negativa percepción sobre la banca española que mantenían desde que estalló la crisis financiera. Ahora parece que la cosa no es para tanto, y aunque tampoco se muestran optimistas sobre el sector, por lo menos ya no esperan el apocalipsis. Y hasta los grandes medios financieros internacionales han rebajado sus palos al sector.

La idea general es que las cosas no están yendo tan mal como se temían en términos de caída de beneficios. O al menos, no van tan mal como para justificar un empeoramiento de su recomendación de inversión o de su calificación crediticia después de las rebajas masivas adoptadas en los últimos meses.

El último en sumarse a esta oleada ha sido la mismísima Standard & Poor's, la agencia de rating que más dura ha sido con la banca española y con el resto de entidades en general (es la única que ha bajado el rating de España como emisor de deuda). Esta semana ha publicado un informe en el que, aunque eleva los activos problemáticos hasta una horquilla de entre el 10% y el 20% del total en un escenario económico más severo, reconoce que las entidades españolas "deberían tener la fuerza suficiente para absorber las pérdidas de los créditos previstos y para seguir siendo razonablemente rentables, evitando la erosión de sus bases de capital".

La razón es que, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países europeos, "las instituciones financieras españoleas se benefician de un colchón cómodo de reservas acumuladas antes de la crisis y de una saludable capacidad de generación de beneficios". Esta mejora de percepción se traduce en que no es necesario bajar más el rating de ninguna entidad e incluso en la mejora de perspectiva de Bankinter, Sabadell e Ibercaja hasta "estable". Eso sí, considera que hay numerosas entidades pequeñas que se comportarán bastante peor que el sistema en su conjunto.

La firma que inició esta marcha atrás en agosto fue Crédit Suisse, otra entidad que había sido muy dura con el sector en los últimos meses. Entonces, su analista Santiago López elevó sus previsiones de beneficios para los bancos puramente nacionales en un 11% para 2009 y un 16% para 2010 (el único para el que rebaja sus estimaciones es Banesto), y en un 12% y 14%, respectivamente, para los dos grandes. La razón era que "los resultados de los bancos españoles se han demostrado más resistentes de lo que esperábamos, gracias a la buena evolución de los márgenes por la caída del coste de financiación a una ralentización de la morosidad y a la generación de gananacias extraordinarias por venta de activos".

En esta revisión, el banco suizo elevaba los precios objetivos en bolsa en una media del 17%, aunque mantenía su recomendación de "infraponderar" para todo el sector salvo para BBVA, para el que tiene una recomendación de "neutral". De esta forma, estimaba que el valor justo del banco de Francisco González es de 12 euros por acción, el del Popular es de 5,25, el de Banesto de 8 euros, el de Sabadell de 3,75, el de Bankinter de 5,25 y el de Pastor, de 3,5 euros.

Los bancos evitarán las pérdidas

JP Morgan también ha dado marcha atrás en septiembre en su percepción de los bancos medianos españoles, aunque de forma más moderada. Así, sus analistas Ignacio Cerezo y Andrea Unzueta insisten en que queda mucho para la recuperación, pero admiten que sus reservas parecen suficientes para evitar la entrada en pérdidas. A su juicio, la sólida rentabilidad operativa del sector (que le permitirá ganar 5.600 millones de beneficios entre 2009 y 2011) y el aumento de las provisiones (4.900 millones de euros, el 1,4% de los riesgos) deberían bastar para absorber unas pérdidas de crédito que estima en 16.000 millones entre 2009 y 2012 sin entrar en pérdidas y sin deteriorar sus niveles de solvencia.

Ahora bien, asegura que todavía es pronto para comprar bancos en bolsa porque la crisis económica e inmobiliaria de España sigue sin resolverse y porque el hecho de reconocer las pérdidas de forma gradual y no de golpe -a diferencia de otros países- resta visibilidad al sector financiero español. En este sentido, prevé que la segunda oleada lleve el pico de la morosidad hasta el 6%-7% en 2010 ó 2011, frente a su expectativa anterior del 7%-9%.

Este viernes,  Goldman Sachs se sumó a la lista de mejora de perspectivas sobre la banca y subió el precio objetivo de todas las entidades, pero no lo suficiente para cambiar su recomendación de venta generalizada. Las excepciones son Santander, para el que aconseja comprar, y BBVA y Banesto, sobre los que su opinión es neutral. Como los demás analistas, Goldman se justifica por la mejora de los resultados del sector, aunque el fuerte rally bursátil refleja ya con creces esta mejora, a su juicio.

Razones más o menos sospechosas

¿A qué obedece esta marcha atrás? Hay explicaciones para todos los gustos. Según la teoría oficial, es consecuencia de la mejoría de los resultados y de la solidez de sus provisiones para aguantar la morosidad. Pero entonces habría que plantearse por qué fueron antes tan apocalípticos sobre la banca española, cuando quedó claro desde el principio que su situación no era comparable a la de la gran banca internacional y que no necesitaba un rescate masivo (sin que ello signifique que no tenga activos tóxicos, sobre todo inmobiliarios).

"Los analistas se dejaron arrastrar por el marasmo de la banca internacional y el hundimiento de las bolsas, y no conocían las especificidades de la española. Además, se asustaron por la gravedad y la velocidad de la crisis económica española. Con ese panorama, prefirieron pasarse de negativos, y ahora les toca rectificar poco a poco", opina un analista de una firma española.

En una entidad financiera recuerdan que "los analistas siempre van por detrás del mercado: cuando los bancos se hundieron, recomendaron vender, y ahora que han recuperado el 80% y hasta el 100%, recomiendan comprar. Y seguramente será demasiado tarde y ahora tocará algo de recaída, porque el rally ha sido exagerado".

Finalmente, los malpensados lo achacan a los conflictos de interés de los bancos de inversión internacionales. La proliferación de los informes negativos coincidió con un espectacular aumento de las posiciones cortas (bajistas) en los valores financieros, lo que llevó a muchos a ligar una cosa con otra, pese a que estas firmas aseguran tener murallas chinas infranqueables entre el análisis y el trading. Siguiendo ese razonamiento, ahora que han tenido que cerrar esos cortos con grandes pérdidas, quieren recuperarlas con posiciones alcistas, de ahí que den recomendaciones positivas.

Dicen que rectificar es de sabios, y parece que los grandes analistas internacionales se están aplicando el cuento. Porque en las últimas semanas estamos asistiendo a una marcha atrás generalizada en la negativa percepción sobre la banca española que mantenían desde que estalló la crisis financiera. Ahora parece que la cosa no es para tanto, y aunque tampoco se muestran optimistas sobre el sector, por lo menos ya no esperan el apocalipsis. Y hasta los grandes medios financieros internacionales han rebajado sus palos al sector.

Banca Analistas Financieros Internacionales (AFI) JP Morgan